Por Lucía Barrios
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Uno de los típicos ejes de la estrategia electoral de la oposición es atacar la gestión del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien está en el cargo desde marzo de 2010. Bonomi, quien ha tenido que enfrentarse a las críticas de la oposición y a sus recurrentemente intentos de hacer que dimita, dijo a Caras y Caretas que muchos de los asesores de los líderes de la derecha “no entienden lo que está pasando”. Incluso señaló que algunos de ellos se fueron del Ministerio por “corrupción”.
“Hay programas, fundamentalmente en el Partido Nacional, en los que quien asesora a los candidatos es gente que ha estado en el Ministerio del Interior y se ha ido. En algunos casos porque fueron dados de baja por actividades vinculadas a la corrupción o porque estaban en un trabajo policial de demasiado tiempo atrás que no correspondía con lo que estaba pasando. La verdad es que no entienden lo que está pasando”, afirmó el ministro.
Cuando se le consultó por los nombres de los asesores, Bonomi afirmó que prefiere hablar sobre situaciones. “No puedo dar nombres, pero sí situaciones. Hubo gente que cuando tratamos de eliminar el 222, eran los encargados de llevar el operativo y luego aparecían ellos mismos haciendo ese servicio. Eso pasó en más de un caso. Otro ejemplo es el de uno que pasó de ser frenteamplista a colorado y blanco y, dentro del Partido Nacional, cambió de candidato. Después se fue del lado de los blancos. Es alguien de convicciones poco sólidas, pero no doy nombres”, agregó.
Consideró que ninguno de los opositores va a reconocer que el aumento del delito no tiene que ver con la acción policial.
“Todo esto se discute en el peor momento, que es en la campaña electoral. Toda la oposición pone el acento en el aumento de los delitos y lo adjudica a la acción policial, cuando tiene que ver con factores múltiples, con el trabajo, la educación y sobre todo con la cultura o subcultura que se crea en determinados lugares. Hubo una época en que ir preso era una vergüenza. Hoy en determinados lugares ir preso te da un galardón, prestigio. También hubo una época en que si te podían robar 10.000 pesos sin usar un arma, lo hacían porque el delincuente prefería el hurto, ya que le daba unos meses de cárcel. Hoy prefieren hacerlo con armas porque les da otro estatus. Hubo un cambio cultural, fuerte, importante, y pensar que la acción policial de hace tantos años es efectiva para este nuevo cambio cultural es un error”, agregó.
Consideró que este tema “nadie lo va a reconocer” y señaló que “lo más parecido a un reconocimiento” fueron las palabras del referente en Seguridad del candidato colorado Ernesto Talvi, Diego Sanjurgo, quien dijo que «Bonomi es uno de los mejores ministros del Interior que hemos tenido».
“Nadie lo va a reconocer ahora. Lo más parecido a un reconocimiento fue el asesor de Talvi, que además fue consistente lo que él dijo desde el punto de vista personal con el programa de Talvi. Ese programa recoge las cosas que hemos hecho, las toma como buenas y dice qué permiten construir en adelante. Pero estamos en campaña electoral. Talvi tiene que hacer un programa que pueda ser efectivo y, cuando critica, lo hace teniendo en cuenta el aumento de las rapiñas. La verdad es que toma un parámetro, no considera lo que puso en el programa. Eso se debe a que faltan dos meses para las elecciones. En campaña política dice lo que le sirve”, agregó.
Gestión anterior: corrupción policial y diseño antiguo
Bonomi explicó que lo primero que realizó cuando comenzó su gestión fue diagnosticar los problemas que existían en el ministerio.
Dijo que el diagnóstico se hizo junto con los policías que ya estaban integrados a la gestión.
El primer problema que se observó fue la existencia de “corrupción policial” y el segundo fue que tanto la organización de la Policía como el despliegue policial venían de épocas pasadas, explicó Bonomi.
“Nos encontramos con que los propios policías señalaban a algunos lugares como focos de corrupción, fundamentalmente en la Jefatura de Policía, donde decían que existían más de 500 investigadores, y cuando desarrollamos un sistema informático de gestión de seguridad pública, encontrábamos que había solo un mínimo de trabajadores, no superaban los 20. Había gente absolutamente desperdiciada”, agregó.
Por otro lado, sostuvo que el despliegue policial era tan antiguo, que el diseño operativo de las comisarías venía de los años 40, por lo que no llegaban a cubrir las necesidades de la sociedad, sobre todo en la parte urbanística. Además, había problemas en las radiopatrullas y en el servicio de reparaciones de los vehículos de la Policía.
