Desde el FA se advierte que a las trabajadoras domésticas y los trabajadores rurales se les posterga de la forma “más dura” la causal jubilatoria por edad avanzada y se reducen los montos a cobrar, a pesar de que el 20 por ciento más pobre de la población tiene como principal ingreso la jubilación o la pensión. Asimismo, sostienen que el 46 por ciento de las mujeres no van a tener 30 años de trabajo cuando lleguen a los 65 para poder jubilarse.
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Uno de los temas más importantes de este año es la reforma jubilatoria. Distintos líderes del Frente Amplio (FA) advirtieron, en distintas entrevistas con Caras y Caretas, los peligros que encierra este propuesta del Poder Ejecutivo: perjudica a las mujeres, a los sectores más pobres y a las pensiones por discapacidad, al mismo tiempo que beneficia a las AFAP, principalmente las de origen privado.
“El proyecto pone en riesgo la cobertura: cerca de un uruguayo de cada cinco accede a jubilación por edad avanzada. En el régimen actual con 25 años de aportes y 65 años de edad, accedes a una jubilación por edad avanzada, con la reforma, con 30 años de aportes y 65 años de edad. Esto le quita la posibilidad de acceder a la jubilación a los uruguayos más pobres, por lo menos se la posterga de la manera más dura. Las domésticas o los trabajadores rurales son los que más acceden a la jubilación por esta forma. Pero con la reforma van a tener que esperar tres o cuatro años más. No tienen una espalda de ahorro para esperar para jubilarse”, dijo a Caras y Caretas el senador Óscar Andrade.
Por su parte, el exministro de Trabajo y Seguridad Social Ernesto Murro dijo a Caras y Caretas que el proyecto de reforma jubilatoria propone una reducción de lo que va a cobrar la población, además de un aumento de la edad jubilatoria.
“Estimamos que para una gran parte de la gente, para la mayoría, estamos hablando de más años de edad de trabajo para acceder a una pensión o jubilación, y también una reducción de los montos a cobrar. (...) Alguien puede decir que se baja lo que está mal gastado, pero en Uruguay una jubilación promedio del BPS está en los 29.000 pesos, la jubilación mínima está en 15.000 pesos. (...) esos montos mínimos y promedio no son exagerados (...) la reducción es en lo que va a cobrar la gente, los jubilados, pensionistas y las personas con discapacidad. Reducir eso implica que la gente va a ganar menos”, indicó.
Murro, quien también fue presidente del Banco de Previsión Social (BPS) y presidente de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, afirmó que para el 20 por ciento más pobre de la población, el principal ingreso que tiene es por jubilaciones y pensiones.
“El impacto de las jubilaciones no es solo para el jubilado que vive en ese hogar, sino que impacta en los niños, adultos y jóvenes de ese hogar”, agregó. Sostuvo que este gobierno ha hecho “una reforma silenciosa de rebajar el poder de compra de las jubilaciones y pensiones”. “El gobierno se ha ahorrado cientos de millones de dólares en estos dos años y medio rebajando lo que paga de jubilaciones y pensiones a la gente, eso no solo perjudica a los jubilados, pensionistas y personas con discapacidad, sino a las familias, comerciantes, productores rurales que no ven esos ingresos en sus comercios, en sus ferias”, dijo.
La senadora blanca Graciela Bianchi indicó que el 20 y 21 de diciembre se votará el proyecto de ley de la reforma de la seguridad social en el Senado, tal como pretendía el presidente Luis Lacalle Pou.
El Poder Ejecutivo enviará al Parlamento "unas cuantas modificaciones" al proyecto de reforma de la seguridad social (también llamado reforma jubilatoria), según declaró el 9 de diciembre el ministro de Trabajo, Pablo Mieres.
Por el momento, el grupo de expertos del FA encabezado por Murro, realizó un informe en el cual la fuerza política acompañaría unos 20 artículos de la reforma jubilatoria que impulsa el gobierno.
