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Con el presidente de FEMI, José Pedro Ibargoyen

Procuran medidas para combatir la violencia contra los médicos

La agresión a una médica en Salto elevó la preocupación por la violencia contra el personal de la salud. En ese sentido, FEMI procura identificar las causas y trabajar sobre ellas.

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Hay preocupación en la Federación Médica del Interior (FEMI) por los casos de violencia contra el personal de la salud. La reciente agresión a una médica en la emergencia del Hospital de Salto movilizó a los profesionales y gremios y forma parte, en opinión del presidente de la gremial, José Ibargoyen, de un estado de ánimo que abarca a toda la sociedad.

En este sentido advirtió Ibargoyen que los principales hechos se dan en las emergencias, pero se han ido trasladando a otros sectores. Procuran ahora aunar esfuerzos entre todos los sectores vinculados a la salud y las autoridades para buscar soluciones.

“Queremos transmitir nuestra preocupación por algunos hechos de violencia que nuevamente se dan en la salud y en el contexto de un ambiente de violencia en la sociedad, que también nos sorprende día a día. En este caso en particular se trató de la interrupción del proceso asistencial. Deseamos transmitir nuestra preocupación como colectivo médico y alertar que este es un elemento más que entorpece el proceso de la reforma [de la salud]”, precisó el titular de FEMI.

Recordó que “el hecho cúlmine de esta semana fue la agresión por parte de un familiar de un paciente a una colega en Salto, en la emergencia del hospital, y esto generó una movilización del cuerpo médico en general del interior porque hemos detectado que estos hechos se vienen dando con cierta frecuencia y eso afecta un elemento muy importante para nosotros y la población, como la relación médico paciente”.

Sostuvo Ibargoyen que “esto no sólo afecta el vínculo de quienes están en un determinado momento en una disputa sino que además entorpece todo el proceso de las personas que están en esa área asistencial en particular, en este caso algo tan critico como una emergencia”.

“Vamos a trabajar todas las fuerzas vinculadas al sector en el interior, esto es FEMI, los gremios de cada departamento, el Colegio Médico, y aspiramos a que los movimientos colectivos de usuarios también se sumen. Porque esto es un problema que se da en un marco social muy particular. Creemos que la solución pasa por la participación de todos. Por el bien de la relación médico paciente y también por el bien de la reforma”, subrayó.

Para el profesional, los hechos “se dan fundamentalmente en las áreas de emergencia. Es un área crítica, de mucha tensión en el sistema asistencial, donde va gente que requiere determinada urgencia en la asistencia y tanto médicos como no médicos de esas áreas deben manejar esa tensión priorizando la asistencia, resolviendo problemas. Ese es uno de los lugares donde existen más violencia”.

“También existen en otras áreas, pero probablemente, y lo vamos a determinar mediante un análisis estadístico, que es en las emergencias y las puertas de los hospitales donde se dan estos problemas”, sentenció.

Destacó que no hay un departamento en particular donde se registren más actos de violencia contra el personal de la salud que en otros. No obstante, recordó que el caso anterior se registró en la emergencia del Hospital de Maldonado. Este “no estuvo vinculado hacia el personal de salud, sino que fue un preso que le quitó el arma a su custodia y efectuó unos disparos. No podríamos decir que se da en un departamento en particular. Creemos que es un problema generalizado en un escenario de mayor intolerancia, de mayor violencia en la sociedad, que lo han sufrido los docentes en su momento; la violencia doméstica o de género viene aumentando, y en la salud también”.

Para hacer frente a estas situaciones, “tenemos un protocolo de acción que busca en primer lugar prevenir este tipo de actos y recomendar al personal de la salud las acciones en caso de que esto se produzca. Es imprescindible que estas áreas criticas de mayor tensión, como las emergencias, dispongan de sistemas de seguridad especiales. En el caso concreto del Hospital de Salto existe un sistema de guardia privada, pero no puede evitar todos los casos; hay algunas acciones que son responsabilidad de las autoridades, aunque también deben jugar su papel el personal de salud y los usuarios”.

“Como acciones inmediatas queremos destacar que los colegas de Salto no han resuelto tomar ninguna medida de fuerza, sino que han sido proactivos en la búsqueda de soluciones en forma conjunta. Se realizó una reunión el lunes y está pactada otra para el sábado, en la que van a participar los médicos, los gremios y el Colegio Médico, y vamos a invitar a los usuarios”, señaló.

Ibargoyen comentó que la violencia se advierte en las redes sociales: “Vemos con preocupación una nueva forma de agresión o de amenaza que surge de las redes sociales. Hoy en determinadas publicaciones en las redes uno puede percibir animosidad en algunas personas y eso probablemente genera algunos prejuicios que se deben saber detectar cuando un paciente o determinado familiar concurre con cierto nivel de ansiedad o agresividad, o con un nivel de demanda o de agresión antes de ser atendido. Esos aspectos uno antes no los veía. Probablemente el fenómeno de las redes sociales contribuya a ello y es también una de las herramientas que nosotros tenemos que utilizar para ayudar a educar a la población y comprender que este sistema tiene sus complejidades y está teniendo sus dificultades”.

Más allá de las emergencias hay otras áreas donde se registran casos de violencia, aunque para el titular de FEMI no revisten la misma gravedad. “Lo que se puede ver en las consultas es que la gente, con el acceso a internet, llega para exigir determinados tratamientos que no están indicados en esos casos. En el primer nivel, en el área de policlínicas es más fácil de manejar porque el paciente elige a su médico y es más sencillo generar un mejor ambiente de diálogo”.

En cuanto a la atención domiciliaria –en Montevideo ha sido objeto de repetidas agresiones al punto que llevó a las autoridades de la Salud y del Ministerio del Interior a aplicar medidas de protección de los trabajadores–, Ibargoyen dijo que el problema llegó al interior. “Ese es un problema que si bien creemos que es fundamentalmente montevideano, percibimos que se ha venido trasladando gradualmente hacia el interior. Si bien no es de la gravedad de lo sucedido en Montevideo, es cierto que hay áreas y horarios más peligrosos en los que hay que prestar atención”.

Precisamente esas diferencias entre capital e interior complican la relación médico paciente y la marcha de la reforma de la salud, apreció Ibargoyen. “Hay algunas cosas vinculadas al sistema y algunas iniciativas que se han tomado sobre todo en lo que tiene que ver con la complementación. Está la experiencia de Florida, donde luego de un conflicto gremial se termina estableciendo un sistema único de emergencia pediátrica. Nosotros tenemos una visión critica porque se trata de propuestas que se desarrollan desde Montevideo sin tener en cuenta las particularidades y realidades del interior. También estamos muy atentos. Tanto en el área de la violencia, como en la relación médico paciente, como en lo que refiere al desarrollo de la reforma queremos hacer énfasis en las diferencias que existen entre Montevideo e interior. Si no se toman en cuenta esas diferencias, la reforma va a tener seguramente más dificultades para poder avanzar”, sentenció.

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