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Columna destacada | mal | Hamás | Israel

Conflicto

Hamás, mal; Israel, sin duda, peor

Como generalmente sucede en los asuntos humanos conflictivos, ninguno de los enemigos está bien ni tiene toda la razón; ambos están, relativamente, más o menos mal.

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Porque el ataque terrorista de Hamás, islámicos chiitas, radicados y líderes palestinos en la zona de Gaza, más allá de cualquier consideración histórica, religiosa o político-económica, genera una respuesta defensiva, y ofensiva de prevención defensiva, a cargo de los atacados, invadidos, heridos y secuestrados. Así que, en términos de la convivencia y normativa internacional dominante, Hamás habría estado ‘mal’, y la respuesta israelí sería comprensible y hasta apoyable. Y así, sin más, pinta el asunto la incalificable prensa judío-occidental, que es la que recibimos o reproducimos cotidianamente en el Uruguay y zonas de influencia del polo americano-europeo.

Y digo ‘así, sin más’, críticamente, porque hay ‘mucho más’ que no se sabe o se quiere mencionar para comunicar un más completo panorama del asunto.

Porque hay muchísimo, en la historia reciente y en la historia de al menos los últimos 33 siglos, sobre la historia de los pueblos, y su interacción milenaria, que ahora se llaman naciones de Israel y de Palestina.

Ya que estamos, esos pueblos son ‘Israel’ desde que Yavé le cambió el nombre al patriarca Jacob, hijo primogénito por engaño de Isaac, a su vez hijo preferido frente a Ismael por Yavé de Abraham (patriarca de los monoteísmos); y eso sería más o menos en el siglo 12 a.C., hace 33 siglos.

Y Palestina es el nombre que Heródoto le dio a la región aproximadamente cananea; nombre con el que los romanos denominan a la parte de su imperio que abarcaba a judíos y palestinos, para castigar simbólicamente a los judíos por sus rebeliones; esto por el siglo II d.C., hace 19 siglos.

  • 3.300 (sí, 33 siglos) años de rivalidad, y cruenta, económica, política y cultural

En ella, los hebreos, por períodos, conviven pacíficamente bajo dominaciones de otros pueblos antiguos, o guerrean por motivos económicos o culturales en estado de autonomía protonacional; aunque a través de los siglos ocurrió una progresiva imposición del ahora Israel sobre la ahora Palestina.

Y es que los cananeos ocupaban, desde hacía 15 siglos (aprox. desde el siglo 30 a.C.), las tierras altas de la región, que contenían las fortificaciones desde donde dominar los valles productivos y su salida comercial al mar; allí fundaron Jerusalén, y la salida era al Mediterráneo. Los hebreos, especialmente desde su salida del cautiverio en Egipto, en su vuelta a la región, disputaron sus fortificaciones, valles aptos para ganadería y agricultura, y salidas comerciales al mar.

A esa rivalidad económica y política se agregaba una religiosa, entre un monoteísmo incipiente, hebreo, protoisraelita, y dioses diversos y hasta plurales que caracterizaban a los cananeos protopalestinos, como a la mayoría de los pueblos de ese entonces.

Una de las chispas más incandescentes del conflicto que se encendió hace 33 siglos, y que asume una de sus máximas explosiones ahora, es el mandato de Yavé de: dominar a los cananeos entre otros pueblos más sobre los que se supone que dispone, y someterlos, de no caer en sus idolatrías, de no cruzarse con sus mujeres (no siempre respetado), además del complejo asunto de la preferencia divina por Isaac frente a Ismael, hijos de Abraham de madres hebrea libre y egipcia esclava, respectivamente.

  • Los 80 últimos años de progresiva conflictividad mutua

Pero también se ignoran casi 80 años de enfrentamientos en el territorio hoy en disputa entre Israel y Palestina. Cuando la contra-diáspora de Israel, impulsada por el recién fundado sionismo, converge progresivamente hacia territorio palestino en la re-búsqueda de la Tierra Prometida y de un lugar institucional formal nacional (en 5 oleadas desde fines del siglo XIX, con acentuación desde fines de la 2ª guerra mundial y del Holocausto), la pacífica ‘invasión’ a través de relocalización y compra de tierra no es tolerada así nomás por los palestinos y otros países árabes en constitución como panárabes por esa época.

