Cuestionamientos a cambios "no inocentes"
Durante el año 2023, recuerda esta asociación de profesores de Historia, "una Comisión designada por el Codicen trabajó en la elaboración de las nuevas propuestas programáticas". Y cuando se realizó la Asamblea Técnico Docente en Secundaria, en noviembre de ese año, los docentes analizaron el borrador del "programa de Historia elaborado por la Comisión en esa instancia, que fue el finalmente elevado para su aprobación por parte de las autoridades de la ANEP", lo que ocurrió en diciembre.
Sin embargo, al comprarse el citado borrador y el programa que finalmente fue aprobado por el Codicen, se hicieron evidentes varias diferencias preocupantes, tanto lo temático como en la orientación bibliográfica.
Uno de los puntos cuestionados, señala la Aphu, es el cambio del concepto terrorismo de Estado por "la suspensión y el avasallamiento de las garantías constitucionales de los ciudadanos".
Esto "no es inocente", se denuncia, y "repite la decisión que existió en la primera versión del programa de Historia de Noveno Año de Educación Básica Integrada de eliminar ese concepto, que es el usado por la historiografía y las ciencias sociales para describir y analizar las violaciones a los derechos humanos realizadas por las dictaduras que ocurrieron en la segunda mitad del siglo XX en América Latina".
Otro cuestionamiento apunta a la introducción del ítem "los movimientos guerrilleros y las violaciones de los derechos humanos".
Tal afirmación, sotienen los docentes, "carece de fundamentos, dado que desconoce innumerable normativa legal y bibliografía que señala que es el Estado quien puede cometer violaciones a los derechos humanos".
Ante tales cambios preocupantes, la Asociación de Profesores de Historia, ratificó su compromiso con "el acompañamiento al colectivo de docentes de Historia en los desafíos que implican los cambios en los programas".
Por eso, "y tal como lo hizo en 2022", se entendió que importante "denunciar estas modificaciones en los nuevos programas de Historia, que configuran intervenciones de carácter político e ideológico", y se condenó "estas decisiones, que una vez más afectan el abordaje del pasado reciente, alejando los contenidos de los programas de la producción historiográfica nacional e internacional, y que, en última instancia, lesionan la condición laica y científica de la enseñanza de la Historia".
El negacionismo que intenta cambiar el pasado reciente
En declaraciones a La Diaria, el reconocido docente e historiador Carlos Demasi sostuvo que las autoridades educativas están inclinándose por una visión negacionista, con el objetivo de "amortiguar lo que para la sociedad uruguaya representó la dictadura y todo ese período de terrorismo de Estado".
Así, estos cambios introducidos en el citado programa de Historia apuntan a quitarle al Estado su responsabilidad y pone la carga de las violaciones de los derechos humanos a la guerrilla.
“Ninguna de las convenciones sobre derechos humanos plantea que un particular pueda violar los derechos humanos, salvo que ejerza las condiciones de poder estatal”, recordó Demasi, en coincidencia con lo que planteó la Asociación de Profesores de Historia.
También afirmó que, al cambiar las denominaciones utilizadas para analizar el pasado reciente el Codicen hace una definición política y condiciona a los profesores a la hora de llevar adelante su práctica educativa.
Estos intentos de torcer la narrativa sobre el período dictatorial y el terrorismo de Estado no son nuevos en este gobierno ni en la gestión de las actuales autoridades de la educación, y se enmarca esa tendencia negacionista que adquirió especial virulencia en la región con la embestida de las nuevas derechas.