La situación de despido abarca en su totalidad a trabajadores de las radios públicas (RNU). Los despidos masivos incluyen programas históricos, algunos de 15 años de permanencia en el dial, así como a periodistas de probada experiencia. La situación de quebranto laboral incluye a periodistas de ambos sexos, de distintas franjas etarias y no ha sido precedida de amonestaciones o apercibimientos acerca de su desempeño laboral. Además del levantamiento de programas, también han sido afectados trabajadores del Departamento de Prensa. Para buena parte de los 43 trabajadores despedidos, su empleo en RNU es la única fuente de ingreso, lo que tampoco fue tenido en cuenta.
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Es preciso agregar que la no renovación de contratos está siendo comunicada de manera personal porque deben firmar un papel en Recursos Humanos, en el que dice que “la Dirección del Secan (RNU) se dirige a usted en relación a la finalización el próximo 31/12/2… de su vínculo contractual por el desempeño de tareas en Radiodifusión Nacional del Uruguay. Comunicamos que esta Dirección no procederá a la realización de un nuevo contrato para el Ejercicio 2.21. Agradecemos la colaboración con el Servicio durante este tiempo”. Y quien “saluda atentamente” es Gerardo Sotelo, presidente del Secan.
Ni una explicación. Nada. Como si para este hombre, que hasta que decidió incursionar en política era un trabajador más en los medios de comunicación, los motivos de un cese no importaran. Porque seamos francos: si grave es que no recontraten a un trabajador que nunca fue apercibido de estar haciendo mal su tarea, peor aún es que lo dejen cesante sin motivo aparente. Como ya sabemos que el pez por la boca muere, vamos de lleno a analizar las declaraciones públicas del presidente del Secan.
Sotelo y la manipulación para informar
Para que no se diga que Caras y Caretas intenta falsear la realidad, analizaremos los tuits de Gerardo Sotelo y los contrastaremos con lo que está sucediendo: uno de los motivos para desmantelar el proyecto de RNU es “racionalizar la inversión en capital humano (70% de los contratos está en la radio y solo 4% en las plataformas digitales, mientras en el canal faltan periodistas, cámaras, editores, técnicos, administrativos, etc.), lo que no se corresponde con la realidad de los medios”. Es raro que el presidente del Secan ignore que el grueso de los funcionarios de TNU son presupuestados (en las radios se da a la inversa) y que no diga -más adelante lo hará y nosotros también daremos cuenta- que más de una decena de contratados en las radios pasarán al canal por haber aprobado un llamado interno, así que ese sitio donde dice que faltan periodistas ya está siendo reforzado. Y en relación a “cámaras”, él se refiere a los camarógrafos, pero no dice que faltan cámaras filmadoras y otros implementos necesarios; entonces, ¿con qué aparatejos van a trabajar esos “cámaras”? Luego de mencionar el bajo rating (olvidando que los medios públicos deben dar servicios y no ser tratados como empresas que compiten con otras, a la vez que deja entrever su estrategia, la que se resume en coproducciones), escribe: “Debemos darle a la programación la impronta de la nueva administración, que hasta ahora no se ha implementado para respetar los contratos vigentes”. Se conoce que el director dijo al sindicato que se darán entre 15 y 20 altas y que entonces serían menos los puestos de trabajo que se pierden. O sea, Sotelo trata a los trabajadores como parte de una estadística. Es incomprensible la falta de sensibilidad.
“Nadie festeja que haya gente que se quede sin contrato y sin programa, pero parece evidente que hemos actuado con prudencia y consideración. A menos que se pretenda negar el derecho de esta administración a orientar la programación de los medios públicos según sus propias definiciones”, dice Sotelo. Ese es un punto que el experiodista tendría que explicar bien. Primero, por qué considera que los periodistas que tiene no son capaces de reestructurar sus programas de acuerdo a lo que pretende la administración; segundo, en mayo Sotelo dijo en entrevistas varias que en los gobiernos del Frente Amplio, “los medios públicos eran manejados de manera discrecional y arbitraria”, prometiendo que se haría cargo de que “no estén al servicio de los poderes de turno como hasta ahora”. Sin embargo, seis meses más tarde, la realidad es otra y a las promesas se las llevó el viento.
