El alcalde de La Floresta, Néstor Erramouspe, del Frente Amplio (FA), renunció a su cargo envuelto en una polémica por una investigación de la comuna canaria que concluyó que ejerció violencia laboral y de género contra funcionarias del municipio.
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Como no se trata de un funcionario de carrera, pese a esta investigación no se le podía instruir un sumario y su situación política generaba malestar en la interna del FA.
Una de ellas contó que cuando se acercaba la fecha de vencimientos tributarios, “no tenía tiempo ni para ir al baño”.
“En reiteradas oportunidades le solicitaba al alcalde un funcionario para que me ayudara en la tarea, a lo que él me contestaba que, como jefa, tenía que poder hacerlo sola, que en caso contrario me sacaba la compensación, siempre recalcando que él era el alcalde y podía hacerlo”, según declaró una de las denunciantes.
Otra mujer explicó que ella viajaba todos los días desde San Luis hasta La Floresta, luego de que aceptara el traslado. En una ocasión no había ningún chofer para llevarla de nuevo a su casa, por lo que pidió a su esposo que lo hiciera. Erramouspe le consultó si era posible que lo llevaran, pero la mujer respondió que no porque debían hacer “un mandado”.
“Le dije que no podía llevarlo, no íbamos para San Luis. Me preguntó: ‘¿A dónde vas?’, y le contesté que no importaba, que íbamos a hacer mandados. Me contestó: ‘Vas al telo, a mí a veces me gusta ir y no hacer nada, me gusta mirar’”, según la declaración de la mujer.
Ambas funcionarias declararon que debieron ver profesionales médicos porque no podían dormir por las noches. “Se siente mucho estrés”, dijo una de ellas, y contó que a muchos no los dejaba usar el baño del municipio porque eran operarios.