Aunque el Brexit y después el coronavirus han polarizado durante los últimos meses la actualidad política y social del Reino Unido, lo cierto es que el país se enfrenta a otros muchos retos importantes como son la falta de personal del Servicio Nacional de Salud, la lucha contra la delincuencia, el deterioro del medio ambiente o el cuidado de personas mayores y dependientes entre otros.
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Uno de los problemas más importantes tiene que ver con los suicidios de mujeres adolescentes y jóvenes, ya que las cifras se han disparado en la última década en Inglaterra y Gales.
Los datos, que acaba de hacer públicos la Oficina Nacional de Estadísticas, muestran que entre 2012 y 2019, solo siete años, el número de niñas y mujeres de entre 10 y 24 años que se han suicidado ha aumentado un 94%. Unas cifras de récord que se traducen en que se ha pasado de 81 a 159 víctimas por año y que revelan un problema creciente.
Los expertos ya han mostrado su “preocupación” por esta nueva realidad y han destacado el papel de las redes sociales. Las experiencias traumáticas a una edad temprana (muerte, intimidación y abuso), así como la presión escolar, el racismo, las preocupaciones por el aspecto y las relaciones con familia y compañeros pueden tener un impacto muy importante en la mente de estas niñas y mujeres jóvenes y pueden explicar este aumento tan considerable. Cabe recordar que las personas de estas edades todavía están formando sus personalidades y son más vulnerables a cualquiera de estos factores.
“Aunque existe una mayor conciencia sobre la salud mental que en el pasado, a muchos jóvenes que tienen tendencias suicidas todavía les resulta difícil pedir ayuda hasta que llegan a un punto crítico”, revela Tom Madders, director de campañas de YoungMinds, una organización que se ocupa de la salud mental de niños y jóvenes.
La incidencia no se reparte de la misma manera en todo el territorio. La tasa de suicidio femenina más alta se encuentra en la región de Yorkshire y Humber con 7,3 jóvenes que se han quitado la vida por cada 100.000 personas, mientras que en el noreste del país baja hasta 4,1, siendo 5,2 la medida de todo el país inglés.
A pesar de estos datos alarmantes, lo cierto es que los suicidios entre niños y hombres jóvenes siguen siendo mucho más altos que los de las mujeres, aunque en esta ocasión no se ha apreciado un aumento significativo de la incidencia.
En el 2019 además aumentaron los suicidios en Inglaterra y se situaron en las 5.316 víctimas, un 6% más que en el año precedente. De ellos, tres cuartas partes de las muertes fueron de hombres (4.303), mientras que el resto correspondió a mujeres.
Pese a que en este último estudio se ha producido un aumento significativo de los suicidios entre mujeres jóvenes, lo cierto es que en lo que se refiere a mujeres mayores de 45 años las tasas se han desplomado por encima del 50%. Lo que parece claro es que el país tiene que dar respuesta a este desafío que ha provocado que los suicidios de mujeres adolescentes aumenten considerablemente en los últimos años.