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Sociedad

Asociación Casa Ronald McDonald

Un hogar para tiempos difíciles

Ubicadas en los hospitales Pereira Rossell y de Tacuarembó, las casas Ronald McDonald ofrecen a los familiares de niños internados en esos centros la posibilidad de acompañarlos mientras dure la internación. Para los padres están cubiertas todas las necesidades materiales a fin de permitir un acompañamiento de calidad. Y completamente gratis.

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Un hogar. Esa es la definición más acertada para describir las casas Ronald McDonald, un refugio para familias con niños internados que les permite acompañar ese momento con contención, apoyo y cariño. Allí los familiares pueden acompañar al niño sin la preocupación de las necesidades materiales, que están cubiertas, y dedicando su tiempo al cuidado.

Además, en este año tan particular, las casas han permanecido abiertas. Nunca cerraron las puertas. “Hemos creado protocolos de tal forma de poder mantenerlas abiertas. Estamos orgullosos de haber podido seguir cumpliendo con las familias”, dijo Marcela Girardelli, coordinadora de la Casa Ronald del hospital Pereira Rossell.

Pero la forma más eficaz para comprender la importancia de esta iniciativa está dada por el testimonio directo de quienes por allí han pasado. Este es el caso de Willington Pudiza, oriundo de Colonia, quien con su esposa Sheylla Keland tuvieron un bebé prematuro de 29 semanas de gestación: Agustín. “Estuve ahí más de tres meses, casi cuatro, los cuales fueron bastante complicados porque tuvimos un niño prematuro, pero dentro de todo el ambiente es muy lindo. Nosotros recibimos las comidas, merienda, desayuno, y además el ambiente es ideal para que uno esté mejor. Es como que te protegen”.

Señaló que el entorno en la casa es de “mucho apoyo, de cariño siempre, muy atentos. Buen compañerismo. Hay mucha gente del interior. Recibimos todo”.

Destacó la importancia del apoyo psicológico, que “es fundamental”. Y agregó: “Nosotros, por ejemplo, llegábamos un día de algo que nos había acontecido mal y ahí recibíamos todo el apoyo y orientación del equipo de trabajo. El afecto es lo principal”.

Respecto a la vida cotidiana en la casa, dijo que en su caso “el día empezaba a las seis de la mañana, a las siete teníamos que entrar al control de Agustín. Como a las nueve volvía a la casa, charlábamos con los compañeros. Después volvíamos al control de las 10, en el que nos daban el parte médico. En el correr de la tarde, cada tres horas, seguíamos teniendo lo controles, y ya en la noche cenábamos y al otro día volvíamos a la rutina. Recibí siempre apoyo. Me sentí uno más”.

“La casa es un lugar que te brinda techo y comida, pero lo más importante es el afecto”, subrayó.

“Ahí yo me sentía como si estuviera en mi casa. Es un hogar fuera de tu hogar”, dijo mientras la emoción le ganaba al recordar los días pasados en la casa.

“Siempre que voy por algún control de Agustín trató de ayudar y estar con ellos de la misma forma que ellos estuvieron conmigo en los momentos más difíciles”, agregó.

 

En 66 países a lo largo del mundo

La Asociación Casa Ronald McDonald es una ONG internacional sin fines de lucro presente en 66 países del mundo. “Se trata de un proyecto maravilloso que vimos que en Uruguay hacía falta, en particular porque en nuestro país hay un solo hospital pediátrico. Por eso vimos la gran oportunidad de establecer la asociación en Uruguay”, explicó Marcela Girardelli, coordinadora de la Casa Ronald ubicada en el hospital Pereira Rossell.

Destacó que el objetivo de la asociación “es apoyar a las familias con niños que padecen alguna enfermedad, ya sea que estén internados o sean pacientes ambulatorios”.

La asociación cuenta con dos casas, una en el Pereira Rossell y otra en el hospital de Tacuarembó. En este caso, explicó Girardelli, “pese a no ser un hospital netamente pediátrico, es un centro de gran notoriedad que absorbe toda la región centro norte del país y para nosotros es fundamental”.

Allí, además de alojar a las familias con niños internados, se aloja a madres con embarazo de alto riesgo.

Respecto al procedimiento para ingresar a las casas, explicó que “cuando llega una familia al hospital, se interna al niño y los servicios del centro derivan a la familia a la casa. Y nosotros automáticamente les hacemos el ingreso. La familia es derivada por el servicio donde está el niño internado”.

“Atendemos todas las áreas del hospital pediátrico, pero tienen prioridad quienes están en CTI intermedio. Al menos el 80% de las familias que alojamos son de niños en esta situación”, agregó.

“Una vez que la familia ingresa, se le coloca una pulsera para que pueda circular y pueden usar todos los servicios que se brindan: alojamiento para descansar, duchas, baños, área común para compartir, patios para un retiro o descanso al aire libre, lavadero con máquinas que lavan y secan para que a la persona, en una hora y media, le quede la ropa lavada y seca. Además de cubrir las necesidades básicas de una familia que está al cuidado de un niño internado, está todo lo que significa el apoyo emocional, el acompañamiento del equipo de trabajo. Además, contamos con un gran número de voluntarios que ayuda en la operativa de la casa”, explicó.

“Eso es lo que le permite a estas familias brindar al niño un cuidado de calidad”, subrayó. “La idea es no preocuparse por nada más que el cuidado del niño”.

Destacó que todos estos servicios, todo el apoyo, es “completamente gratis”.

El uso de las casas puede ser durante toda la internación del niño, “ya sea una semana, un mes, seis meses o un año. Hemos tenido familias que vivieron más de un año. Inclusive con las embarazadas en Tacuarembó lo que pretendemos es evitar que se trasladen y entonces pasan a vivir en la casa junto a su pareja hasta el fin del embarazo. Y cuando tiene a su bebé, puede estar más tiempo para acostumbrarse a los cuidados; recién después dejan la casa”.

“En este año tan particular que estamos viviendo todos por la pandemia, estamos muy felices porque nuestras casas han permanecido abiertas. Nunca cerraron las puertas. Hemos creado protocolos de tal forma de poder mantenerlas abiertas. Estamos orgullosos de haber podido seguir cumpliendo con las familias”, concluyó.

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