El MSP explica que “casi todos los niños contraen VRS en algún momento de su vida y para la mayoría de los niños sanos el VRS se comporta como un resfriado común (mocos, tos, estado subfebril), que puede ir seguido de bronquiolitis o neumonía”.
Los síntomas pueden ser más “intensos entre los días 3 y 5 de la enfermedad. Generalmente duran entre 7 y 14 días”.
En algunos casos estos síntomas pueden evolucionar a cuadros graves que requieran internación en unidades de cuidados críticos, principalmente los menores de 2 años de edad.
Medidas preventivas
• Mantener las vacunas al día, y en esta época, es fuertemente recomendada la vacunación antigripal. Recibirla es clave para evitar la manifestación grave de la enfermedad en caso de contraerla y las hospitalizaciones.
• Limitar la exposición de su bebé o niños a sitios con mala ventilación y gran afluencia de personas, así como a personas enfermas o con síntomas respiratorios.
• Evitar enviar niños que se encuentran con síntomas respiratorios o con fiebre a centros recreativos o deportivos y enseñarles a cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar.
• En caso de salir del hogar, protegerlos con ropa adecuada, en múltiples capas que sirven de aislamiento. Es importante cubrir el rostro, las orejas, las manos y los pies. Los gorros ayudan a conservar la temperatura corporal.
• Lavar las manos frecuentemente con agua y jabón.
• Desinfectar regularmente los objetos y superficies de su hogar.
• Evitar exponer a su hijo al humo de tabaco.
• Mantener la lactancia materna en menores de 6 meses, ya que actúa como “vacuna” para evitar y combatir infecciones.