Romani sostuvo que el sistema prohibicionista se mantiene "porque el presupuesto de las agencias represivas es muy alto, y entonces hay una especie de pacto de honor entre el crimen organizado y las agencias represivas para que se sostenga la prohibición, porque eso mantiene los precios y mantiene las ventajas".
Romani dijo estar convencido de que el mercado ilícito "tiene que regularse de otra manera". Cree que tiene que "legalizarse y estar bajo la supervisión del Estado, que no quiere decir que el Estado produzca todo como Luis Lacalle Pou en Londres", cuando dijo estar en desacuerdo que el Estado produzca.
Romani recordó que "en el mercado regulado no produce el Estado", sino que "otorga licencias a empresas privadas que lo producen".
El fentanilo, la regulación de las drogas legales y el rol de Estados Unidos
Con respecto a las primeras alertas sobre la presencia de fentanilo en Uruguay, Romani manifestó que la única receta que hay para que no aparezcan drogas más sofisticadas es "regulando también los mercados lícitos".
Explicó que "el fentanilo en Estados Unidos apareció como un opiáceo después de la oxicodona, y la oxicodona es un opiáceo que fue promovido por laboratorios legales".
"Estados Unidos desde el 2017 tiene 100 mil muertes (anuales) por sobredosis de opiáceos, porque la industria farmacéutica las promocionó como sustancias que no tenían características adictivas". Pero eso era "mentira", remarcó. Aún así "la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) lo permitió", apuntó.
Romani advirtió que "después de la oxicodona aparece algo más potente que es el fentanilo, que por otra parte le sirve a Estados Unidos para hacerle la guerra a China" porque lo está denunciando de introducir sus precursores químicos.
"Los gringos siempre utilizaron el tema de la droga desde el punto de vista geopolítico", indicó el exsecretario general de la Junta Nacional de Drogas.
Explicó que en "el Plan Colombia que se gastaron 16 mil millones de dólares y no sirvió para nada, porque Colombia aumentó la producción de hoja de coca". Luego "montaron bases (militares) en todos lados y convirtieron la lucha contra el narcotráfico como la misión de las fuerzas armadas", algo que continua al día de hoy el Comando Sur, sostuvo Romani.
"En esto de la droga nadie es ingenuo y todos tienen sus intereses políticos, presupuestales y muchas veces geopolíticos", concluyó.