Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Columna destacada | Lula | plataformas | capitalismo

Capitalismo de plataformas

Soberanía tecnológica: ¿Lula o Elon Musk?

Lula planteó la urgencia de regular las plataformas, argumentando que las empresas tecnológicas se benefician enormemente con un tema: difusión del odio.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Bienvenido al capitalismo de plataformas

China había avisado en dos sentidos: en mi país no entran (si es un gran negocio lo vamos a hacer nosotros), y como apostamos a la globalización, a la competencia y a la libre circulación de bienes, van a tener que bancarse nuestras plataformas en sus países. Cada Estado, aseguran en Beijing, que siga su juego. “El nuestro es éste”, reafirman.

Un ejemplo: ByteDance Ltd. es una empresa de tecnología, comunicación e internet china con sede en Beijing y domiciliada legalmente en las Islas Caimán. Fue fundada por Zhang Yiming en marzo de 2012. El producto principal de ByteDance, Toutiao, es una plataforma de contenido en China y en todo el mundo. Toutiao comenzó como un motor de recomendación de noticias y gradualmente se convirtió en una plataforma que ofrece contenido en una variedad de formatos como textos, imágenes, publicaciones de preguntas y respuestas, microblogs y videos. Si Beijing lo requiere, en base a su legislación sobre seguridad nacional, ByteDance se lo tiene que dar.

En julio pasado, Lula planteó la urgencia de regular las redes sociales, argumentando que las empresas tecnológicas se benefician enormemente con un tema que sólo parece preocupar al progresismo mundial: difusión del odio.

Es interesante porque hubo poca difusión de las ideas de Lula. No es casualidad que la agencia china Xinhua haya difundido en agosto pasado detalles del primer Plan Brasileño de Inteligencia Artificial. Claro, como queda dicho, China es de los países más activos en proteger su soberanía tecnológica (ejemplo: Twitter no funciona en China. Los chinos tienen su propia red, Weibo).

Las pretensiones de los señores feudales de la nube –pretensiones a cielo abierto lideradas por Musk– ahora apuntan a Lula que, como medida concreta, frente a la decisión de Musk de no brindar datos de quienes atacaron la institucionalidad en Brasil, eliminó Twitter o X en Brasil.

La propuesta de Lula sobre soberanía tecnológica tiene, entre otros objetivos, crear infraestructura tecnológica avanzada con alta capacidad de procesamiento, así como desarrollar modelos lingüísticos avanzados en portugués, con datos nacionales.

"En última instancia, es la inteligencia humana la que puede perfeccionarla (la inteligencia artificial), porque no es más que nosotros teniendo la capacidad de recolectar todos los datos, y tenemos las 'big techs' que hacen esto sin pedir licencia y sin pagar impuestos, y aun así cobran dinero y se enriquecen divulgando cosas que no deberían ser divulgadas", subrayó Lula. Las inversiones estimadas alcanzarán los 23.030 millones de reales (unos 4.073 millones de dólares) hasta 2028. A Elon no le gustó.

Las medidas pretenden reforzar la soberanía de Brasil y promover el liderazgo en inteligencia artificial (IA) mediante el desarrollo tecnológico nacional y la colaboración estratégica internacional.

El plan aborda el futuro de la inteligencia artificial y las recomendaciones de nuevas políticas vinculadas a esta tecnología en diversas áreas prioritarias para la población, como la salud, la agricultura y el medio ambiente.

Entre los principales objetivos está también transformar la vida de los brasileños a través de innovaciones sostenibles e inclusivas basadas en la IA, así como la formación, calificación y recalificación de los trabajadores del área para satisfacer la alta demanda de profesionales.

El documento reúne el trabajo de más de 300 personas del sector privado, expertos, organismos reguladores y la sociedad civil. Lula prevé la construcción de "una de las cinco supercomputadoras más potentes del mundo", con el fin de reducir la dependencia de las grandes firmas globales.

La cuestión de la libertad

Es interesante que el tema haya sido tomado en serio y con preocupación por académicos y políticos del “universo progresista” y rechazado por el “universo libertario”.

Ya en el año 2018, Nick Srnicek escribió el libro “Capitalismo de plataformas”, donde describe la potencia de las plataformas sin regulación alguna, pese a los sucesivos escándalos que han rodeado, por ejemplo, a Facebook y la consultora Cambridge Analytica (CA), una compañía privada británica que combinaba la minería de datos y el análisis de datos con la comunicación estratégica para el proceso electoral (saltó a la fama en 2018 al verse involucrada en el llamado «escándalo Facebook-Cambridge Analytica»).

“Un argumento clave de este capítulo (de la era tecnológica) es que en el siglo XX el capitalismo avanzado se centra en la extracción y uso de un tipo particular de materia prima: los datos”, escribe Srnicek. Parece claro que el uso “libre y gratuito” de las plataformas Google, X o WhatsApp no es porque los megaempresarios son generosos, no. Vos usás esas plataformas y te capturan datos que luego comercializan.

En el año 2020, el economista Cédric Durand describe en profundidad con su libro “Techno-féodalisme. Critique de l’économie numérique” el modelo subyacente del proceso actual de la tecnología de masas. Según el autor, lo que está en juego es nada menos que una regresión del capitalismo hacia un modo de producción comparable al feudalismo, a pesar o gracias a los progresos tecnológicos. Lo interesante es que aborda el tema de las libertades individuales. Parece sugerir que dentro del discurso de la “libertad” de los libertarios se contrabandea la entrega sin control alguno de algunas “libertades individuales”.

Más cercano en el tiempo, el exministro de economía griego, Yanis Varoufakis –que el FMI y la UE despidieron del Gobierno del izquierdista Syriza–, habla de la nueva “guerra fría” con el centro en el control de datos. Y cuenta que el capitalismo se regenera constantemente con un fin oculto: acumular y constreñir la libertad individual. Y lo escribe un economista que se describió, cuando asumió la jefatura de Economía del Gobierno griego, como un “marxista libertario”.

Nota

Al cierre de esta columna se informa que un tribunal europeo multó a Google con 2.424 millones de euros por posición dominante. En EEUU, fiscales del Departamento de Justicia informaron el lunes 9 de setiembre que Google ejerce un triple monopolio al controlar la oferta, la demanda y el mercado de intercambio. Diecisiete Estados demandaron al gigante informático. A la vez, la UE analiza el comportamiento de X. Kamala Harris, candidata a la presidencia de EEUU, también manifiesta preocupación por X. En simultáneo, se registró la detención en Francia del CEO de Telegram. "Algunos países no están dispuestos a tolerarlo todo”, se dijo desde el Gobierno de París.

Referencia

“Techno-féodalisme. Critique de l’économie numérique”. 2020. Cédric Durand.

“Capitalismo de plataformas”. 2018. Nick Srnicek.

“Tecno-feudalismo”. 2023. Yanis Varoufakis.

(Estos libros están en PDF en Google, de acceso gratuito. Google agradecido, porque ya tiene mis datos. Le pagué con mis datos. O sea: no eran gratis).

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO