Varios cayeron por corrupción. En la nómina se debe incluir el fallecimiento de Jorge Larrañaga. Un eslogan de campaña, difundido reiteradamente, decía “hay equipo”; sin embargo, en tres años el gobierno perdió a la mitad de su equipo.
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Desde aquel ahora lejano 1º de marzo de 2020, el presidente Luis Lacalle Pou sustituyó a la mitad de su gabinete. Muchos de sus partidarios lo señalan como un signo de fortaleza, pero los hechos muestran lo contrario.
Pablo Bartol. A dos meses de haber asumido el cargo fue destituido, por Twitter, el entonces ministro de Desarrollo Social. “El gobierno nacional ha entendido necesario realizar un giro en la conducción del ministerio, con el objetivo de abordar un nuevo objetivo político”, decía el mensaje presidencial.
Bartol es profesor universitario y numerario del Opus Dei. Dirigió durante 21 años el colegio Los Pinos en el barrio Casavalle, una exitosa experiencia educativa. También se desempeñó como gerente de Proyectos en el diario El Observador y como columnista en El País. No tenía antecedentes de militancia política.
Había prometido trasladar la sede del ministerio al barrio Casavalle. Y tal vez lo que más se recuerde de su gestión fue una denuncia contra la anterior administración frentista después del hallazgo de unos kilos de café vencido.
Fue sustituido por el dirigente herrerista Martín Lema.
Ernesto Talvi. Apenas dos meses después, exactamente el 1º de julio, renunció el canciller Ernesto Talvi. Las razones aún hoy son desconocidas. Talvi, de filiacion colorada, es economista recibido en la Udelar y máster en la Universidad de Chicago. Fue director de Política Económica del BCU durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera. Dirigió el instituto Ceres durante algo más de 20 años.
Para las elecciones de 2019 fundó el sector Ciudadanos en el Partido Colorado y obtuvo la mayoría superando al liderado por Julio María Sanguinetti. Elegido senador, apoyó la formación de la coalición multicolor, pero no llegó a asumir porque Lacalle Pou lo designó ministro de Relaciones Exteriores.
Le tocó actuar al comienzo de la pandemia y su gestión más destacada fue la relacionada al crucero australiano Greg Mortimer, al que ningún puerto quería recibir porque pasajeros y tripulación estaban contaminados con covid.
El entonces canciller armó una operativa que permitió traer el barco al Puerto de Montevideo y prestarles asistencia médica a todos los enfermos. Por esa acción nuestro país ocupó la atención del mundo.
Pero poco después anunció su renuncia a la cancillería, al Senado y abandonó toda actividad política, radicándose en España. En su carta de despedida señaló que su “intención era seguir en el cargo hasta fin de año, durante la presidencia pro témpore de Uruguay en el Mercosur, para concretar los acuerdos de ese bloque con la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio, para los cuales la cancillería ha trabajado intensamente y retomar las negociaciones con Canadá, Singapur y Corea”.
“Sin embargo -agregó-, comprendo que los tiempos en el gabinete los marca Lacalle Pou. Nada más lejos de mi intención que ser un obstáculo a su deseo de nombrar al ministro de Relaciones Exteriores que considere más apropiado para acompañar su gestión”.
Talvi se oponía a que Uruguay apoyara para ocupar la presidencia del BID al cubano-estadounidense Mauricio Claver-Carone, que fue destituido por corrupción dos años después. Pero Lacalle lo apoyó públicamente y eso junto con otras acciones que mostraban al presidente dirigiendo la política exterior fueron algunos de los motivos que provocaron la renuncia del canciller.
Fue sustituido por el diplomático nacionalista Francisco Bustillo.
Jorge Larrañaga. El 22 de mayo de 2021, víctima de un infarto, falleció el ministro del Interior, Jorge Larrañaga. Abogado de profesión, comenzó su vida pública como edil en Paysandú, su departamento natal, después ocupó un lugar como diputado suplente. Luego fue electo intendente durante dos períodos.
Desde allí fundó el sector Alianza Nacional, que lideró hasta su repentina muerte. También fue senador y en varias oportunidades candidato a la presidencia y a la vicepresidencia. En las elecciones de 2019 quedó en tercer lugar, en la interna partidaria, detrás de Lacalle Pou y de Juan Sartori.
El 1º de marzo de 2020 fue designado ministro del Interior, donde desarrolló una discutible gestión.
Lo sutituyó el herrerista Luis Alberto Heber.
Carlos María Uriarte. El 28 de junio de 2021 el presidente destituyó, también por Twitter, al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte. El motivo fue la decisión de China de inhabilitar temporalmente las importaciones de carne del frigorífico uruguayo BPU.
La resolución china sobrevino a causa de un error en el etiquetado de envíos de carne uruguaya realizado en abril de ese año. El gobierno tenía que dar un fuerte mensaje a las autoridades de la nación asiática acerca de que se tomarían medidas para evitar la reiteración.