Asimismo, el 6 de diciembre la Intersocial Feminista calificó a la reforma jubilatoria como “privatizadora, clasista, regresiva y reduccionista”. En este sentido, aseguran que es “privatizadora”, puesto que “universaliza la financiación obligatoria a las AFAP”. Dijeron que es “clasista” porque profundiza “la desigualdad preexistente entre capital y trabajo”. Para la Intersocial Feminista este proyecto se sustenta “en un principio general que golpea todos los intereses populares: trabajar más para ganar menos”. Además, aseveran que el proyecto “consagra y perpetúa la inequidad de aporte entre empresas y trabajadores y se mantienen los enormes beneficios que recibe el gran capital”. El documento sostiene que es un proyecto “regresivo” puesto que “recorta derechos y empobrece la calidad de vida del trabajador”.
Perjudica a las mujeres y a los más vulnerables
Andrade y Murro advirtieron que el proyecto perjudica a las mujeres y significa una rebaja de las prestaciones por discapacidad.
“Se va a pasar de un 65 por ciento de la prestación por discapacidad a 45 por ciento de manera inmediata. Además de todo eso, en condiciones idénticas, el trabajador va a tener una jubilación menor, entre un 10 y un 38 por ciento (...) El 46 por ciento de las mujeres ya sabemos que no van a tener 30 años cuando lleguen a los 65. Entonces, el proyecto financia la seguridad social con la postergación de las jubilaciones con los más pobres”, agregó Andrade.
“Pese a los avances históricos, lamentablemente sigue habiendo desigualdad que perjudica a las mujeres en la vida laboral. No se les puede exigir a las mujeres los mismos requisitos que a los hombres. El aumento de la edad va a hacer que les sea más difícil acceder a una jubilación o pensión”, dijo Murro.
“Hoy una mujer desde los 35 años tiene derecho a una pensión de por vida. Ahora la va a tener si tiene más de 50 años. Por ejemplo, viudas con hijos a cargo, teniendo que trabajar y capacitarse para seguir manteniendo sus puestos, van a tener pensión solo por tres años si tienen menos de 50. Hay una serie de cuestiones que no se pueden pensar en una reforma jubilatoria sin un sistema de cuidados. Nosotros lo iniciamos en el gobierno del FA, ahora está estancado, está retrocediendo. No solo no se avanza en el sistema de cuidados, sino que se le imponen a las mujeres reglas iguales a los hombres cuando lamentablemente sigue habiendo desigualdad de derechos”, afirmó.
Esperanza de vida no es igual para los pobres
Por otro lado, Andrade y Murro indicaron que el proyecto no tiene en cuenta que la esperanza de vida no es igual para los que tienen altos ingresos que para los que tienen bajos ingresos.
“Cuando hablamos del tema del aumento de los años, hay estudios que se han hecho en Uruguay y en el mundo que muestran que la buena noticia del envejecimiento de la población no es para todos, los pobres viven menos que los no pobres. En Chile, una mujer pobre tiene una diferencia de 18 años con una mujer no pobre. En los hombres es de 11 años de diferencia. ¿Dónde se pone la raya de cuál es la edad jubilatoria?”, se preguntó Murro.
Asimismo, advirtió que a veces la esperanza de vida baja. “El informe de desarrollo humano de este año de la ONU muestra que la esperanza de vida del mundo, a raíz de la pandemia, de las drogas y el alcohol, ha disminuido. Hay estudios de la universidad de Oxford que muestran que en los países desarrollados ya con el primer año de pandemia descendió, en EEUU y Rusia descendió dos años. Estas cosas hay que analizarlas con mayor profundidad”, agregó.
El beneficio para las AFAP
Murro explicó que el proyecto beneficia a las AFAP, porque pretende que se pase de un sistema voluntario para la mayoría de los uruguayos a un sistema obligatorio.
“Estamos pasando a un sistema que hasta ahora era jurídicamente voluntario para la inmensa mayoría de la población, para el 80, 85 por ciento de las personas, que era afiliarse o no a una AFAP. Ahora vamos a pasar a un sistema que es jurídicamente obligatorio para todo el mundo, cualquiera sea la caja o el salario. Por ejemplo, en el sistema actual, es obligatorio afiliarse para aquellas personas que ganan más de 71.000 pesos. Ahora va a ser obligatorio para cualquier persona. Nosotros, durante nuestro gobierno, reformamos las cajas bancaria, notarial, militar y policial, pero sin AFAP. Ahora todo va con AFAP”, agregó.