El 4 de noviembre, mientras decenas de trabajadores eran notificados de que en el 2021 no tendrán trabajo, Sotelo se daba el lujo de tuitear: “Entretanto, realizamos concursos internos, mejoramos una treintena de contratos y contemplamos para la renovación (a instancias del sindicato, Sutre), algunas situaciones de alta vulnerabilidad”. El llamado interno existió, pero solo para que los periodistas de la radio ingresen al canal. Si bien se pedía que se dijera qué perfil consideraba el periodista que tenía, en ningún momento de la prueba se tuvo eso en cuenta. Entonces, periodistas de larguísima trayectoria en radio o en medios escritos terminaron con un micrófono en la mano frente a una cámara compitiendo con compañeros con experiencia televisiva. A los primeros, no se les dio la opción de probar su calificación escribiendo notas para el portal; a los segundos, se les “chamuyó” de que como ahora los medios pasarán a ser un multimedio, tendrán que estar a disposición para el canal, la radio y/o el portal, porque se les puede solicitar tareas en cualesquiera de esos lugares y no podrán negarse. Claro, pasarán a ganar el laudo de la TV, que es bastante más de lo que perciben ahora, pero como el bueno para todo, si nació, no quiere ser esclavo, la calidad de todos los medios terminará resentida.
Consultado sobre la situación generada, Gustavo Guisulfo, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de las Radios Estatales (Sutre), confirmó que había 43 despidos confirmados y que los mismos fueron comunicados de manera individual a través de una funcionaria. “Ninguna autoridad dio la cara ni dieron ningún tipo de explicación por los motivos del cese”.
“Ahora estamos coordinando acciones conjuntas y la semana entrante nos comunicaremos con Sotelo. Por esa razón les pedimos a los compañeros, especialmente a los cesados, que nos remitan un formulario de capacidades relativas a su función, de la forma en que accedieron a la radio, para qué cargos fueron contratados. Todo esto para poder defenderlos técnicamente, ya que pueden desempeñarse en otra función. Esto es posible porque hay áreas que no están pensadas y en las charlas que hemos tenido, hemos visto alguna posibilidad de reconversión”.
Guisulfo agregó que “vamos a agotar el diálogo a todos los niveles. La asamblea del sábado pasado decidió que no íbamos a aceptar los despidos de uno, 40 o 43 compañeros, tal como lo habíamos anunciado inicialmente. De ser necesario, vamos a impulsar una tripartita y después proseguiremos. Está abierta la posibilidad de realizar movilizaciones de acuerdo a los resultados que se obtengan del diálogo con el Secan”.
“Una cosa que hay que aclarar es que ayer Sotelo publicaba un tuit en el que decía que se había acordado con el sindicato esta nómina de cesados. Esto no es cierto. Cuando nosotros pedimos conocer el plan de acción, el plan de trabajo, el proyecto de las nuevas radios, no obtuvimos respuestas concretas. Simplemente nos pasaron los siguientes datos: que había una determinada cantidad de contratos que iban a modificar, otros que iban a cesar y otros que se iban a renovar”.
En cuanto a los apoyos gremiales, Guisulfo añadió que “nuestro sindicato madre es COFE (Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado), más allá de que muchos periodistas somos afiliados a la Asociación de la Prensa (APU). Su secretario general, Fabián Cardozo, se puso a nuestra disposición, así como los sindicatos del canal, que nos ofrecieron su ayuda y nos expresaron su solidaridad, dando difusión a la situación que afrontamos”.
Preguntado si alguno de los dirigentes del Sutre había sido cesado, Guisulfo contestó negativamente.
Rómulo Martínez Chenlo y el Depor
Martínez Chenlo es un periodista de larga trayectoria, especializado en temas deportivos. El programa que conduce (Deportivo Uruguay) se ha transformado en un clásico de la radiotelefonía uruguaya y hace 15 años que está ininterrumpidamente al aire. El programa será levantado y sus periodistas serán cesados.
Al respecto, Martínez Chenlo manifestó que aún no había sido notificado del cese, pero sí Victoria, su compañera de tareas, por lo que para “para explayarme más quisiera tener una actualización de la información. Pero obviamente esto significa un golpe tremendo, no solo para el Deportivo Uruguay, sino para las radios públicas”.
Recordando tiempos pasados, el periodista se retrotrajo 15 años atrás, cuando RNU no era ni cerca lo que es hoy. “Tanto que no me animaría a decir que era un espacio de radios públicas, sino un lugar en el que algunas personas hacían programas contratando espacios. Por lo tanto, comparando el ayer y el hoy, digo que podrá haber mejores proyectos, pero lo que hizo Pepe Saccomani, dejando literalmente la vida en las radios públicas, merece un reconocimiento. En todo este período de incertidumbre y cambio en el relacionamiento, en todo este tiempo, me he dado cuenta de que las radios públicas somos nosotros, los que las hemos reconstruido, los que hemos estado en todo momento y los que hemos defendido con convicción este modelo de comunicación”.