Por Edgardo Bugiano
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“Amor y odio” es el espectáculo de la murga Agarrate Catalina, que fue segunda en 2019, pero que en un año muy especial, sale a decir cosas. Así lo siente su director responsable, Yamandú Cardozo.
¿Cómo viene esta Catalina?
Divino, felices, disfrutando un montón en los primeros días de carnaval, con un montón de trabajo y una grilla de más de 25 tablados en la semana; siempre hay que agradecerle a Momo eso, que es cariño de la gente traducido a números. Más que la carrera loca de tener más tablados, lo que uno disfruta es eso, el cariño, gente que te quiere ver y que tiene ganas de saber en qué anda la Catalina.
¿Y el espectáculo?
Muy bien, muy contentos, la gente lo disfruta mucho, se divierte, tiene mucho humor, la murga canta mucho rato y las partes de más humor se consiguen cantando, lo que está bueno. Estuvimos hasta último momento midiendo el espectáculo, pero tuvimos tiempo para todo.
¿“Amor y odio” se llama este año?
Exactamente, está atravesada por lo humorístico, también nos gusta mucho la búsqueda musical que hizo Tabaré (Cardozo), nos parece distinta a otros años de la murga, tiene mucha crítica, es súper irónico, juega como al límite en muchos momentos, lo que hace que la gente lo disfrute. Pudimos ver en los pasajes de los tablados donde estaban esos momentos de mayor repercusión.
Normalmente hay mucho material para escribir, pero este era muy especial.
¡Era una papita! Estaba divino, era al revés, lo difícil era ver qué dejabas afuera y qué no decir, nos centramos mucho en eso, en ver las caricaturas que teníamos para hacer, y que se iba a poner mucha cosa, pero que eso no nos llevara a dejar cosas afuera que son importantes.
Pasaron cosas trascendentes, por eso los letristas tuvimos que poner el lápiz un poco en pausa, para ver qué pasaba primero en octubre y después en noviembre, porque había chance de que sucediera lo que pasó, fue un hecho que quebró la realidad política. El Frente Amplio, esta versión de la izquierda que ha gobernado en todos estos años, nunca había perdido una elección, desde que ganó por primera vez, y esta era la primera vez que existía esa posibilidad. Todo lo que sucedió con la coalición multicolor, el hecho de abrirle la puerta a un partido militarista, de extrema derecha, es una realidad que está. ¿Cómo no incluirla? Había que esperar a ver qué pasaba con eso. Desde la caricatura, desde la sátira y de la ironía profunda, la Catalina sentía que tenía que tocar todas esas temáticas.