Además, advirtió que se establecen en el proyecto de ley algunas normas que buscan beneficiar a las AFAP propiedad del capital privado. “En estos 26 años de existencia del régimen de las AFAP, si una persona, estando obligada a afiliarse, no lo hacía, se la enviaba a la AFAP de menor comisión, que siempre fue República AFAP. Ahora va a haber otro procedimiento y eso le da una participación por vía legal a las AFAP de capital privado mayor que la que había logrado en 26 años de competencia con la AFAP estatal. Eso también es un cambio importante que se da”, agregó.
Astori: «No hay nada sobre el papel de los ingresos»
El exvicepresidente, exministro de Economía y senador Danilo Astori dijo en el programa Fuerte y Claro, de radio Informarte, que la reforma jubilatoria no aborda la desigualdad de género y el empleo precario no está abordado por el proyecto.
“Está muy enfocado en tratar de achicar el gasto, pero no hay nada que se refiera al papel que van a jugar los ingresos. Este proyecto está muy enfocado al recorte del gasto y no se dice nada sobre los ingresos que podría tener el sistema”, indicó.
En los ingresos podrían estar los aportes patronales, explicó. “Se podría haber puesto una base fundamental de aportes patronales que ayudará a financiar el sistema. Después está el tema de la caja militar, es un ejemplo de desigualdad brutal. La caja militar debería asegurar la sostenibilidad del sistema. El proyecto no incluye soluciones de otras cajas que están en una situación muy negativa, como la bancaria y la profesional. Con todos estos conceptos y reflexiones es que vamos a tener que encarar la discusión en el Parlamento”, dijo.
Andrade: Gobierno presenta de forma “engañosa” los datos
Andrade advirtió que el gobierno presenta de forma “engañosa” los datos sobre la reforma jubilatoria, ya que utiliza cifras que no son comparables entre sí para manifestar que las jubilaciones van a ser mayores luego de que se apruebe su proyecto de ley.
“El gobierno presenta de forma engañosa los datos. Cuando presenta datos en los que dice que los trabajadores van a tener mejores jubilaciones, presenta datos con edades distintas, con tiempos distintos, con tasas de rentabilidad muy optimistas. Las comparaciones que hacen son traídas de los pelos”, agregó.
El Pit-Cnt y el Frente Amplio afirmaron que rechazan “enfáticamente” la propuesta de reforma jubilatoria impulsada por el gobierno por exigir mayor cantidad de años de aporte y rebajar las jubilaciones entre un 10 y un 38 por ciento.
Por su parte, el 23 de noviembre, el Poder Ejecutivo divulgó un comunicado en el que explica que con la reforma de la seguridad social que impulsa la jubilación "crece entre un 18 y un 20%".
Ante esta situación, Andrade propuso que cada persona, en el momento en que resuelve retirarse, pueda elegir el régimen por el que jubilarse: si el actual o el nuevo impulsado por el gobierno.
“La propuesta tiene un abrumador sentido común, ya que propone la garantía de que nunca se va a cobrar menos, se permita el cálculo y que el trabajador pueda optar. Lo presentamos como forma de demostrar que hay una inconsistencia muy clara en los números. Nadie puede creer que se va a hacer una reducción del gasto pagando jubilaciones mayores. El gobierno está comparando cosas que no son comparables. (...) es grave, pero no es nuevo lo que están haciendo. Hubo una rebaja de salarios que el gobierno disfrazó. Construyó un indicador nuevo que le permitía decir que la rebaja de salarios era menor de lo que era. Cuando hablamos del recorte de educación, lo disfrazó tratando de decir que no era un recorte sino un retraso. Hay un deterioro de la calidad del debate democrático y las propuestas del gobierno generan confusión”, reflexionó Andrade.