Uriarte cesó a los directores de Servicios Ganaderos, Eduardo Barre, y de Industria Animal, Gustavo Rossi, y el presidente lo cesó a él.
Uriarte es productor ganadero y se desempeñó como presidente de la Federación Rural. De origen nacionalista, para las elecciones de 2019 se acercó al candidato colorado Ernesto Talvi y en representacion de Ciudadanos ocupó el cargo ministerial. El Comité Ejecutivo del partido Colorado lo criticó en más de una oportunidad porque no participaba en ninguna actividad partidaria.
Lo sustituyó Fernando Mattos, también productor agropecuario y exdirigente de la Asociación Rural.
Germán Cardoso. Dos meses después, el 20 de agosto, cayó el ministro de Turismo, Germán Cardoso, acusado de corrupción por Martín Pérez Banchero, jerarca ministerial destituido poco antes por el ministro.
El exdirector de Turismo denunció varias y graves irregularidades e involucró a Cardoso y a dos asesores externos y amigos del ministro: Elbio Rodríguez y Daniel Reta. Las denuncias motivaron la creación de una investigadora en Diputados, que accedió a otros hechos irregulares. Solo el Frente Amplio llevó el expediente a Fiscalía, donde aún se sustancia. Por lo pronto, ambos asesores están imputados por estafa y abuso de funciones. Además, se investiga la responsabilidad del exministro.
Cardoso, nacido en Maldonado, llegó a la política de la mano del fallecido senador colorado Wilson Sanabria, propietario, entre otras varias empresas, de Cambio Nelson. Fue edil, diputado y candidato a la intendencia. Estuvo con Sanguinetti, con Bordaberry y con Talvi. Al ministerio llegó “por su amistad con Lacalle”, según reconoció el mandatario.
El presidente lo destituyó cuando comprobó que Cardoso le había mentido con la entrega de documentos sobre su gestión. La decisión fue “disfrazada” como renuncia en la residencia del secretario general colorado, Julio María Sanguinetti.
Fue sustituido por el también colorado Tabaré Viera, exdiputado, intendente de Rivera, director de OSE y Antel y candidato a la vicepresidencia.
Carolina Ache. El 19 de diciembre del año pasado renunció la subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores. El sector Ciudadanos, que contribuyó a fundar, le retiró la confianza luego de que se conociera un intercambio de mensajes por WhatsApp con el subsecretario del Ministerio de Interior, Guillermo Maciel, sobre la peligrosidad del narcotraficante Sebastián Marset.
Ache es sobrina del ahora asesor de Cabildo Abierto Eduardo Ache, también dirigente del club Nacional. Precisamente ese fue el vínculo, reconocido por él mismo, que usó el abogado Alejandro Balbi para reunirse con la subsecretaria y apurar la entrega del pasaporte de Marset.
En su carta de renuncia, Ache escribió: “Hoy entiendo que quizás mi error fue ceñirme al deber ser y la legalidad, confiando además en la certeza de que en todo caso el Ministerio del Interior tenía en su poder toda la información como para actuar, si es que ello hubiera correspondido”, según informó la diaria.
La sustituyó Nicolás Albertoni, un joven colorado experto en relaciones internacionales.
Adrian Peña. El 30 de enero de este año renunció como ministro Ambiente después de que el semanario Búsqueda informara que “usaba un título universitario que no tenía”.
En realidad tenía cursada toda la carrera, pero la Universidad Católica informó que le faltaba rendir un examen. Sin embargo un mes después la misma institución informó que Peña sí había rendido el examen y por lo tanto su título era legítimo. Atribuyó el error de la información a un problema administrativo.
Pero ya era tarde, Peña había dejado el ministerio en manos de Ruben Bouvier y decidió regresar al Senado para continuar liderando la agrupación Ciudadanos.
Daniel Salinas. El 13 de marzo pasado renunció como ministro de Salud Pública. Había asumido el 1º de marzo del 2020 en representación de Cabildo Abierto. Su gestión enfrentando la pandemia le valió ser considerado como el mejor ministro del gobierno.
En varias oportunidades se le mencionó como posible compañero de fórmula con Guido Manini Ríos e incluso como candidato a la presidencia.
"No picó el bichito de la política", dijo Salinas en rueda de prensa para explicar su renuncia. Afirmó que quería dedicarse a su profesión de médico neurólogo, o incluso a la docencia
Lo sustituyó la también médica e integrante de Cabildo Abierto Karina Rando.
Irene Moreira. La ministra de Vivienda, y esposa del líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, renunció a su cargo el lunes pasado, después de una semana en la que estuvo en duda la continuidad del sector en la coalición.
