El jueves de la semana pasada, horas antes del partido, estaba previsto un encuentro de los cancilleres de Brasil y Uruguay. Se ve que Carlos Alberto França estaba muy ocupado. Se suspendió la reunión sin dar razones. Finalmente se reunieron este lunes en Montevideo. Volvimos perder contra Brasil. Esperemos que extraigamos lecciones. ¡No volvamos a tropezar varias veces con la misma piedra!
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Uruguay ha elegido como objetivo de su política exterior dos cancillerías de mucho peso: China e Itamaraty. La primera tiene miles de años años de pensar a largo plazo. El último tiene líneas de trabajo, cuya continuidad trasciende los gobiernos de turno. Muy diferente que este gobierno.
Los intereses que Uruguay proclama como prioritarios en sus prioridades hacen que nos encontremos en la misma esquina con ambos: China y Brasil. Este acuerda con Argentina bajar el arancel externo común del Mercosur. Es decir, que luego de hacerle el trabajo sucio a Brasil, aún a costo de nuestro buen relacionamiento con Argentina, aquel arregla con esta. Uruguay ni se enteró. Quedó colgado del pincel.
Veamos: Uruguay quería terminar con la negociación colectiva del bloque y tener un acuerdo comercial bilateral con China. Por ello llega a haber un enfrentamiento entre nuestro presidente y su par argentino ante la mirada distraída (por Zoom) de Bolsonaro. Luego ambos socios grandes acuerdan sin pedir la opinión de Uruguay.
El acuerdo luso-argentino inhabilita en la práctica, nuestro acuerdo con China. Más allá de los, a nuestro juicio, desmedidos sueños, de las posibilidades de la negociación con China, veamos por qué no se pueden hacer las dos cosas. O se bajan todos los aranceles o se acuerdan tratados de libre comercio que no sean en bloque.
¿Cuál es la diferencia entre libre comercio y unión aduanera? La primera (sea regional o bilateral) implica que salvo las excepciones que plantee cada parte para proteger su mercado interno, los productos ingresan sin arancel al territorio de uno y otro. La unión aduanera implica una zona con un arancel común a las importaciones, que una vez que ingresen a la misma circulan libremente de un país al otro.
Uruguay le propone a Brasil apoyar el arancel externo común que negoció a solas con Argentina si le permiten negociar solito con China. Pero el problema es que nadie le dijo a Bustillo que una cosa es excluyente de la otra. Hay muchos motivos para creer que lograr el tratado que aspira el gobierno con China es muy ingenuo. Pero si tenemos un arancel negociado con los socios, ¿qué vamos a negociar con China?
Aunque hay unos pocos que aspiran a ello, porque ingresarían millones de dólares a sus arcas a expensas de los más: ¿qué vamos a negociar? Primero digamos que la negociación entre un mercado de tres millones de consumidores versus uno de casi 1.900 millones parece un poco difícil, ¿no? Uruguay tras la independencia de hace menos de 200 años no empezó a exportar hasta muchos soñar después. La ruta de la seda de China es previa al descubrimiento de América.
La carta de intención que Bustillo anuncia para antes de fin de año (veremos si cumple) es la lista de productos que ambos países quieren proteger en su mercado interno y se excluyen del arancel cero del Tratado de Libre Comercio que aspira celebrar Uruguay con el gigante asiático. Si fuera afecto a la lectura habría que recomendable el libro Maravillas de Marco Polo, escrito hace unos 720 años (redactado por Rustichello de Pisa).
¿Cómo sería una negociación con China si se cumple la aspiración de nuestra cancillería de apoyar el acuerdo que sin consultarle llevaron sus pares de Brasil y Argentina?
“-Miren venimos a negociar un Tratado de Libre Comercio.
–¿Y cuáles productos quieren dejar fuera?
–Todos porque hemos acordado un arancel como en la región”.
O incumplen con uno con el otro. Y a Brasil si acuerdan las dos cosas le fallarán en una o en la otra. Son incompatibles. Y Brasil lo sabe, por eso puede hacer la “concesión” que le piden. ¿O una vez más puede más el marketing que la realidad? ¿Se intenta engañar al a gente? ¿Es Uruguay o Durán Barba? ¿Es Bustillo o Lafluf?