Habitantes de Villa Olmos, departamento de Canelones, se oponen a la construcción de una planta de clasificación de residuos domiciliarios y un relleno sanitario que se prevé instalar en una zona aledaña.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Los vecinos realizan actualmente una colecta de firmas para elevar un pedido a las autoridades municipales y departamentales, con el fin de detener el avance de este proyecto, que según ellos afectará y contaminará considerablemente los ecosistemas cercanos.
La planta
Según datos del proyecto, la planta se ubicará tentativamente en los padrones rurales N° 6.577 y 6564 del departamento de Canelones, propiedad de Morseloy S.A. El mismo se encuentra adyacente a la Planta Industrial de Olmos.
El predio que se delimitó para esta obra cuenta con más de 300 hectáreas donde se identificaron áreas para la construcción del relleno sanitario y un polígono de valorización de residuos.
"La planta procesará un volumen de 500 toneladas diarias de residuos, con diferentes procesos de valoración que se traducen en una reducción del 85 % del material con destino a la disposición final (estimado en 75 ton/día)", describe el documento del proyecto.
Afectaciones ambientales
El propio documento elaborado por la empresa y que está en manos de los habitantes olmenses, lista "los componentes ambientales del medio receptor que podrían ser afectados por el proyecto".
Entre ellos, se menciona la posible alteración de los terrenos debido a actividades forestales por la construcción del relleno sanitario, que estará ubicado a sólo 300 metros de un grupo de viviendas habitadas en la localidad de Villa Olmos.
También se menciona que la planta estará próxima a la desembocadura del arroyo Sauce en el arroyo Pando, lo que han disparado las alarmas de vertidos contaminantes en esta importante reserva acuífera y posibles afectaciones al caudal de aguas subterráneas con el que cuenta la zona.
Contaminación sonora, alteraciones en rutas y accesos, emisiones atmosféricas (olores desagradables y expulsión de metano al medioambiente), afectación de áreas con valor paisajístico y visual, son parte del listado de decenas de consecuencias ambientales que el proyecto causaría en el territorio y que impactaría a la población local.
Asimismo, se mencionan potenciales daños sobre el patrimonio cultural y los yacimientos arqueológicos de la localidad.
A todas estas alteraciones altamente dañinas, la empresa califica estos agravantes como elementos "No Significativos" para así dar luz verde al establecimiento definitivo de la planta procesadora.