Logros
*Reestructura para abolir corrupción y generar efectividad
Luego de haber identificado los problemas que había en la Policía, se planteó una reestructura para combatir la corrupción policial y el diseño antiguo, con el fin de generar una Policía más efectiva, explicó Bonomi.
“La reestructura no fue ideada solo por los políticos que veníamos de afuera, sino por policías que estaban hace tiempo en el ministerio. Nos planteamos hacer las cosas de forma diferente”, agregó.
Para reestructurar el despliegue policial, utilizaron otro sistema que el de las comisarías, porque en el anterior se tenía que duplicar el número de ellas para que fuera realmente efectivo, explicó el ministro.
“Decidimos dividir Montevideo en cuatro zonas, cada zona a su vez es responsable de seis comisarías y además se creó una nueva seccional, la número 25. Yo antes vivía ahí. Para llegar a la comisaría desde mi casa tenía que tomar dos ómnibus. La gente, salvo que le robaran mucha plata o los documentos, no hacía la denuncia. La estrategia pasó de tener las comisarías con la gente dentro a una gran movilidad que la proporcionaba el aumento del parque automotor. Aumentamos los patrulleros y las motos. El policía, en lugar de estar dentro de la comisaría, tenía que estar en la calle. Ese fue un elemento clave de la reforma”, agregó.
*Dignificación de los salarios de los policías
Otro elemento de la gestión de Bonomi fue sustituir la forma de remuneración que existía antes.
“Cuando empezó el gobierno del FA, un policía cobraba 4.500 pesos por 8 horas y después cobraba lo mismo por otras 8 horas en el servicio 222. Al final, trabajaba más en serio en el trabajo privado que en la comisaría, allí descansaba. Cuando entramos en 2010, cobraban 10.000 pesos, mientras que hoy está cobrando 37.000. Hay una diferencia”, agregó.
Además, sostuvo que 50 por ciento de lo que cobraban los policías por sus 8 horas en el servicio 222 era fuera de la seguridad social.
“En otras palabras, nosotros fuimos eliminando las horas del 222, pero manteniendo el sueldo que se cobraba por ese servicio de forma paulatina. […] La gente muchas veces dice que hay que exigirle al policía que cumpla, pero yo me pregunto: ¿cómo le exige si un cajero en un supermercado cobra más? ¿Cómo le exige que arriesgue la vida cuando alguien por devolver dinero gana más? Es esencial que tengan un salario más digno. Deberían cobrar aun más”, agregó.
*Mejora del armamento, uniforme y vehículos
Otro elemento de mejora fue el armamento, señaló Bonomi. Hoy toda la Policía dejó de lado el revólver 38 y utiliza un mejor armamento; además, se fortaleció la guardia republicana, que fue otro elemento de la reforma.
“La guardia republicana estaba dedicada solamente al control de masas y botines. La convertimos en carácter nacional y es una Policía especializada para combatir delincuentes que tuvieran mayor grado de organización y armamento”, agregó.
Otro elemento de mejora fue el uniforme. “Cuando llegamos había policías que andaban de pantalón vaquero y camisa azul; hoy el policía está vestido correctamente. Además, tenemos uniformes adecuados para cada estación”, señaló Bonomi.
Por otro lado, dijo que se incorporaron patrulleros, motos y vehículos blindados.
*Incorporación de tecnología
Hubo un “cambio sustancial” en la incorporación de tecnología; por ejemplo, se modificó el sistema de comunicaciones, porque con el que teníamos, cuando un policía se comunicaba con otro, los primeros que se enteraban eran los periodistas, dijo Bonomi.
El otro elemento “fundamental y estratégico” fue la videovigilancia. “Cuando nosotros llegamos, había videovigilancia, pero era basada en que habían observadores, quienes si veían algo, lo emitían al 911. A partir de 2013, hicimos respuesta policial adecuada a la videovigilancia. Los observadores a partir de 2013, cuando veían algo, no llamaban al 911, sino al policía que estaba en la calle. El policía le pedía documentos y les decía que los estaban mirando. La baja de rapiñas en Ciudad Vieja fue por encima 60 por ciento. Después quisimos replicar ese sistema en el Centro, 8 de Octubre, General Flores, en el Paso Molino, pero no fue tan efectivo. Pero llevamos el sistema a varias partes. fue un cambio y una innovación importantes, que los tenemos que seguir llevando adelante”, agregó.
*Georeferencia de denuncias
Bonomi afirmó que fue asesorado por los técnicos del exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani (1994-2001).