Agreguemos que Arabia Saudita, uno de los árabes fundadores, fue aliado de los alemanes en dicha guerra; de modo que a la rivalidad histórico-bíblica de israelitas y palestinos (desde el siglo XII antes de Cristo al menos) los palestinos agregan leña con su nuevo panarabismo. Otro hito fundacional del conflicto en escalada fue la frustrada promesa inglesa de constituir a Palestina en un país formal, parte del naciente mundo árabe. Palestina, que, desaparecido el dominio romano, había sido parte del Imperio Otomano, al desaparecer éste, es convertido en mandato británico, como Jordania, mientras que Siria se vuelve francesa. Una matanza de hebreos por esos países árabes (Hebrón, 1929, creo) genera la formación de milicias bélicas israelíes que subsisten hasta hoy, así como de grupos que hoy llamaríamos terroristas, como el Irgún, que hostiliza tanto a los gobernantes ingleses mandatados por la Sociedad de la Naciones, que Churchill prohíbe seguir con la contra-diáspora y abandona el mandato para abrir camino a la formación de dos Estados (Israel y Palestina), proceso que solo terminará en la realidad con un Estado, Israel, al rechazar Palestina la reducción de su territorio para su conversión en país; mientras, Israel, lo adquiría en los hechos de Palestina[1] , dada la estructura del mundo en ese entonces, aunque antes hubiera disputado ese suelo desde hacía 32 siglos, como vimos.

  • La escalada de los últimos 25 años

Esas divergencias se acumulan y se encienden con la contra-diáspora sionista, la matanza de Hebrón, y la arabización y luego islamización de Palestina, radicalizada desde hace 20 años por la dominación de Gaza a cargo del chiismo de Hamás, aliado del chiismo de Hezbollah. Este proceso es alimentado, del otro lado, por la invasión de tierras palestinas, en especial Cisjordania, los asentamientos, la humillación y pauperización continuadas de Gaza y Cisjordania, y diversos conflictos cruentos que atizaban ese fuego histórico actualizado, tales como las guerras entre Israel y árabes de 1948, 1967 y 1973, la invasión a Líbano, las 3 Intifadas en los últimos 25 años y múltiples violaciones israelíes del Derecho Internacional, siempre frenados en sus consecuencias por el sempiterno veto de USA a resoluciones condenatorias del Consejo de Seguridad de ONU. Por otro lado, añadamos, Israel-hebreos-judíos siempre atacó, despreció e intentó minimizar o hasta acabar con los cananeos-palestinos, hasta por orden divina, reiterada a Moisés, Abraham, Isaac, Jacob, Josué y tantos otros reyes y jueces; el odio y radicalismo no eran comparables desde el otro bando. Pero ahora, con la pertenencia de parte de la Palestina (Gaza) al liderazgo de Hamás, Israel, de rival y enemigo secular, asciende al nivel de Mal de la Jihad islámica chiita que debe eliminarse, lo cual coloca obstáculos metafísicos, trascendentes, del lado palestino, cuando antes solo israelitas pensaban metafísicamente mal y a los otros como encarnación a eliminar del Mal. Pero ahora, desde hace 20 años, los palestinos también piensan quizás metafísicamente mal y a los otros, israelitas, como encarnación a eliminar del Mal. El largo conflicto histórico con uno solo de los polos como negador del otro asciende a un nivel difícilmente superable y difícilmente pacificable si ambos se niegan radicalmente, como desde hace 33 siglos Israel a Palestina, pero ahora también de Palestina a Israel. Ahora, ambos pueden llegar a considerar que ‘el otro’ es encarnación del Mal, que ‘nosotros’, el Bien, debemos eliminar para cumplir con el mandato trascendente de ‘mi’ Dios vuelto universalizable.

Ahora bien, seguir el curso detallado de las poblaciones que fueron conducidas por Jacob y que constituyeron desde entonces ‘Israel’, así como hacer lo propio con todos los avatares que, desde Roma, se reúnen en ‘Palestina’, nos llevaría centenas de columnas en las cuales usted no estaría muy interesado, quizás. Aunque en ese trayecto ambas poblaciones -que conviven, guerrean, son siervos comunes y se autonomizan- explican muchas de las cosas que parecen depender solo de cosas actuales, a falta de conocimiento histórico sobre ese tan iluminador pasado.

