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Columna destacada | Tratado de Libre Comercio | Lacalle |

Mientras Uruguay sestea

El mundo esta loco, loco...

Acá Lacalle padre dicta política internacional en Miami, el hijo dice que decidió él. Bustillo dice que acepta, aunque no oculta en privado su desacuerdo.

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A lo mejor leen Caras y Caretas. No hemos sacado el dedo del renglón. Prometieron un Tratado de Libre Comercio con China antes que terminara 2021. Siete meses después, quieren hacer creer que avanzaron. Humo, marketing, ilusiones inexistentes con las que ganan tiempo engañando a la gente. Están en la etapa de Carta Intención. Mientras tanto, el mundo cambia. Nosotros, hacemos la plancha, sesteamos.

¡Lo anuncian en conferencia de prensa con presencia del canciller! No existe. ¿Qué es la Carta de Intención? La nómina de productos que cada país desea proteger y deja fuera un Tratado de Libre Comercio. No es un acuerdo, es una comunicación de uno a otro. Para exhibir algo inventaron esto. Presidí la primera delegación de Uruguay a China, en el 85. Creí que sabía mucho. El curso que tomo con el profesor Quirici me ha demostrado todo lo que me falta aprender. En este gobierno no tienen idea.

Pero el mundo sigue girando. La guerra en Ucrania lleva ya 6.000 muertos civiles. Y no parece haber una sola iniciativa de paz negociada. Creemos en la solución pacífica de las controversias. Cada vez se cierran más puertas y se deja como única opción la bélica. O sea, que gane Rusia. Esta solo oye de sanciones.

El bloqueo a Rusia les ha resultado más difícil de lo que esperaban. En Cuba desde hace décadas lo sufre solo el pueblo cubano. Tanto gustan hablar Lacalle (h) y Bustillo de Cuba: ni una palabra sobre el bloqueo. ¡El Partido de Wilson en el gobierno! Ahora, Rusia es distinta.

La semana pasada la OTAN, EEUU y la Unión Europea fueron a golpear las puertas rusas. ¿Para negociar la paz? No, para ver cómo solucionan la falta de 20 millones de toneladas de cereales que faltan en el mundo. Este bloqueo ¿a quién perjudica más? ¿Al bloqueado o al bloqueador? Ahí, cuando les falta alimento: negociar. Mientras mueren 4.000 mujeres y niños, subir la apuesta.

Por qué existe la OTAN. La alianza armada, en tiempos de la Guerra Fría, era la contra parte del Pacto de Varsovia, alianza militar del bloque socialista. Caído el muro, se disuelve el Pacto, pero la OTAN sigue, aumenta su presupuesto e incorpora nuevos miembros. ¿Cuál es el mensaje?

Entre los países nuevos, después del inicio de la guerra de Ucrania, se sumaron Suecia y Finlandia. Esta comparte 1.340 km de frontera con Rusia. ¿No es su absorción por la OTAN en plena guerra una provocación que solo puede presagiar peores noticias? ¿Qué puerta quedó abierta para negociar?

En pleno conflicto ruso ucraniano EEUU se ha desbordado de problemas internacionales. Trata de disimularlo con noticias de la guerra, transmitidas con un manejo de los grandes medios de difusión sin precedentes en la historia contemporánea.

Biden viaja a Asia: Corea del Sur, Japón y Taiwán. A esta isla que reconocen Paraguay y nueve desconocidos países más, China ni la toma como una amenaza. Allí se refugió el Presidente Tchang Kai Scheck del Kuonmitang (Partido Nacionalista). Ambas Chinas reivindican jurisdicción sobre todo el país. No es una molestia. Ni EEUU y la ONU, tras breve intento posguerra trataron, de legitimarla. Hoy reconocen el gobierno de Beijing.

Pero ahora ganaron los independentistas. La cosa cambió. China no acepta perder territorio. EEUU arma como a un portaaviones a la pequeña isla. ¿Pero no es contradictorio? No reconoce a Taiwán, pero la arma para independizarse. Ni en Taiwán Biden fue bien recibido.

Su gira por Medio Oriente se parece mucho a la película El Embajador de Mario Moreno Cantinflas. Visita a Israel, Pero luego en Belén se reúne con el presidente palestino. Le ofrece una relación de respeto recíproco, pero le dice que no va a reconocer las fronteras del 67. O sea, acepta que los territorios ocupados no estén en las manos previstas en la Resolución de la ONU que crea los Estados de Israel y Palestina. La respuesta fue la predecible.

De allí va a Arabia Saudita. Ve al heredero Mohamed Bin Salam. Le dice, según cuenta después, que sigue creyendo que es el asesino del periodista Jamai Kashaggi, descuartizado en el consulado de su país en Turquía. Este le contesta que eso es una canallada. Luego: “Bueno, cambiemos de tema: ¿podría triplicar la extracción de petróleo para compensar el que nos falta de Rusia?”. No debe sorprender: le dijo que no.

Acá Lacalle padre dicta política internacional en Miami, el hijo dice que decidió él. Bustillo dice que acepta, aunque no oculta en privado su desacuerdo. Y como una famosa película del 63, El mundo está loco, loco, loco.

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