El 10% de los usuarios de electricidad está diseminado en el 90% del territorio nacional, y a ellos “también hay que brindarles el servicio”, dijo el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla. Por eso, apuntó, es injusto comparar el costo de la energía eléctrica que brinda UTE con el de una empresa que abastece una sola ciudad.
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“Me enojo -dijo Casaravilla- cuando comparan la tarifa de UTE con la de una empresa que da electricidad en San Pablo”.
Ello es consecuencia de que el costo de abastecer a un usuario que está en un rincón apartado del interior del país es muy superior al de otro en el centro de Montevideo, pero aquel tiene el mismo derecho de gozar del servicio eléctrico y al mismo precio, apuntó el jerarca. Eso es lo que hace una empresa pública como UTE, cuya finalidad no es recaudar, sino brindar un servicio que hoy es un derecho, añadió.
Casaravilla hizo estas apreciaciones el miércoles 9 en la ciudad de San José, donde compareció ante vecinos y representantes de los medios de prensa locales, en una nueva presentación de las que viene realizando en el interior del país.
El titular de UTE reiteró que para las pequeñas y medianas empresas hoy la tarifa eléctrica es la más baja de la región y que para el resto de la sociedad ha bajado 21% con respecto a la inflación en los últimos diez años.
Casaravilla expuso el balance de situación y futuro del sector eléctrico en el Museo Departamental de la ciudad de San José. Allí rindió cuentas sobre tarifas, planes inteligentes, electrificación rural, energías renovables y otros temas de importancia para la población.
Cambio de matriz
Uruguay cuenta con una política energética cuyas bases se definieron en el año 2008 y que en 2010 se transformó en un acuerdo entre todos los partidos políticos con representación parlamentaria. El óptimo para nuestro país es la incorporación de energías renovables. En el marco de esa política y con un criterio de soberanía, fue que el país planificó el cambio de su matriz eléctrica.
“La gente consume cada vez más energía. Por eso UTE acompaña ese aumento de la demanda con planes para pagar menos”, dijo Casaravilla.
El jerarca expresó además que todos los planes que UTE ha instrumentado destinados a bajar el costo de la energía son posibles por el cambio de la matriz energética.
En los últimos años UTE implementó una serie de productos comerciales que están indisolublemente vinculados con ese cambio de la matriz: tarifas doble y triple horario, planes de recambio de electrodomésticos hacia tecnologías más eficientes, descuentos comerciales, ofertas de oportunidad para empresas, plan UTE Premia (y ahora Plan UTE Premia Doble), tarifas estacionales, etcétera.
En lo que refiere a tarifas, el presidente de UTE manifestó: “Con respecto al IPC las tarifas de UTE han bajado un 20%. Y las de Pymes y tarifa social han bajado más aún. Las Pymes tienen hoy la tarifa más baja de la región”.
El futuro
Con relación a las inversiones de la empresa, indicó que en los próximos 10 años Uruguay va a incorporar 400 MW más de energía eólica y 800 de fotovoltaica.
Desde 2009 hasta agosto de 2019 se habían hecho 9.113 kilómetros de electrificación rural, que permiten llegar a un 99,8% de los hogares en todo el país conectados a esa red. A esto se suma la colocación y reposición de postes por miles. El incremento de los kilómetros de red en el medio rural ha sido de 19% en el período 2010-2019.
“El 90% de los usuarios del servicio eléctrico en Uruguay está en el 10% del territorio. El 10% restante está distribuido en el 90% del país. Y a ellos también hay que llevarles la energía. Por eso es injusto comparar a UTE con empresas que dan servicio en una sola ciudad”, reflexionó Casaravilla.
Por otro lado, recordó que UTE está instalando 30.000 medidores inteligentes por mes. La quinta parte de los clientes ya tiene los nuevos equipos y se prevé que para fines de 2022 el 100% de los clientes de UTE cuenten con los mismos. El consumo estimado, por ende, pasa a la historia.
Desde hace 107 años UTE brinda el servicio eléctrico en nuestro país. Hoy la vida ha transformado ese servicio en un derecho, porque satisface una necesidad básica de todas las personas.
UTE ha desarrollado un Plan de Inclusión Social que ha posibilitado regularizar más de 27.000 servicios desde 2013. Los beneficiarios son compatriotas en contextos socioeconómicos vulnerables y su ingreso al sistema eléctrico formal contribuye a crear ciudadanía, generando derechos y obligaciones. Con estímulos y tarifas especiales por un lapso determinado, se ha logrado que el 72% de estos hogares esté al día con su factura y más del 80% permanezca dentro del sistema.
El negocio eléctrico está cambiando aceleradamente en el mundo.
Las empresas del sector deben poder gestionar las disrupciones en forma flexible y dinámica, deben tener la capacidad de gestionar e innovar a la vez.
UTE lo hace, y para ello cuenta con un activo que la posiciona con ventaja frente a estos desafíos: es una empresa verticalmente integrada, es decir, que interviene en toda la cadena del negocio eléctrico (generación, transmisión, distribución, comercialización).
Se invierte en infraestructura, pero también en el desarrollo del capital humano: UTE incorpora inteligencia a toda su cadena de valor y se aproxima al anhelo de tener el 100% del país electrificado, además de exportar energía a países vecinos.