  • La prensa, los políticos y la ignorancia del pasado y de las provocaciones.

El asunto principal en esa ‘ignorancia’ de los medios de comunicación occidentales es que parece que todo comenzó con una invasión unilateral, cruenta, brutal y violadora del Derecho Internacional, ‘unprovoked’ (como dicen los incalificables voceros israelíes), pero que, como vemos, está multiprovocada por 3.300 años de historia conflictiva, radicalizada en los últimos 80 años, y azuzada en los más recientes 20.

La gente ya no lee más nada ni se informa alternativamente revisando otra prensa que la que le llega acostumbradamente; por lo tanto, lo que sucede en el mundo ‘es’ lo que eligió y construyó como noticia esa, ‘su’ prensa; además, la calificación político-ideológica, legal y moral la hacen poco informados y formados periodistas orientados por el lucro comercial de sus medios/patrones, y vectorizados por las preferencias y conveniencias de su equipo editorial. Entonces, cuando a un medio de prensa no le conviene, ni comercial ni políticamente, contar ´toda’ la historia, pasan el gato por libre de que todo comenzó con el hecho espectacular que subirá sus ventas, ignorando, como en el caso de Hamás-Israel, 33 siglos de variadísimo conflicto multidimensional que haría más explicables los hechos que con las opiniones de ignorantes alcahuetes que se agitan con icónicas imágenes engañosas. Ya ocurrió no hace mucho con el conflicto en Ucrania; todo se redujo a un antojo neozarista y neonacionalista de un autoritario neosoviético, tan Malo como Hamás, frente a tan Buenos como Israel o Zelensky/Ucrania. No importaron riquísimos y variados avatares entre rusos y ucranianos a través de 16 siglos.

Esta inmediatez cholula e infantil, que ignora la historia de los conflictos, vuelve culpable y malo al que en esa actualidad, tan pobremente contextualizada, agredió en algún momento, impenitente victimario él. Aunque haya sido provocado hasta cruentamente, como lo fueron Rusia, la URSS y Putin tantos años por Europa y USA hasta terminar en la ‘invasión’ de Ucrania; como fue por tantos siglos, agravados más recientemente, en el caso de algunos palestinos e Israel. Y quedan para siempre como tales, porque ni aunque se recurra luego a alguna historia se modifican opiniones generadas desde fuertes imágenes calificadas.

El mundo y su actualidad son contados y juzgados desde espectaculares hechos sin historia, melodramatizados y reiterados, tan estúpidos e imbecilizantes como la mayoría de memes, selfies y cadenas irracionales de likes (y hasta tweets) sobre cosas de las que no se sabe ni quiere saberse profundizando más allá de lo que me queda cómodo y acostumbrado y me da la frivolidad que necesito para mi frívolo y belicoso cotidiano.

Los provocadores, en la medida en que sus actos no son tan espectaculares como para ser noticia, son inocentados por la prensa actual; los que responden con algo tan espectacular como para ser noticiable, se vuelven ‘unexplained’ agresores, cuando son hiper-explicables sus actos, y tantas veces perdonables.

Porque, en ese perverso proceso comunicacional, 33 siglos de conflictos, discriminaciones y agresiones poco espectaculares, provocadoras, no producen críticas, pero sí una reacción a esas provocaciones ignoradas; y esa victimización de los provocados inocenta a los provocadores, permitiéndoles sobrerreaccionar sobre los agresores provocados sin ser criticados por ello; una vez que se ha resuelto qué y quién es el Mal, cualquier exceso del Bien contra él será perdonado y hasta aplaudido, sin revisión probable de eso. Cualquier cosa que haga Israel será ignorada o defendida, aunque viole leyes y advertencias de las Naciones Unidas sobre disparates anunciados ya por Israel sobre territorio palestino (por ej. ‘sitio’, ‘bloqueo’, invasión militar por tierra, bombardeo masivo aéreo), todos internacionalmente ilegales y excesivos frente a los también ilegales pero menores y ‘provocados’ palestinos.

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