Una pareja de Sarandí Grande (Florida) logró que el Banco República (BROU) le devolviera USD 9.000 robados mediante una estafa informática en 2021. Después de un largo proceso judicial, la sentencia —confirmada en segunda instancia— obligó a la entidad a reintegrar el dinero más intereses, unos USD 1.200.
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El caso comenzó el 19 de noviembre de 2021, cuando Robin Villareal y su pareja descubrieron que su cuenta había sido vaciada mediante dos transferencias electrónicas no autorizadas: una por USD 5.000 y otra por USD 4.000.


“Lo más indignante es que el dinero aún estaba dentro del sistema del BROU. El gerente nos mostró cómo se movía entre cuentas del banco, pero nadie lo detuvo. Estábamos denunciando en persona y aun así el dinero terminó saliendo”, recordó Villareal.
Un fallo inédito en estafas digitales
El abogado de la familia, Diego Paseyro, explicó a Teledoce que se trata de uno de los primeros fallos favorables contra el BROU en casos de fraude informático. Según detalló, el procedimiento utilizado fue el de un “hackeo” de la cuenta: los delincuentes cambiaron la contraseña y transfirieron los fondos a una “mula”, persona que retira el dinero y lo envía al exterior a cambio de una comisión.
Aunque el banco responsabilizó al cliente por la estafa, la defensa se basó en la Ley de Defensa del Consumidor. “Si el sistema del banco permite movimientos inusuales sin alertas ni bloqueos, es el banco quien debe responder”, sostuvo Paseyro.
El fallo también evidencia la complejidad de este tipo de delitos: en la vía penal suelen quedar impunes, ya que las “mulas” no tienen capacidad de asumir responsabilidades. Por eso, la única alternativa es recurrir a la vía civil.
Impacto en la vida familiar
La estafa tuvo consecuencias directas en el hogar. El dinero estaba destinado a pagar la vivienda en una cooperativa y a financiar un tratamiento médico para el hijo de la pareja, que es diabético. “Tuvimos que financiar todo judicialmente. Fueron años de angustia”, contó Villareal.
Aunque no se contemplaron daños y perjuicios por razones técnicas, la familia valora el fallo como un precedente. “Perdimos tiempo y dinero, pero demostramos que se podía. Esta vez la justicia nos escuchó”, afirmó.
Un problema en expansión
Según Paseyro, actualmente hay más de 170 juicios en curso por estafas digitales similares en Uruguay. “Muchas personas no denuncian o se cansan en el camino. El delito es cada vez más frecuente”, advirtió.
Villareal, en tanto, dejó un mensaje para quienes atraviesan situaciones similares: “Ojalá los que vienen detrás tengan la misma suerte. La justicia tarda, pero llega”.