“Hacer a Tabaré Vázquez es otro de los desafíos que tanto me gustan, todos los años trato de ir a más, esta vez con una responsabilidad extra que te pasa cuando hacés un personaje de este tipo, de los nuestros, que son terrenales, que tienen una historia y son un acervo en nuestra cultura. Pero además la familia nos dio el aval para hacer la parodia y no hay que defraudarlos ni a ellos ni a la gente del carnaval. El desafío que tomo Zíngaros este año incluye a Tabaré y con esa responsabilidad lo encaro”.
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Personajes tan terrenales en la historia como el Pistola Marsiscano, Zitarrosa, Omar Gutiérrez y el mismo Tabaré están muy arraigados en la gente.
Pasan a ser nuestros desde otro ángulo, algunos se transforman en leyenda y por ejemplo en un libro de historia nuevo indudablemente van a estar. Van más allá de lo político, todos sabemos que Tabaré perteneció al Frente Amplio y eso no se evita en la parodia, pero buscamos también a la persona, el médico, lo que dejó a nivel barrial, de hombre que se preocupó siempre por esa cultura barrial y obviamente se toca el tema político porque lo fue. Pero no nos olvidemos del Tabaré de la ciencia que es reconocido mundialmente como oncólogo, unos de los mejores a nivel mundial, eso también está plasmado dentro de la parodia. Y también tenemos que ver al ser humano dentro del sentido más amplio de la palabra.
¿Estás conforme con el resultado?
Siempre digo que el personaje va tomando forma y lo voy perfeccionando en la medida que pasan los días en los tablados, siempre le voy buscando algo nuevo para mejorarlo. Me quedo con lo que me dijeron dos de sus nietos que estuvieron en la actuación de la primera rueda, me agradecieron y yo les agradecía a ellos, pero que me dijeran que era como ver al abuelo era increíble, para mí es muy importante. Ahora en la segunda rueda va toda la familia, los cuatro hijos, los once nietos, eso es un plus para el conjunto y para mí es algo divino que la familia te dé ese visto bueno, que te digan que están sorprendidos de algunas cosas que se pusieron en la parodia; hubo un trabajo de investigación muy exhaustivo que hizo Eduardo Rigaud sobre la vida de Tabaré y su entorno.
¿Hay para vos una presión al verlos ahí?
Es algo muy emocionante, en ese momento me transporto, cierro los ojos, digo que tengo que ser Tabaré Vázquez, lo hago siempre cuando salgo a escena, no soy Aldo Martínez, tengo que ser el personaje en cuestión. Desde ese lado me coloco y más sabiendo que ellos están ahí.
Es como que soy parte de la familia en ese momento, además tengo un arraigo muy especial porque soy del barrio, de la zona, me crie en Belvedere, La Teja, conozco todo eso; en los veintipico de minutos que dura la parodia me transporta a mi vida de gurí y adolescente.
¿Un Zíngaros especial este año sin Pinocho (Ariel Sosa)?
Muy especial, veníamos de un distanciamiento muy prolongado, bueno, con Pinocho teníamos estas cosas, fuimos y vinimos miles de veces, cuando me llama para el carnaval 2021 ya comenzamos a hacer este espectáculo, esto fue creado con Pinocho en vida, dijimos vamos a hacer esto y esto, después hubo solo un cambio, con la parodia de Tabaré, en ese momento era Ray Charles y Florence Nightingale, pero cuando se suspendió el carnaval, Ariel dijo “ahora vamos a hacer Tabaré y lo vas a hacer vos”. Y se incluyó esta parodia dentro del espectáculo que era el Gran Showman, eso no se varió, incluso con este reencuentro íbamos a tener una escena al final los dos, que es la que hago solo, pero para mí estoy con él, porque es una escena muy personal que daba para ponerla en el espectáculo, me pidió que le compusiera una canción, como la primera vez que salió Zíngaros en el 95, cuando me pidió que hiciera el merengue de la bajada, el tema de ahora se llama ‘En un abrazo’, ahí se resumen muchas cosas, y es cómo nos encontrábamos siempre, podíamos estar distanciados y cuando volvíamos nos dábamos un abrazo y no volvíamos a hablar de lo que había pasado. Por eso es tan especial, también porque había muchos escépticos que decían que Zíngaros no iba a ser lo mismo sin Pinocho, era todo incertidumbre, no daban crédito a que quizás el grupo de Zíngaros podía hacerlo.
