Frases y hechos; lo importante y el circo

Noam Chomsky

Cada vez se hace más difícil llevar la crónica de los delitos, escándalos, irregularidades y/o abusos de este gobierno. Hacemos lo que podemos para que la ciudadanía esté enterada de cosas que, muchas veces, los medios hegemónicos de desinformación callan o minimizan; pero no es fácil. Aportamos a continuación una pincelada de los episodios más recientes, todos los cuales tienen una peculiaridad: los menos importantes han tenido la máxima trascendencia y los más graves han tenido escasa repercusión mediática.

Nuestro querido Pepe se mandó una pifia al referirse a Carolina Cosse y tuvo que disculparse. Las redes ardieron tratando el tema y la derecha nos marcó nuevamente la agenda en el extremo del ridículo, porque ver rasgándose las vestiduras por ese tema a los integrantes del Partido Nacional es, por lo menos, un espectáculo patético.

¿Acaso olvidamos lo que todos oímos decir al intendente de Colonia Carlos Moreira a una mujer que le pedía trabajo? ¿Olvidamos también a Pablo Iturralde, presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, nada menos que en el 24° Encuentro de Mujeres Nacionalistas? Les recomendó callarse la boca si no tenían nada bueno que decir de los compañeros. La recomendación la hizo pocos días después de que el edil blanco de Soriano Israel Ferreira fuera denunciado por filmar a una compañera mientras se duchaba. El mensaje no podía ser más claro: callar para no perjudicar al partido.

Mujica la embarró al decir que el tema de la mujer está de moda y lo acusaron de machista; pero como machista deja mucho que desear. ¿O también olvidaremos que fue con su gobierno que se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo y la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo? Que quede claro: fue una frase lamentable; se le criticó, se disculpó, y si comparamos esa frase con sus acciones, podemos hablar de cualquier cosa, menos de machismo. En el Frente no tenemos intocables; podemos criticar al Pepe, a Orsi, al Boca y a quien nos dé la gana. Los aplaudimos cuando toca y les damos palo cuando meten la pata. El caudillismo y la obediencia ciega se los dejamos a los partidos tradicionales.

Y mientras los periodistas afines al poder dan manija con esta boludez, las cosas que importan pasan de largo. Mientras distraen a la mayoría con el circo, muy pocos nos enteramos de otra maniobra de la fundación blanca A Ganar.

El Tribunal de Cuentas observó en 2022 una licitación ganada por esta fundación; pero no hizo lo mismo con otra idéntica que ganó la misma en 2020. En ambas ocasiones, la Dirección Nacional de Arquitectura del MTOP buscó tercerizar la puesta en marcha de un programa de inclusión socioeducativa laboral. Según el Tribunal de Cuentas, no es competencia del ministerio realizar un llamado con ese objeto, aunque sí lo pueden hacer las intendencias o el Mides.

La gestión incluía la contratación de personal técnico y profesional, y pasó lo que cualquier malpensado suponía que podría suceder: la mayoría de las personas contratadas a través de la fundación A Ganar son militantes del Partido Nacional, sobre todo de las listas 33 y 71, de Santiago Borsari. ¿Y quién es Santiago Borsari? Es el titular de la Dirección Nacional de Arquitectura del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, el mismo organismo que hizo el llamado.

La noticia, profundizada por nuestros colegas de la diaria, no tuvo repercusión en los medios hegemónicos. Tendría que haber sido un escándalo; pero no. Una frase errada del Pepe rinde más.

Aun así, hay cosas que no han podido tapar. Cerro Largo es una fábrica de escándalos; pero las cosas no se miden con la misma vara si se trata de Canelones.

Yamandú Orsi también tuvo su mal día con una frase, al catalogar de valiente a la renuncia del alcalde de La Floresta. Con tales palabras (que no comparto) la prensa de derecha se mandó una panzada. Sin embargo, cuando el jefe de Policía de Cerro Largo, José Adán Olivera, renunció tras ser involucrado en hechos delictivos, el intendente Yurramendi calificó su renuncia como “un acto de grandeza” y no pasó nada. Recordemos que Lacalle le dio el cargo pese a que el exministro Eduardo Bonomi lo había cesado. Terminó siendo condenado este año por abuso de funciones agravado y revelación de secreto agravado.

También fueron imputados, como bien recordó la diaria recientemente, “dos funcionarios municipales por exoneraciones falsas de casi 600 patentes de vehículos robados en Brasil e ingresados de contrabando a Uruguay”. Lo más grande fue el caso del contrabando de materiales para el estadio municipal; pero también se dio el robo de leña por 60.000 dólares con la participación de funcionarios de OSE, todo con el jefe de Policía involucrado, directa o indirectamente.

