Al disgregar las situaciones atendidas por sexo, el informe mostró que el 56 % de los casos involucró a niñas o adolescentes mujeres, mientras que el 44 % afectó a varones.
Se pudo saber también que la franja etaria más afectada fue la de adolescentes de entre 13 y 17 años, que concentró el 38 % de los registros. Le siguen los niños de entre 6 y 12 años, y los de 0 a 5 años, quienes representaron el 17 % de los casos.
Otros datos
Los principales tipos de violencia identificados fueron el maltrato emocional (38 %), la negligencia (23 %), el maltrato físico (17 %) y las violencias sexuales (22 %). En esta última categoría, casi ocho de cada diez víctimas fueron niñas o adolescentes mujeres.
El informe también alerta sobre la frecuencia y cronicidad de los casos: el 86 % de las situaciones eran recurrentes al momento de ser detectadas, y el 71 % eran crónicas, con más de seis meses de duración. A esto se suma que dos tercios de los niños y adolescentes no lograban identificar la violencia que sufrían, debido a la naturalización del maltrato.
Otro dato destacado en el informe es que 620 niñas, niños y adolescentes fueron atendidos en albergues del INAU y del Mides por exposición a violencia basada en género.
¿Quiénes agreden?
De acuerdo al informe, el 38% de los agresores son los padres, mientras que el 23% correspnde a las madres. Destacaron que se mantiene la dentendia de que el 90 % de las personas que ejercen violencia pertenecen al entrono directo de las víctimas.
Un capítulo especial está dedicado a la violencia vicaria, considerada una de las formas más extremas de violencia de género. En 2024 se registraron cuatro asesinatos de niños cometidos por sus padres en contextos de violencia hacia la madre.