El escándalo estalló el martes de la semana anterior después de que el diario El Observador informara que Moreira había adjudicado en forma directa, sin sorteo, un apartamento a estrenar en un edificio ubicado en la Aguada. Lo peor es que la adjudicataria es integrante de Cabildo Abierto, trabaja en el semanario La Mañana, propiedad de la familia Manini, y tiene una empresa radicada en Zonamerica.
Una semana después se sabe que la ministra adjudicó por lo menos cinco viviendas de la misma forma. Una de ellas, a una mujer que trabajó como empleada doméstica en la casa de Moreira y otras dos a también integrantes de Cabildo. Una en Rivera y otra en Pando.
Con el pedido de renuncia solicitado por el presidente Lacalle, estalló una crisis política que puso en riesgo a la coalición de gobierno. El lunes, y después de señalar durísimos cuestionamientos al presidente de la República, Manini anunció que Cabildo Abierto continuaría integrando la coalición.
La exministra pasó a ocupar su banca en el Senado y su suplente, Raúl Lozano, fue nombrado como nuevo ministro de Vivienda.
Vale recordar que hasta la aparición de Cabildo Abierto en 2019, Irene Moreira era dirigente herrerista en Artigas.
La crisis política no se ha zanjado, aunque su intesidad disminuyó. Por lo pronto el Frente Amplio analiza denunciar a la ahora senadora en Fiscalía, acusándola por abuso de funciones. Y hay que esperar otras repercusiones porque Manini, en su última alocución pública, cuestionó duramente la gestión en materia de seguridad.
Alejandro Astesiano. El exjefe de la seguridad presidencial se encuentra preso desde el 26 de setiembre pasado.
Su causa se llevó puesta a la mitad de las jerarquías policiales en el Ministerio del Interior, algunos formalizados y otros renunciantes.
El caso estuvo a cargo de la fiscal Gabriela Fossati, quién solo se expidió por el tema de los pasaportes falsificados. Pero hay miles de chats y audios, muchos que revelan presuntas actividades delictivas del hombre que debía cuidar al presidente, que serán investigados por la fiscal Sabrina Flores, que sustituyó a Fossati.
Jerarcas intermedios. Un rápido recuento, no exento de algún error, permite establecer que unos 20 jerarcas intermedios, como directores de área y de varios organismos, en casi todos los ministerios, fueron destituidos o renunciaron a sus cargos.
Los motivos son varios y van desde insatisfacción con el salario hasta problemas de gestión.
Jerarcas policiales. La situación en el Ministerio del Interior bordea el caos. En estos tres años fueron destituidos siete jefes de Policía. Dos fueron condenados por la Justicia, igual que importantes jerarcas de Maldonado, Flores, Cerro Largo, Artigas y Río Negro.
Astesiano se llevó puestos a cinco jerarcas del Ministerio del Interior. Uno fue procesado y cuatro están aún bajo investigación.
Todo lo que conocemos hoy sobre el caso Astesiano tiene sus raíces en el desatino de nombrar a un delincuente que no vaciló en recurrir a oficiales policiales más dispuestos al favor personal que a servir a la sociedad.
A Jorge Larrañaga le permitieron designar a tres o cuatro funcionarios de su confianza. Entre ellos, Santiago González, director de Convivencia, a Luis Calabria, exdirector general del ministerio, y al hoy destituido y formalizado inspector Jorge Berriel. El subsecretario Guillermo Maciel, entonces colorado, llegó por acuerdo político.
Pero los jefes de Policía fueron nombrados por el presidente, en algunos casos consultando a dirigentes políticos locales.
Larrañaga fue quien abrió las puertas para el regreso de la “vieja guardia”, con todos sus vicios y sus pequeñas vendettas por haber sido relegados en los gobiernos frentistas.
La experiencia fue muy mala. La mayoría de los jefes de Policía fueron destituidos, algunos procesados. Aparecieron focos de corrupción muy importantes que se constatan con la cantidad de policías formalizados por diferentes delitos.
Gustavo Penadés. Acusado como pedófilo por al menos 4 jóvenes, tuvo que pedir licencia tanto al Senado como a todos sus cargos partidarios hasta que la Justicia se expida.
Si bien las denuncias tienen que ver con su vida privada, impactan sobre su actividad política, ya que Penadés goza de un enorme prestigio y respeto como parlamentario por parte de todas las fuerzas políticas.
Era el encargado de dirigir todas las negociaciones tanto a la interna de la coalición como con la oposición frenteamplista. Era un hombre de diálogo, en cuya palabra se podía creer. El Partido Nacional no tiene quien lo sustituya en esa labor. Y todavía queda la última Rendición de Cuentas del período en un momento de mal relacionamiento con Cabildo Abierto.
Además, el legislador, como líder de la lista 71, fue el promotor y propulsor de la candidatura presidencial de Laura Raffo.