Monseñor Camacho tiene 44 años, cuatro hijos, está casado con María Ximena y pertenece a la Iglesia Católica Antigua Abracista; esta megaiglesia es parte del Movimiento Abracista Internacional, el cual fue fundado por el patriarca Camacho el 3 de agosto de 1999. El Abracismo es una corriente filosófica de inclusión de grado absoluto, y para no dejar lugar a dudas, Camacho recibe al equipo de Caras y Caretas en su casa que oficia de Iglesia en la calle Burdeos en el Cerro de Montevideo, junto a dos integrantes de religiones africanistas.
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Camacho es oriundo de la Villa del Cerro (la casa donde hoy vive y desarrolla su actividad es su casa paterna), hijo de una maestra y familia humilde, hizo primaria en la escuela Casterán y a los once años, a partir de una experiencia espiritual y a pesar de ser ateo, abrazó la causa religiosa, siguiendo el camino de Jesús de estar entre los más humildes y marginados de la sociedad.
Al día de hoy desde el movimiento Abracista sostienen tres ollas populares que suman cerca de 600 personas, dos en el cerro, en el 19 de abril y una en Brazo Oriental, además de estar presente en contingencias como incendios, inundaciones y todo tipo de situaciones que demanden solidaridad concreta en la obtención de alimentos, abrigo y otras necesidades.
Por jerarquizar las condiciones materiales de dignidad humana, este religioso no tiene problemas filosóficos en definirse como socialista y entiende en la filosofía del movimiento al que pertenece que apuesta al “abrazo” de la diversidad, en contra de la espada que separa y cercena la sociedad.
Dotado de un fino humor, su perro “callejero alemán” se llama Corgui, como los canes de la reina Isabel.
En su humilde despacho, entre símbolos religiosos, Camacho dice nutrirse de la Teología de la Liberación para “fundamentar nuestra beligerancia en la defensa de los derechos del pueblo”.
Definime los aspectos centrales de tu fe
La fe se abrió para mí y fue la búsqueda de una fe que transformara, no tanto una fe de liturgias y rituales, sino una fe que transformara el entorno en ese camino de Jesús que caminaba junto a los pecadores, con las prostitutas, con los samaritanos, con ese Jesús que vino a transformar el mundo, pero para incluir a todos en un mismo proyecto.
Mi madre era creyente no practicante, pero lo mío fue una conversión que me llevó a construir un perfil religioso. Hice toda la educación pública y soy ferviente defensor de la educación pública, laica gratuita y obligatoria que es el bastión de un Estado.
Ingresé al seminario de la escuela católica apostólica romana, luego salí y me fui formando en otros seminarios e institutos por allá en el año 1997.
Mi vínculo con la Iglesia Apostólica y Romana es muy poco, mi vertiente no es romana, sino que es de la conjunción de las iglesias episcopales y las iglesias veterocatólicas que son las que surgen luego del concilio Vaticano primero, cuando se separan los obispos por discrepancias con ese concilio y por la infalibilidad del papa, que es lo que se rechaza fundamentalmente y el dogma de la inmaculada concepción y la asunción de María.
Estas iglesias como a la que yo pertenezco son ramas del catolicismo, respetamos al papa como primero entre iguales, pero no dependemos, no tenemos más vínculo que la sucesión apostólica que es lo que a nosotros garantiza, certifica, legitima los siete sacramentos que nosotros administramos.
Nuestra línea sucesoria viene de los apóstoles a través de Roma, una anglicana y una ortodoxa, tres sucesiones apostólicas. Mi ordenación como obispo es del año 2006 cuando tomo contacto con la Iglesia Católica antigua de Estados Unidos y me eligen como obispo de Uruguay y posteriormente patriarca de las iglesias que son autónomas, nosotros no tenemos una estructura monárquica.
Y entendemos que los obispos tienen que ser beligerantes con la realidad de su pueblo, no podemos ser cristianos si miramos para otro lado cuando hay personas que están sufriendo marginación, desnutrición, vejaciones fruto de la exclusión.
Con toda esta fundamentación se puede entender que desde la Iglesia Católica tomaran distancia
Para que les quede claro a quienes se desmarcan de nosotros, nuestra esencia es como Iglesia Católica antigua, veterocatólica, remarcando no romana, de la cual nosotros nos desmarcamos hace muchísimo tiempo. Trabajamos con católicos, yo me encontré con el papa Francisco en la firma del acuerdo entre católicos y musulmanes en febrero del 2019, representando a Sudamérica ante Emiratos Árabes Unidos, donde participamos 300 religiosos de todo el mundo, en un evento histórico.
