Rossi dijo que este proceso “de transformación del modo ferroviario vendrá acompañado del desarrollo de una Dirección Nacional de Transporte Ferroviario que debe ser capaz de orientar y dirigirlo de acuerdo a los nuevos estándares”.
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El siguientes es el diálogo que el ministro mantuvo con Caras y Caretas.
¿Por qué es importante la obra del Ferrocarril Central?
Primero que nada, es una obra muy importante en momentos que las inversiones no abundan, inversiones que inciden en el movimiento económico y en las oportunidades de trabajo. Pero más allá de la importancia, es la oportunidad que tenemos de dar un largo y gran paso hacia la recuperación del modo ferroviario y a lograr su proyección en el futuro del país. Este esfuerzo implica un sacrificio grande que permitirá el desarrollo de todo el modo ferroviario y así volver a atender los puntos del país que antes se atendían.
Durante estos años se han hecho obras ferroviarias, como es el caso de Paso de los Toros-Rivera o como la recuperación de la línea del Litoral. Pero esta obra es la columna vertebral del sistema y posibilita continuar con el crecimiento de los ramales de acuerdo a las necesidades del país.
Es la oportunidad de comenzar a superar el estándar y llevar el ferrocarril a los niveles de este siglo. Es una obra que nos hace dar un paso grande en relación al modo ferroviario.
El modo ferroviario no parece tenerlas todas consigo en este continente.
En efecto, este no es un problema que tenemos solo nosotros, por ejemplo, Argentina ha gastado dinerales en la recuperación del ferrocarril, Brasil ha hecho esfuerzos, Colombia, Bolivia también anda enredado en eso, pero, en general, no hay grandes éxitos en esta materia. Y el problema afecta a América Latina porque hace unas décadas alguien sembró la idea de que el modo ferroviario se encontraba perimido. Cuando se dieron cuenta de que eso no era así y se trataba de un modo de transporte importantísimo, salieron a buscar la manera de reflotarlo.
¿Qué otro aspecto destaca de esta obra?
Que significará la conexión de las áreas de producción del país con el Puerto de Montevideo. Ahora el ferrocarril permitirá con alto estándar llegar desde el puerto a Paso de los Toros, y a partir de allí llegar a otros lugares.
¿Qué otros clientes aparte de UPM va a tener este ferrocarril?
Si se confirma lo de UPM, será importantísimo porque el ferrocarril tendrá cautivas dos millones o más de toneladas anuales de celulosa. Nunca en su historia trasladó una cifra tan importante, ni cercana, pero todos sabemos que hay otros productos que se pueden volver a captar en la medida que se pueda garantizar la llegada en tiempo y forma de las mercaderías que transporta. Nada aseguraba que no hubiera retrasos. Esa situación ha provocado que a pesar de que en los últimos años ha habido un sensible incremento de la producción agropecuaria, esta no se trasladase a través del ferrocarril.
¿Y en el futuro, cómo se les asegurará a los eventuales clientes que se dará un servicio adecuado?
La transformación del modo ferroviario vendrá acompañada del desarrollo de una Dirección Nacional de Transporte Ferroviario que debe ser capaz de orientar y dirigirlo de acuerdo a los nuevos estándares. Para eso estamos preparando técnicos jóvenes que se están calificando y realizando cursos en el exterior.
Lo que lamento es que aún no hemos logrado convencer a los trabajadores de AFE de que si se comprometieran más con las transformaciones, serían los protagonistas principales de esta etapa. Vamos a necesitar técnicos y funcionarios acordes a la nueva situación del ferrocarril del país. Y quiénes mejor que los que ya tienen una experiencia para hacerlo. Lamento que aún no hayamos podido ganar la confianza de ellos para que efectivamente se convenzan de que lo que queremos es garantizar el futuro del ferrocarril. El país lo precisa y no estamos pensando en venderlo; lo que queremos es que el ferrocarril del futuro tenga una participación importante de AFE y de los trabajadores.
En materia de material tractivo, ¿hay prevista alguna inversión?
En esa área podemos exhibir un esfuerzo importante que se ha hecho en la recuperación del taller y de las locomotoras diesel, que son viejas, pero reparadas tienen por delante una vida importante. Pero al abrir las posibilidades de que en el transporte de carga participen operadores privados, es muy factible que incorporen material tractivo de mejor calidad y prestaciones.
¿Corre riesgo este proyecto si el Frente Amplio no gana las elecciones?
No, porque el ferrocarril es uno de esos proyectos que, como hay varios, los países los tienen que mirar más allá de un período de gobierno o de la gestión de un ministro. Son objetivos estratégicos que no se pueden concretar en un solo período de gobierno. Trascienden los gobiernos. Cada uno le puede poner su impronta, pero es una necesidad impostergable que el país tiene. El asunto de fondo es seguir o seguir adelante.
¿Y qué le dice a los que han criticado la iniciativa?
Lo que debo decir primero es que el proyecto tiene un altísimo índice de apoyo entre la población. Todos los días nos dan señales de respaldo. También hay preocupación en algunos casos, pero bueno, son resistencias que surgen de personas que tenían su situación resuelta y que cuando se les golpea en la casa y se les dice que se necesita un pedazo de su fondo o que hay que expropiársela, se les genera un problema, incluso un problema familiar, ya que deben afrontar un inconveniente que ni soñaban tener. Son situaciones que también se deben entender.