Papasso fue internada en el sanatorio psiquiátrico Villa Carmen el 14 de mayo, luego de ser imputada por asociación para delinquir, calumnia y difamación a 90 días de prisión preventiva.
Cuando fueron a trasladarla a la cárcel, su padre advirtió que la había encontrado con una soga y diciendo que iba a suicidarse, por lo que la justicia decidió trasladarla al centro de salud.
La defensa de Romina Celeste pidió que se realizara un informe psiquiátrico para dictaminar si podía ir a prisión. Según la pericia del Instituto Técnico Forense (ITF), los médicos indicaron que Papasso sufre "una disfunción de personalidad del tipo B", que se caracteriza por "una elevada reactividad al entorno, presentando alteraciones conductuales frente a frustraciones".
Además, indicaron que en el examen "no se constatan síntomas depresivos, ni presenta síntomas agudos que justifiquen que continué internada", y aseguraron que puede continuar con su "tratamiento psiquiátrico y psicológico" de forma ambulatoria.
La pericia también marcó que las conductas "autolesivas" presentadas por la exmilitante blanca "son en contexto de una baja tolerancia a la frustración y como forma de obtener lo que desea".