Hay una cosa bien clara, Pinocho dejó un legado, se lo dejó a su hijo, todo el grupo está concientizado de esto. Los primeros que sabíamos que él no iba a estar éramos nosotros, desde ahí empezamos a construir esto, Zíngaros tenía que salir como siempre, como él quería, pero además se lo prometimos. Incluso cuando él habla conmigo ya al final, me pidió que me encargara de la dirección artística, algo que nunca había hecho, le dije que sí, que se quedara tranquilo.
Muchas cosas llevaron a que las dudas se fueran disipando de a poquito, primero fue el desfile que vio a Zíngaros plantados como siempre, después en el concurso, se abrió el telón y Zíngaros estaba ahí, estaba Pinocho… seguramente muy feliz de ver como sale el grupo.
Un carnaval distinto por muchas cosas, más allá de lo de Ariel. Por lo político, la pandemia, hay muchas facetas distintas.
La pandemia jugó su rol, todo el mundo estaba con ganas de volver a los escenarios, ver carnaval. Pero para nosotros la felicidad es volver al carnaval, yo soy un producto del carnaval, como muchos de los que están acá; todo esto que pasó nos dio un plus desde el corazón, fue fundamental y lo encaramos con mucha felicidad, lejos de la tristeza que no está Pinocho, al contrario, el carnaval era su vida y nosotros tenemos que verlo igual.
Este espectáculo fue craneado con esto de la pandemia; yo le traje la idea de hacer Florence Nightingale, él no sabía quién era, pero un día vi un documental y me encantó la historia, es la creadora de la enfermería y los enfermeros son los que están en la primera línea de batalla, siempre lo estuvieron. A él le encantó, le dije tenemos que hacerle el homenaje a la salud desde este lado, que conozcan quiñen es la creadora de la enfermería a nivel mundial, le buscamos ese lado con Florence Nightingale y lo de Tabaré vino al pelo porque sigue con el tema de la salud, entonces cerraba perfecto con este circo de fenómenos del Gran Showman. La pandemia pegó mucho y hasta la canción de ‘El Abrazo’.
En mi casa siempre decimos que hay que mejorar algo y en la segunda rueda vamos a demostrar que no es casualidad lo que se ha visto hasta ahora.
Saliste por primera vez en Los Charoles en 1982.
Sí, me llevó el Cabeza, para mí Pinocho fue mucho después… digo Pinocho para que la gente no confunda. Siempre le dije Cabeza hasta último momento.
En Los Charoles en 1982 fue de los carnavales más lindos porque fue el primero, el sueño de salir en carnaval que teníamos los dos.
Los Charoles con Waldemar Mércoli y Jorge Bianco, que es el papá de Paola Bianco y era el libretista, y ahora me toca estar conduciendo con ella en canal 10, siempre se lo recuerdo.
Jorge Bianco fue el primero que nos dio una oportunidad de actuar a los dos, éramos absolutamente inexperientes, en realidad Pinocho venía con un añito en Curtidores de Hongos, pero de parodistas nada, y cuando Jorge Bianco nos hizo la prueba, le dijo a Waldemar: a estos dos flaquitos habría que darles algo para actuar, tienen pasta; la respuesta fue ¿te parece? Claro yo iba más que nada para cantar y Pinocho más rostrito le daba para todo, de ahí quedaron los más lindos recuerdos porque arrancó una carrera en carnaval impensada.
Esa carrera tiene personajes increíbles, uno recuerda la mayoría y se mete en ellos, Evita, Omar Gutiérrez, uno de los últimos, el Pistola Marsiscano, Zitarrosa, hiciste tanta cosa, pero en todos lograbas involucrar al espectador.
Busco eso con personajes de los reales, mi meta es que la gente lo vea físicamente, siempre digo que no soy imitador, soy recreador.
