Además, destacó que la mutualista, en estos cuatro años, cumplió con el pago salarial "en tiempo y forma", lo que, a su entender, "no es poca cosa", ya que se trata de unos 10 millones de dólares por mes, pagados a 7.000 funcionarios, entre personal medico y no medico. Y añadió: "Casmu es un monstruo fenomenal que factura 27 millones de dólares por mes. Entonces, requiere dinero para moverse continuamente y no tener que acceder a préstamos que son de alto costo".
Rodríguez explicó que tras la ordenanza de intervención, la mutualista tuvo dificultades para seguir en el mercado, ya que los proveedores, a quienes se les pagaba con cheques que anteriormente "nunca rebotaron", comenzaron a tener problemas para cobrarlos. "Nunca CASMU ha tenido ninguna dificultad de cheques que hayan sido devueltos por faltar fondos", sentenció.
Además, confirmó que la discusión pública sobre el Casmu llevó a la perdida de socios. "Este mes tuvimos una perdida de cerca de 400 socios. Están los que van a hacerse socios, pero tienen miedo porque no saben lo que va a pasar, y los que ven la oportunidad de irse, debido a que otras instituciones hicieron campaña con esto. Eso nos llevo a perdida de socios y a no ganancia".
Y entonces, ¿por qué se ordenó la intervención?
Consultado por el motivo de la intervención, el jerarca aseguró que "son visiones diferentes sobre un mismo problema". "Para mi no correspondía la intervención, pero para el Gobierno Nacional sí. Nosotros estamos dispuestos a colaborar. Mandaron a un contador, un abogado y una médica especializada en administración, que nos van a ayudar a seguir mejorando la situación de la institución".
Con respecto a las posibles afectaciones que la intervención pudiera generar en las prestaciones del servicio, Rodríguez expresó: "Casmu es continuamente fiscalizado por el Ministerio de Salud Pública, como otras instituciones. El pasado viernes fiscalizaron el funcionamiento del Centro de Tratamiento Intensivo, estuvieron seis horas y todo bien. Anteriormente habían fiscalizado la puerta e Emergencia, más antes la 1727. Es decir, continuamente nos están fiscalizando que podamos cumplir con los tiempos, las formas, etcétera, y hemos pasado todas las fiscalizaciones. En ese sentido, no hay ninguna repercusión".
También se le preguntó a Rodríguez si la intervención podría derivar en la perdida de fuentes laborales, debido a algún ajuste que se disponga, a lo que este respondió: "No por la intervención (...) Nosotros estamos haciendo transformaciones que tienen que ver con el avance de la inteligencia artificial y de la digitalización, lo que lógicamente va quitando puestos de trabajo que tienen que ser reconvertidos".
Debido a esta situación, prosiguió, el Casmu está trabajando con el sindicato (Afcasmu) y con la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), a través de un convenio con Inefop, para reconvertir puestos de trabajo. De todos modos, para Rodríguez, los políticos son quienes deben pensar qué va a pasar con el trabajo en el futuro, ya que no es algo en lo que pueda pensar el Casmu ni su presidente.