“El futuro es eléctrico”, sentenció Casaravilla en el cierre de su intervención.
En 10 años UTE aumentó 61% la red eléctrica en Tacuarembó
“En el departamento de Tacuarembó, la extensión de la red de UTE se incrementó en los últimos 10 años un 61%. El servicio llegó también a 14 vecinos del poblado Los Rosas y a la escuela de la zona, con un 70% de subsidio de la OPP”, dijo el director de UTE, Walter Sosa.
Desde 2009 se efectuaron en Uruguay 9.000 kilómetros de tendido de red, lo que significa un 19% de incremento con respecto a la electrificación rural.
A medida que avanza el Programa de Electrificación Rural, la dispersión de poblados y las distancias con las redes de UTE hacen más compleja la llegada de los servicios, un compromiso del ente público. UTE llegó al 99,85% de cobertura a nivel nacional. “Nos está quedando un 0,15% y, cada vez, los aportes de las distintas instituciones que conforman el programa de electrificación rural son mayores para poder superar esa barrera geográfica”, afirmó Sosa.
Con este porcentaje Uruguay es el país más electrificado en América Latina. “Es necesario llegar también a ese 0,15%, porque, para cada una de esas personas, es el cambio en sus condiciones de vida, de desarrollo, y un aporte para permanecer en el medio rural”, afirmó el director de UTE en el poblado Los Rosas, ubicado en la zona del kilómetro 326,5 de la ruta 26, a 90 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó.
“En estos últimos 10 años, se han realizado 9.000 kilómetros de tendido de red, lo que significa, con respecto a lo que existía en 2009, un incremento de un 19%”, afirmó Sosa.
Para mejorar la cobertura, se utiliza un fideicomiso que posibilita a los vecinos el pago de la cuota correspondiente a partir del momento en que tienen energía eléctrica en su hogar o la financiación hasta en 60 cuotas.
El jerarca destacó el aporte de distintas instituciones que empezaron a trabajar con UTE en convenios individuales. Tal es el caso de Mevir, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Antel y el Instituto Nacional de Colonización (INC), así como el trabajo con los ministerios de Desarrollo Social, de Ganadería, Agricultura y Pesca, y de Vivienda, Ordenamiento, Territorial y Medio Ambiente, los que, a partir de 2012, conformaron una comisión interinstitucional, acción que hizo posible el Programa de Electrificación Rural.
Son nueve organismos que acordaron para llevar adelante un trabajo que sostuvo los niveles de electrificación con ayudas en cada una de las obras. “En el caso del poblado Los Rosas, el 70% de las obras fue un aporte de la OPP”, informó Sosa.
En particular, en Tacuarembó y Cerro Largo se registró un avance significativo del 61% en cantidad de kilómetros instalados en el territorio con respecto a lo que existía en 2009; en cuanto a subestaciones, se avanzó un 67%. También en este período (2015-2020) se llegó con energía eléctrica a 37 escuelas rurales, entre las que se incluyó la Nº 108 de Las Rosas, en la que este jueves los 14 vecinos de la zona se reunieron para festejar el avance en su calidad de vida. “El trabajo ha sido intenso en Tacuarembó porque había muchos años de atraso”, enfatizó Sosa.
En el poblado Las Rosas se conectaron 13.000 metros de línea de media tensión, 380 de baja tensión y 11 subestaciones para 14 vecinos y la escuela Nº 108. El monto de la obra fue de 4,5 millones de pesos, de los cuales, a la cuota parte de los vecinos, la OPP y el Ministerio de Ganadería hicieron aportes económicos y Mevir realizó instalaciones interiores en algunas viviendas.
Convenio con la ANDE
Un convenio marco de cooperación de trabajo firmado entre la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y UTE tiene como objetivo promover actividades conjuntas para al fortalecimiento de las capacidades productivas de las firmas uruguayas vinculadas a la cadena de valor de la empresa estatal de electricidad, a través del diseño e implementación de programas de desarrollo.
“UTE está llamada a generar valor público y, si uno analiza esto, estamos embarcados tratando de identificar oportunidades”, señaló el martes 8 el presidente de la empresa, Gonzalo Casaravilla, en el acto de suscripción del acuerdo realizado en el Palacio de la Luz, del que también participaron el titular de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Martín Dibarboure, y el director de UTE, Walter Sosa.
A través de este convenio, la ANDE y UTE se comprometen a trabajar en el diseño e implementación de programas de desarrollo de empresas proveedoras de electricidad. El punto de partida fue el proyecto de calidad y tipo de postes para el alumbrado más sostenible, para sustituir el rolo de árbol por un producto reciclable.
Dibarboure agregó que, “alineado a los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, junto con un instrumento que era desarrollar proveedores y artículos con determinado estándar, vimos que había un punto en común, lo que hizo que hoy estemos firmando este convenio”.
Ese punto de partida habilita otras líneas de acción que puedan surgir en el futuro y permitirá la elaboración de un plan de trabajo entre las instituciones con el objetivo de hacer operativas las diferentes líneas de cooperación, así como definir los presupuestos por asignar o recursos que aportan terceros a las referidas actividades de cooperación.
En este sentido, la ANDE aporta fondos que rondan los 180.000 dólares para estudios técnicos referidos a ese programa.