En esa recreación va un montón de cosas, lo físico, los gestos, una forma de caminar, de mover la cabeza, en la forma de hablar intento buscar ciertas cadencias que puede tener cualquiera de los que nombraste, pero no imitarlos, si quisiera hacerlo, estoy seguro que no lo lograría.
Claro que también me encantan muchos de los personajes de ficción que he hecho, para hacer reír, me encanta que el público se divierta, me gusta que a la gente le quede algo de Aldo Martínez. Ahora tengo que devolver algo de lo que el carnaval me dio y yo lo puedo hacer desde el escenario, soy feliz con eso.
Si logro que la gente diga cuando sale Tabaré a escena que lo está viendo al hombre ahí arriba, eso ya es una gran parte para mí.
Quizás cuando termine el carnaval Tabaré quede en un cuadro como tengo tantos, todos los personajes que hice son hijos míos, pero después de eso ya pensaré en el carnaval que viene.
Recibiste todos los premios habidos y por haber, sos figura de oro del carnaval, pero eso lleva a que por el reglamento no puedas ser figura nuevamente.
Es injusto con todos los carnavaleros, si uno está vigente, sigue saliendo, está en carrera para obtener lauros. Fijate si eso hubiera pasado con los Oscar o los Martín Fierro, cuántos actores no hubieran podido repetir, eso se debería cambiar, hay muchas figuras de oro que siguen saliendo en carnaval y están haciendo cosas increíbles ¿y por qué no pueden ser premiados?
Es raro, porque no puedo recibir premios como actor, pero sí como técnico, de hecho los tuve (fui mejor puestista) y este año figura del desfile. Disfruto de los logros que he tenido, pero disfruto de salir en carnaval y que las generaciones jóvenes te pregunten cosas, porque yo fui así, preguntón, iba a buscar a los grandes, les preguntaba los miraba y sé que puedo hacer docencia desde mi lado. Estuve en casi todos los conjuntos de carnaval.
Pero además de parodistas, estuviste alguna vez en humoristas.
La paradoja más grande de mi historia carnavalera fue cuando salí tres años en humoristas Dundees, la primera mención individual que obtengo es como figura de humoristas en 1992, diez años después de salir por primera vez, es como cosas lindas que te van pasando.
Tuviste un maestrito.
Sí, claro, un referente, un genio de los genios en el parodismo, que tuve el honor y la felicidad de compartir en el año 2000 el premio a la figura de parodismo, para mí fue como tocar el cielo con las manos. Nos ternaron junto a Pendota Meneses y dije está claro que la gana Pendota, cuando nos la dieron a los dos me abrazaba, una generosidad tremenda, de eso hay que aprender.
Siempre fui aprendiendo de a poquito, disfrutando el carnaval, he pasado por todas. Si salís pensando que vas a ganar todos los años, no salgas, no vas a disfrutar, hay años que otros andan mejor que vos, pero es así, uno no puede obviar la competencia porque es un concurso.
Pero si uno no disfruta, es difícil que el de abajo lo haga.
Claro, uno trabaja para estar lo más arriba en el concurso, de eso no te podés abstener, puntuar arte es muy subjetivo, entonces siempre pueden suceder cosas que a uno le pareció que estaban bien, pero al jurado no tanto. Lo que hay que saber reconocer es cuando el de enfrente está bien y laburó mucho. Porque todos trabajan y hay muchos y geniales artistas.
Zíngaros es una parte del carnaval, con un grupo de artistas que intenta dar lo mejor, porque Zíngaros te obliga salir a eso, no podemos salir para estar. A mí me gusta el carnaval desde el tablado al Teatro de Verano, que es majestuoso.
¿Qué te dejó Master Chef?
Fue increíble, me salvó en un momento muy difícil, todos saben que durante el año estoy con la música tropical que es de lo que vivo y se había parado todo, apareció Master Chef y me aferré a eso.
Gracias a Master Chef Celebrities me sale lo del canal, con una experiencia nueva desde la conducción, que para mí era impensado, conociendo otro mundo y pasó a ser una fuente de trabajo. Me dejó un montón de amigos, conocer gente muy linda desde lo humano. Estoy muy feliz porque, como te digo, llegó en un momento difícil y lo capitalicé para reinventarme.