A todo eso acaba de sumarse el caso de William Barboza, encargado de Salud de la Intendencia de Cerro Largo, quien se entregó luego de estar requerido por la Policía, la cual investiga su vinculación con una banda dedicada al contrabando. El intendente Yurramendi le ofreció el cargo a Cabildo Abierto y Barboza fue el designado por el partido militar para ocuparlo. Ahora está detenido, a disposición de la Justicia, luego de haber negociado su entrega. Por otra parte, una noticia aportada por nuestro colega Ricardo Pose y el portal Encuentro no tuvo la repercusión que merecía. En Argentina hubiera sido una bomba mediática: “Volvió el Zorro Escobar a merodear entre los jóvenes”. Casi nada.

Sergio Escobar fue fotografiado con militantes de la lista 1050, del Partido Nacional, durante sus recientes elecciones juveniles. En el festejo se habría proporcionado (nuevamente) alcohol a niños y adolescentes. Escobar, alias el Zorro, había sido contratado por la Intendencia de Paysandú gracias a un convenio del intendente Nicolás Olivera con la fundación A Ganar. Otra vez la “fundación”...

Este personaje fue condenado por proxenetismo, trata de personas, lavado de activos y explotación sexual de menores. ¿Por qué el intendente le dio poder y dinero? Sergio Escobar es el Astesiano versión arachana; pero los grandes medios han optado por mirar para otra parte.

Tampoco les pareció importante la noticia de que, por lo menos en Maldonado, se ofrecían 100 pesos a quien pasara a votar en las elecciones juveniles del Partido Nacional, ni que en Treinta y Tres circulara un audio de WhatsApp con el siguiente mensaje: “Decile a tus gurises que si votan a alguna de las listas de Marito, los nombramos en jornales solidarios y, si ganan, quedan fijos”. “Pero es ahora, en la elección de jóvenes. Pásame los datos que los vamos a buscar en una combi”. Al mencionar a “Marito”, la joven nacionalista y candidata se refiere al intendente Mario Silvera.

El prosecretario de la Intendencia de Treinta y Tres dijo que la joven hizo “un chiste sin seriedad”. Y, sí; generalmente un chiste carece de seriedad; pero el mensaje era muy serio y no tenía nada de cómico. Se jugó con la necesidad de muchos jóvenes. Lo grave es que las autoridades del Partido Nacional restaran importancia a un hecho que afecta a las instituciones democráticas.

Parece que los blancos están enseñando las mañas de los viejos a los militantes desde chiquitos. ¿Así será la nueva generación de políticos de este partido?

El que tampoco parece tener idea de lo que significa la democracia republicana, y muy particularmente la separación de poderes, es el abogado penalista Andrés Ojeda. Al referirse a la sentencia del Tribunal de Apelaciones, que condenó a uno de los policías que participó en la persecución que finalizó con la muerte de Santiago Cor en Durazno, el representante legal del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo señaló: “El respaldo del ministro no fue suficiente para que no sean condenados”.

No estoy discutiendo si la condena está bien o mal; eso ya lo dirimió la Justicia. El punto es que aquí tenemos la confesión, desde la misma derecha, de que el ministro metió presión para incidir en la decisión judicial. Por si fuera poco lo anterior, el abogado agregó: “Lamentablemente, lo que dice el ministro no obliga al Poder Judicial”.

Repito; no estoy opinando sobre el caso en sí, sino sobre esta apología de la injerencia del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial, y el término menos suave que me viene a la mente es “aberrante”. Recordemos que Luis Alberto Heber viajó a Durazno para respaldar a los policías involucrados en el episodio que terminó con la muerte del joven. Fue una clara presión al Poder Judicial; negada entonces, pero ahora aceptada por Ojeda, y a confesión de parte, relevo de pruebas.

¿Quieren analizar frases? ¿Qué tal la del director departamental del Mides en Rocha, José Luis Molina, al ser consultado sobre el incremento de personas que vive en la calle? “Yo le recomiendo a la gente que cuando se sienta avasallada por ese tipo de personas llame al 911 y se actúe en consecuencia”, dijo al medio local Canal Digital. La frase me hizo recordar a un grafiti que vi en un muro en Brasil: “Combata la pobreza. Mate a un mendigo”.

Cuando un político, analista o persona pública se expresa es muy difícil que jamás cometa un error. Me incluyo. Más de una vez escribí cosas y al poco tiempo me di cuenta de que había metido la pata. Ahora, comparemos (objetivamente, dejando la banderita partidaria en la puerta) las frases de Mujica y Orsi con la del intendente de Cerro Largo, la del prosecretario de la Intendencia de Treinta y Tres, la insinuación babosa del intendente de Colonia, la antirrepublicana manifestación de Ojeda, la directiva asqueante de Iturralde a sus compañeras de partido, la defensa cómplice de Yurramendi al jefe de Policía y el planteo inmoral de la joven nacionalista de Treinta y Tres... Todo eso sin contar los delirios cotidianos de Graciela Bianchi, las bajezas de Sebastián Da Silva, las amenazas de Beatriz Argimón y las brutales mentiras del presidente de la República a todo el país.

¿Continuaremos siendo tan idiotas de bailar al compás que nos marca la derecha?

No me jodan.

“Solo hay una manera de descubrir si un hombre es honrado: preguntárselo.

Si responde que sí, es un farsante”.

Groucho Marx