Muchos anuncios y pocos hechos

No importa si cambian las formas bajo las que quieran dominarnos: será siempre NUNCA MÁS. Qué trabajo dan los nuevos medios de engaño para hacer creer que es libre el dominado por estas nuevas formas. Esta semana fue agotadora…

Empezamos con la compra de lanchas patrulleras, anuncio hecho por el ministro más amante de las cámaras y en tono de defensa de la soberanía. No nos dijo que van a tener que mandar planos y dibujos porque el astillero español que las va a fabricar hace pesqueros y no buques de guerra. Salen 82.000.000 de dólares.

El astillero español es bastante más caro que el de China, país que nos habían dicho que es estratégico y que, por más que sabemos que es mentira, siguen insistiendo en que vamos a tener con ellos un TLC. La protesta china no se hizo esperar.

Heber debe informar al Parlamento sobre la mentira que la entonces subsecretaría de RREE de su mismo gobierno sostiene que dijo junto a Bustillo por el pasaporte a Marset. Ambos lo harán ya imputados por la Justicia. Deberán concurrir a declarar en Fiscalía acompañados de sus abogados…

La lista 71 da unos pasos, unos cuantos, hacia atrás para tomar impulso. Al filo de la imputación de su líder, Gustavo Penadés, proclama una candidata a la Presidencia. Una figura que se presenta como síntesis del herrerismo y el wilsonismo… Laura Raffo. Gandini presente, pero sosteniendo la tesis contraria: “los wilsonistas se vienen conmigo”. ¿Esto es mero herrerismo entonces?

La novel candidata debutó con un reportaje en televisión donde destrató al periodista Gabriel Pereira porque este, al afirmar ella que habían bajado los delitos, la corrigió y le aseguró que lo que habían bajado eran las denuncias. “Desubicado” le dijo la candidata, y de ahí para arriba…

Igual dice el diario El País que a García aplaudir, lo aplaudieron. Pero poco.

El agua creció un poquito en San Severino. Muy poco. El candidato de Lacalle, Álvaro Delgado, dijo que lo peor ya había pasado. El presidente rápidamente lo desmintió y dijo que no se puede saber. Tiene que llover y la culpa la tiene el Frente.

El homenaje a Luis Alberto de Herrera fue un esfuerzo organizativo grande por parte de las tendencias en que se dividen: el presidente del Directorio (¿de qué sector es?), los herreristas mitad wilsonistas (Raffo), pesqueros de Fortuna (García), del presidente (Delgado), imputados (Bustillo y Heber); todos concluyeron frente al monumento caminante del Caudillo blanco… Pero juntaron con suerte un centenar de personas…

La “desalinizadora” sigue en viaje (¿?). Supuestamente iba a ser la solución para el exceso de sodio del agua de las canillas. Aunque salir sale, dijera el presidente a su homólogo argentino… Pero la midieron mal y era quince centímetros más grande que el avión Hércules, que compró también García. Luego venía en barco, luego por encomienda. Luego no hablaron más. Acá no está… Y Delgado dice que ya no se precisa porque el agua ya es dulce… una vez más.

Esta semana, por cierto, no hubo anuncios de separación o reconciliación del matrimonio presidencial. Tampoco pelea ni con el presidente argentino ni con Lula en Brasil… o sea que todavía queda resto.

Un poco de humor para hacerlo llevadero, no nos permite ocultar la frustración de que Uruguay se haya convertido en esto. Contado así, se ve como un desordenado inventario de errores de un gobierno que parece estar a la deriva. Pero no. El propio presidente y sus asesores advierten que no solo dentro del país se les ve así. También desde el exterior. Por eso, como cuando la dictadura denunciaba campañas malignas en su contra, acusó a El País de Madrid, el New York Times y la agencia oficial alemana Deutsche Welle de una campaña en su contra. Por decir algunas de estas cosas.

No es una mera catarsis. Somos mucho más que eso. No nos representan y, como tantas veces ellos mismos se lo preguntaron: no estaban preparados.