La dimensión sanitaria también es significativa, además de los 35.000 con ludopatía, una encuesta de la Fundación Manantiales señala que 1 de cada 4 adolescentes hace apuestas a diario.
Los desafíos para Uruguay
Críticos advierten sobre la debilidad de los controles; el diputado Iván Posada ha dicho que las medidas propuestas “son débiles e insuficientes” para prevenir el daño. Otro proyecto apunta a “apagar” casinos, por ejemplo el diputado Álvaro Dastugue propone que todas las salas cierren antes de la medianoche los días de semana, y establece otros límites para reducir la exposición al juego.
Este nuevo debate llega cuando el gobierno de Yamandú Orsi revela voluntad de reactivar la reforma, luego de un anterior intento legislativo que quedó en pausa.
El por qué de la ley
- Salud pública: al destinar recursos y crear políticas de prevención para la ludopatía, parte de las ganancias del juego online podrían orientarse a programas de atención.
- Recaudación fiscal: regularizar la actividad digital abriría una vía para que el Estado capture ingresos que hoy se fugan hacia plataformas sin licencia.
- Control responsable: la trazabilidad financiera, el registro de jugadores y los límites permiten un monitoreo más estricto del comportamiento de apuestas.
- Mayor transparencia: una agencia reguladora centralizada podría consolidar funciones dispersas y mejorar la supervisión técnica y ética del sector.