De nuestra parte solo existe hermandad y seguir militando en lo social en la construcción de comunidad.
Hay muchas iglesias para todos los gustos así que no entiendo estos ataques furibundos con denuncias de la ortodoxia de la iglesia argentina diciendo que cobramos como 500 dólares, están como muy nerviosos por un cura de barrio que vive humildemente, que esta pagando su casa, que tiene sus deudas y su familia, que vive de su trabajo, pero me han dicho hasta anticristo.
Si me van aprender fuego por seguir mis ideales, que me prendan fuego.
El lío se armó cuando apareciste apoyando el Sí para el 27 de marzo
Yo fui invitado por la comisión del Sí para la actividad en el Salón de los Pasos Perdidos y cuando me preguntan porque lo apoyo, digo que apoyo por la realidad que nos circunda, por los problemas que se le han venido a la gente más humilde de la periferia de Montevideo, al obrero, a la clase media que se embarga préstamo tras préstamo, al daño terrible que se le está haciendo al entramado social, sacando los Socat en los barrios donde nosotros participábamos, que se ayudaba a la comunidad, cuando la inversión en lo social se empezó a ver como un gasto y eso no lo podemos permitir como cristianos. Seguimos al Cristo sin oropeles, al que habla con los leprosos, al que le daba lugar a la mujer que fue quien sostuvo la fe, al que hablaba con los samaritanos.
Como religiosos nuestra opción es por las más pobres.
Están sosteniendo, además, ollas populares
Acá tenemos al pae Rodolfo que tiene una olla donde se sirven 280 platos, tenemos otra olla que esta arriba de los 350, la “Casa del Abrazo” en Cerro Oeste, que está cerca de 400, pero no son números ni sensaciones térmicas, estamos hablando de la realidad y con la realidad.
Vemos que hay odiosidad en el pueblo uruguayo que no tiene que haber y estamos hablando de artículos de una ley, los 135 artículos que queremos derogar y que hay que pensar en por qué se llegaron a juntar 800.000 firmas y se llega al referéndum.
Desde los políticos de la coalición multicolor hasta la oposición tienen que sentarse a pensar qué pasa con estos 135 artículos y qué están haciendo con nuestro pueblo.
Te han catalogado como de izquierda.
Soy de izquierda, soy socialista, no Partido Socialista, sino socialista porque busco que el desarrollo social haga crecer la riqueza del pueblo y su gente, no la que hace que unos empresarios con erogación de impuestos hagan grandes ventas internacionales de semillas y carnes, pero en el almacén la señora jubilada cuenta las monedas para comprar harina para hacerse unas tortas fritas para matar el hambre.
¿La religión puede hacer política?
Que la religión no hace política es mentira; yo soy ciudadano uruguayo y tengo voz y voto, me lo da la constitución y yo puedo expresarme libremente aunque el único medio que vino son ustedes por que los grandes medios repiten como loros las acusaciones en mi contra.
Contame un poco más de la obra social.
Casa del Abrazo desde el año 2009 atiende población vulnerable, primero estuvimos frente al cementerio del Cerro, luego en la calle Suecia y ahora en la calle Francisco Citi en el barrio Juventud 14.
Allí hacemos la promoción social de la persona, acompañar y tratar de que la vida sea lo mas digna posible, ayudando a través de donaciones de personas porque no tenemos mucho apoyo del Estado, alguna vez el apoyo del Mides y la presencia de los Socat. El año pasado recibimos una donación de ropa del INJU. Trabajamos con algo más de 8.000 personas que están por debajo de la linea de pobreza, pero ahora atendemos tres o cuatro ollas populares.
Pero nos estamos quedando sin insumos y funcionamos intercalando distintas ollas junto a la red para que la persona se asegure comer todos los días.
Con la creciente de las cañadas que provocaron inundaciones salimos a recibir y entregar ropa, pero nos hicimos de una Austin del año 52 para facilitar el traslado. Todo es a pulmón y es un sacrificio que vale la pena.
Los domingos a las 19 horas tenemos las misas que por la pandemia la estamos haciendo a través de las redes sociales, pero en semana santa veremos cómo esta el tema y volveremos a la presencialidad.
Nosotros apostamos al abrazo contra la espada, el abracismo abarca a todos en contra de la práctica de dividir con la espada.