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Vistió una camiseta roja con la hoz y el martillo

Uruguay ya jugó un ‘Mundial’ en Rusia en 1928

La primera selección de América Latina en ir a jugar un ‘Mundial’ a Rusia fue, en 1928, la uruguaya, pero según un periódico soviético de la época, no la ‘burguesa’ que unas semanas antes resultó campeona en las Olimpíadas de Ámsterdam, sino una ‘proletaria’.

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Por Gerardo Bleier Muy posiblemente asesorados por Celestino Mibelli, fundador y primer diputado del Partido Comunista de Uruguay y además gerente de la Asociación Uruguaya de Fútbol profesional (AUF) durante las primeras décadas de su existencia, los ‘proletarios’ uruguayos protestaron por la anulación de dos goles en un partido que jugaron contra Ucrania, país integrante de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas… El periodista Sergey Brilev, conductor de uno de los programas más vistos de la televisión de Rusia, descubrió la información, que presentó en su programa con material gráfico y comentarios elogiosos para el Uruguay y su fútbol poco antes de que comenzara el Mundial 2018. Brilev, que residió durante su juventud en Uruguay y en cuyo escritorio en Moscú dispone como único ornamento de un busto de José Gervasio Artigas es presidente del instituto Bering – Bellingshausen para las Américas, sociedad civil radicada en Montevideo y que en el mes de mayo envió a Moscú, Samara y San Petersburgo un pan de césped del Estadio Centenario, diferentes trozos del cual fueron trasplantados en las inmediaciones de los principales estadios de esas ciudades. En el ‘Mundial rojo’ de 1928 Uruguay jugó dos partidos contra Ucrania, uno de ellos la semifinal. En un primer encuentro Uruguay perdió 3 a 2 y protestó dos goles ‘mal anulados por el árbitro’. La versión oficial que explica por qué volvió a jugarse ese encuentro, según la revista especializada Fizcultura y sport (La cultura física y el deporte) ubicada en la Biblioteca Estatal de Rusia por los periodistas que realizaron la investigación para la televisión rusa no adjudica la reiteración del partido Uruguay – Ucrania a las protestas sino que los organizadores decidieron modificar el fixture pues el nivel de los equipos se mostró muy desparejo. A consecuencia de ello los equipos de fútbol participantes de la ‘Espartaqueada’ jugaron en dos Ligas. La B, para decirlo en la terminología actual, lo fue con instituciones de la República Soviética de la Federación de Rusia (Rsfsr) y la superior la Liga de toda la Unión Soviética en la que ingresaron los participantes extranjeros. En esa liga (es decir en el ‘Mundial rojo’) de la que participaron entre otros Inglaterra, Suiza, Finlandia, Uruguay y Ucrania, Uruguay salió vicecampeón (derrotado por Ucrania). La misma revista da cuenta que el equipo uruguayo llegó por ferrocarril desde Polonia y que el vagón fue pagado por el gobierno soviético. Los archivos de la Internacional Comunista señalan por otra parte que el Uruguay de los años 20 era «el único país sudamericano cuyo partido comunista cuanta con constante representación parlamentaria más su propio club deportivo ‘Atlético Soviet’”. Tras el ‘Mundial’ en Moscú se organizó una gira para los ‘celestes rojos’. La selección de obreros uruguaya jugaba con una camiseta roja que llevaba bordado en amarillo una hoz y un martillo. Según consta en las crónicas periodísticas jugaron en Nizhni Novgorod (actual sede de la concentración de la selección del maestro Tabárez), Stalingrado, Rostov y Leningrado. Ganaron en todos los partidos. Si se analiza el recorrido que realizaron para poder jugar encuentros de exhibición en las ciudades mencionadas queda de manifiesto que pasaron por Samara (a través del río Volga vía Samara desde Nizhni Novgorod a Stalingrado. En Samara jugará Uruguay el lunes 25 de junio a las 11.00 contra Rusia. El periódico Izvestia del 22 de agosto de 1928, cuyo facsímil acompaña estas páginas, en una nota ilustrada con un dibujo del pintor francés Serge que representa a los 11 jugadores uruguayos, da cuenta así de la semifinal perdida por los uruguayos en 1928: “Ayer en el mejor estadio de la República, ‘Dinamo’, con la afluencia de una cantidad sorprendente de espectadores (más de 40 mil y quedaron otros casi 15 mil fuera del Estadio) se realizaron los grandes partidos de la semifinal de la primera ‘Espartaqueada’ de la URSS. Se enfrentaron Uruguay con Ucrania y Moscú con Leningrado. Los ucranianos les ganaron a sus rivales 7 a 1 y el encuentro entre los eternos rivales Moscú le gano 5 a 3 a Leningrado. Al día siguiente en la misma publicación apareció un texto literario que consigna que Ucrania jugó de camiseta ‘celeste’ mientras Uruguay de rojo y con la hoz y el martillo bordado y dice así: “Ayer se lució Moscú ganando, alegría y pena al mismo tiempo, que somos hermanos con rostros magníficos. Sin demora se levanta la alegre Uruguay tras su lucha con la Ucrania celeste”. El texto un poco más extenso es firmado por Bezimensky que literalmente quiere decir ‘sin nombre’. La final de aquella primer competencia ‘mundial’ en tierras soviéticas la ganó Moscú 1 a 0 sobre Ucrania. El 27 de julio del 28, Izvestia informaba a sus lectores sobre el arribo de Uruguay a la competencia: “El consejo superior de educación física recibió telegrama que confirma la llegada a Moscú del equipo obrero de fútbol de Uruguay. Como es sabido el equipo burgués del fútbol uruguayo ganó hace dos semanas el primer lugar en los juegos olímpicos en Ámsterdam. Por la información que disponemos el nivel de juego del equipo obrero de uruguayos también es muy elevado, por lo tanto el encuentro con nuestros cuadros sin duda representará gran interés. También es importante destacar el hecho de que desde la existencia del deporte en la URSS será la primera vez que futbolistas soviéticos se enfrentarán con futbolistas del continente americano”. El partido semifinal Uruguay – Ucrania fue cubierto también por Pravda, la crónica, ante la lectura de la cual se sugiere al lector no tener un pocillo de café o té a mano, pues le resultará difícil contener la risa, dice así: Pravda, 22 de agosto de 1928 “Todo el partido transcurrió con evidente superioridad de Ucrania. El tanto que hizo Uruguay en el primer tiempo resultó ser el único para su equipo. El primer tiempo finalizó sin mayores incidentes con el marcador 3-1 a favor de Ucrania. El juego del equipo de Uruguay fue notoriamente más pobre que en los partidos anteriores. A los 15 minutos del segundo tiempo el arquero ucraniano Norov tratando de salvar su arco se tira a los pies del jugador uruguayo. La gran velocidad del centroforward de Uruguay provocó un choque involuntario con Norov quien a raíz del golpe fue retirado inconsciente de la cancha. A los 20 minutos del partido es retirado inconsciente un jugador de Uruguay”. *La traducción de los artículos de los periódicos rusos es de Maya Castelgrande  