“Los asesores de Giuliani nos dijeron que en realidad no arreglaron nada en tres meses, sino que les llevó 5 años combatir la corrupción de la policía y los otros 5 fueron los que realmente incidieron en la baja de los delitos. También me dijeron que el delito cero tampoco es cierto. Si a uno le roban un reloj, lo denuncia y el policía anota que se extravió, a fin de mes hay delito cero, pero eso no es la verdad”, agregó.
El secreto de la administración de Giuliani fue georreferenciar las denuncias y establecer los “puntos calientes”, lo que significa marcar puntos del mapa donde hay denuncias, explicó Bonomi. “Los puntos rojos son donde hay mayor concentración de denuncias y los puntos verdes son lugares en los que no pasaba nada. A partir de ese estudio, se pretendió fortalecer la videovigilancia donde había mayores problemas. Vinieron a Uruguay y estudiaron durante 2 años. Allí se estableció el PADO, el Programa de Alta Dedicación Operativa, que produjo una baja de los delitos”, agregó.
El PADO se despliega en los departamentos de Artigas, Rivera, Salto, Paysandú, Cerro Largo, Rocha, Colonia, Maldonado, San José y Canelones.
Bonomi: “Es la primera vez que se produce una baja de los delitos contra la propiedad y de los homicidios”
El ministro señaló que durante este año “es la primera vez que se produce una baja de los delitos contra la propiedad y los homicidios”.
Explicó que en el primer semestre del año, los homicidios cayeron 22,6 por ciento respecto del mismo período de 2018.
Asimismo, los hurtos cayeron 4,9 por ciento en el primer semestre de este año respecto del mismo período de 2018, afirmó Bonomi.
“Habíamos empezado el año con un aumento del 25 por ciento de la rapiña, ahora estamos en un aumento del 5 por ciento y sumando rapiñas y, hurtos, es la primera vez en Uruguay que se produce una baja de los delitos contra la propiedad y homicidios. llevamos una baja de 65 casos en lo que va del año, que es alrededor del 22 por ciento. Esto es a partir de los ajustes de la ley y de la estrategia policial”, señaló.
“Tal vez el error fue implementar el CPP en este gobierno”
El jerarca consideró que el Código del Proceso Penal, que entró en vigencia en noviembre de 2017, fue un “problema” y al mismo tiempo una iniciativa positiva.
“Uno de los desafíos es que es y no es un problema. El CPP nos cambió las tasas. Pudimos cometer un error al valorar que se podía implementar en este gobierno. Tal vez había que esperar al próximo gobierno para poder hacerlo. Pero lo positivo ahora es que los fiscales pueden globalizar la investigación. Antes los jueces solo podían investigar un solo hecho delictivo, no podía unirlos en un marco más general”, afirmó Bonomi.
Recordó que en abril de 2016 comenzó a trabajar para llegar a la promesa del presidente Tabaré Vázquez, quien dijo que lograría reducir 30 por ciento las rapiñas.
“Nosotros empezamos a trabajar en abril de 2016. En octubre de 2017, tuvimos una baja del 13,5 por ciento de las rapiñas y seguía en baja, hasta que empezó a funcionar el nuevo CPP, que nosotros apoyamos y que creemos que es correcto. Pero a partir de noviembre empezaron a subir los delitos, las rapiñas y los homicidios, lo que nos tiró abajo la promesa del presidente. Hubo que hacerle modificaciones parlamentarias al código porque en 2 meses hubo 1.400 personas privadas de libertad menos. Pero con una característica, porque los que se quedaron libres eran los que estaban delinquiendo. El CPP había eliminado la prisión preventiva, entonces quedaban en proceso de libertad delincuentes muy pesados. Esto se corrigió por ley. Hoy volvimos a tener la misma cantidad de personas privadas de libertad”, agregó.
“Uruguay vuelve a ser la Suiza de América con el FA”
Bonomi señaló que gracias al Frente Amplio, Uruguay volvió a adquirir las características que lo hacen ser la Suiza de América.
“En campaña electoral se dicen muchas cosas, el problema es que existen muchos medios que insisten en repetir, repetir y repetir mentiras. Dicen que con el FA dejamos de ser la Suiza de América. Sin embargo, ahora Uruguay, en las libertades democráticas, civiles, jubilaciones, salarios, estamos primeros. Entonces, ¿cómo podemos dejar pasar que se digan disparates como este? Cuando, en realidad, 15 años de gobiernos frenteamplistas le volvieron a dar esas características que ya no existían en 2004. Entonces, en campaña electoral se dicen muchas cosas, el tema es que existen medios que quieren influir sobre la gente. Insisten en repetir, repetir, repetir, y el problema es que están diciendo mentiras”, agregó.