El presidente brasileño, Jair Bolsonaro lleva a cabo una reforma ministerial tras las críticas por su gestión de la pandemia.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Este martes se anunciaron cambios en seis de los 23 ministerios, lo que supone casi la cuarta parte, y que incluyeron la cartera de Defensa, hasta entonces en manos del general Fernando Azevedo e Silva.
La salida del general, que se desconoce hasta ahora si fue por dimisión o destitución, generó una creciente ola de rumores que hablaban de la inminente renuncia de los jefes del Ejército, la Aviación y la Marina, en un gesto de «solidaridad» con Azevedo e Silva.
Sin embargo, en una escueta nota de dos párrafos, el Ministerio de Defensa anunció que los tres jefes de las Fuerzas Armadas serán «sustituidos» y que eso se «comunicó» en una reunión con el general Walter Braga Neto, hasta ahora ministro de la Presidencia y quien asumirá el cargo que ocupaba Azevedo e Silva.
La «sustitución» de los jefes militares es algo inédito en Brasil y ocurre en un Gobierno que, paradójicamente, está presidido por un capitán de la reserva del Ejército en cuyo gabinete casi la mitad de los ministros procede del sector castrense.
Todos esos movimientos se dan en vísperas del 31 de marzo, un día importante para la ultraderecha, pues en esa fecha, en 1964, ocurrió un golpe de Estado que originó una dictadura que se prolongó durante 21 años y que Bolsonaro ha enaltecido siempre como modelo.
En los seis cambios anunciados este martes en su gabinete, el mandatario parece haber buscado un cierto equilibrio entre las fuerzas más extremas que constituyen su base y los conservadores más moderados, que le apoyan con algunas resistencias.
Fuente: (efe/afp)