El Banco Central del Uruguay resolvió en la última reunión del Comité de Política Monetaria (COPOM) cambiar la tendencia que tenia y bajar 25 puntos básicos la Tasa de Política Monetaria (TPM). De esta forma la TPM pasa de 11,50% a 11,25%.
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Hasta la fecha se venia defendiendo desde las autoridades monetarias una política de subas de las tasas de interés como medida para combatir la inflación, pero esto tuvo poco éxito durante largo tiempo y generó repercusiones sobre el tipo de cambio. En los últimos meses se ha visto que la inflación ha cedido acercándose al rango meta, pero sigue fuera del mismo.
¿Qué es la Copom?
El Comité de Política Monetaria (COPOM) funciona en la órbita del BCU (autoridad monetaria) y está integrado por los tres miembros del Directorio y otros tres funcionarios de jerarquía designados por el Directorio en atención a sus tareas específicas en materia monetaria.
Su cometido es el asesoramiento al Directorio en materia de política monetaria y debe realizar el seguimiento y la evaluación del mercado monetario y situación de macroeconomía. Las definiciones y recomendaciones que se realizan desde este Comité, que luego resuelve el BCU, son relevantes siendo que la actual política monetaria se define en un esquema de metas de inflación basado en tasas de interés, siendo la TPM la principal tasa de referencia.
Desde la institución se ha defendido la política monetaria como herramienta para combatir la inflación y llevarla al rango meta, pero la misma se mantiene fuera. La baja en los tipos de interés se argumenta desde el COPOM como el resultado de una evaluación positiva por la desaceleración de la inflación. El rango meta esta entre 3% y 6% y la inflación del ultimo año a marzo fue de 7,33% que ha cedido, pero en un contexto de otros factores.
Cuestionamientos
Existen múltiples cuestionamientos a la política monetaria, ya que la misma no ha cumplido con sus fines primeros, que son tener efectos sobre la inflación. Además venimos en una importante afectación de la tasa de cambio con importantes efectos sobre la competitividad.
A la vez, que se tiene una política de rango meta de inflación que no se cumple lo que afecta significativamente la credibilidad del sistema. En la última Ley de Presupuesto del 2020 el Gobierno estableció una meta para la inflación, de 3,7% para 2024 y, en el mes siguiente, el BCU ajustó el rango meta a entre 3% y 6% (antes 7%) desde septiembre de 2022, con 24 meses de antelación, siendo este el horizonte de política monetaria.
El sistema de metas de inflación implica un compromiso de mantener los niveles de la misma medida a través del IPC buscando de esta forma la estabilidad de precios, cometido fundamental del BCU. Existiendo el sistema es fundamental el cumplimiento del rango meta quedando subordinados otros objetivos. Para hacer que esto se cumpla se deben considerar diversidad de variables y no una única, apelando a la adecuada comunicación y rendición de cuentas. De esta forma confrontar las explicaciones y argumentos que se presentan son relevantes siendo que hoy la principal comunicación son los comunicados que se hacen desde el COPOM.
En los últimos días y ante la expectativa de la reunión del COPOM el pasado 19 de abril se esperaba un anuncio como este, pero los argumentos no siguen la línea argumental que mantenían en la reunión del mes de febrero, cuando se hacía referencia a la convergencia de inflación a través de las expectativas, ya que las mismas han aumentado y la inflación esperada a 24 meses pasó de 6,7% a 6,85% y se bajaron las tasas. De alguna manera se puede afirmar que hay un cambio en la posición del BCU lo que puede repercutir a nivel de otras variables.