El dirigente comunista del fútbol uruguayo campeón de todo
En 2014, el destacado periodista uruguayo Luis Casal Beck publicó en el diario La República una nota titulada Mibelli, la Izquierda y la época de oro del fútbol uruguayo en la que presenta a Celestino Mibelli, (posiblemente el organizador de la presencia de Uruguay en la Moscú de 1928), en estos términos: “Es la suya una vida muy poco conocida en sus múltiples facetas. A Celestino Mibelli (1882-1969), se lo recuerda como un político de izquierda, que llegó al Parlamento por el PS, fundó el PCU, y tuvo un importante debate sobre asuntos doctrinales con José Batlle y Ordóñez, Mibelli, fue, además de todo eso, uno de los primeros periodistas deportivos, gerente general de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), durante décadas, y primer secretario de la Confederación Sudamericana de este deporte, en 1916. Un experto en reglamentos, al que denominaban el ‘Rimet rioplatense’. “En 1916, al fundarse la Confederación Sudamericana de Fútbol, su prestigio era muy grande, y lo designaron secretario de la flamante organización”, añade. Casal comenta en la nota que puede encontrarse en la web que “entre mayo y julio de 1917, El Día publicó un debate entre Batlle y Mibelli, de enorme importancia, en que se revisaron temas ideológicos, en el año de la revolución rusa encabezada por Lenin (ver: ¿Reforma o Revolución? La polémica Batlle-Mibelli. 1917, de Milton Vanger, mayo de 1986). Posteriormente Mibelli fue expulsado del PCU por ‘actos de indisciplina’ según consta en un libro del autor intelectual de la expulsión, el otro diputado comunista de principios del siglo XX y secretario general del PCU, Eugenio Gómez, quien luego fuera a su vez expulsado por sus prácticas ‘estalinistas’ en un Congreso de 1955 del que resultó electo como secretario general Rodney Arismendi. Una reciente tesis doctoral de la Universidad de San Petersburgo a la que tuvo acceso Brilev informa que la acción contra Mibelli impulsada por Gómez constituyó el primer caso de expulsión de un dirigente de alto rango efectuada a partir de la exigencia de un enviado especial desde Moscú. Añade Casal Beck en su artículo de La República citando una investigación de Luis Prats publicada en el ensayo (Goles y votos. La íntima y agitada relación histórica entre fútbol y política en Uruguay, de setiembre de 2013 que “como gerente de la AUF (Mibelli), se convirtió en experto en los reglamentos de fútbol. Su fama trascendía fronteras, al punto que era conocido como ‘doctor en fútbol’ o el ‘Rimet rioplatense’”, En la misma nota de Casal aparece un recuadro que en seguida compartimos aquí en el que se reproduce un fragmento más amplio del ensayo de Prats en el que se hace constar que Celestino Mibelli estuvo relacionado con el color celeste de la camiseta de la selección uruguaya de fútbol: DON CELESTINO Y EL ORIGEN DE LA CELESTE “Al igual que sus cuatro hermanos (Celestino) Mibelli provenía de esos tiempos heroicos del fútbol uruguayo. En su casa de la Ciudad Vieja se fundó en 1898 el River Plate Football Club, de fugaz pero trascendente pasaje por las canchas. Era un equipo de canillitas y estibadores de la Aduana, que luchó por ser aceptado en la Liga Uruguaya, a comienzos del siglo XX. Enseguida se convirtió en gran adversario de Peñarol y Nacional, y se consagró campeón en cuatro ocasiones: 1908, 1910, 1913 y 1914. Tuvo su cancha, el Parque Lugano, en Joaquín Suárez y Lucas Obes, en el mismo lugar donde hoy se encuentra una estación de servicio. Y la selección uruguaya la debe su camiseta celeste, pues este color fue un homenaje al triunfo de River, así vestido, sobre el entonces casi imbatible Alumni de Buenos Aires, en 1910”
 

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