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Columnas de opinión | Ache | mentir | Marset

ABUSO TOTAL

Mentir, mentir y mentir. Eso no se Ache

Las aguas vienen cada vez más turbias y las tomaduras de pelo a la población sobrepasan lo imaginable.

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Ni tres segundos después de hacerse público que el escribano Álvaro Fernández señaló al secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, como el encargado (según le dijera Astesiano) de facilitar trámites y facilitar ingresos de rusos al país, Laura Raffo dio a conocer su intención de ser precandidata presidencial.

Si bien las declaraciones de Delgado ante la fiscal Fossati se mantendrán en reserva por unos días más, las aves de rapiña de su propio partido olfatean osamentas políticas al corto plazo y reacomodan de urgencia las piezas en el tablero. Sin embargo, las dos únicas personas de nacionalidad rusa a las que Delgado facilitó la entrada al país durante la pandemia no estaban involucradas en el caso de los pasaportes. Como sea, la reserva de sus declaraciones hace suponer que hay algo delicado en el asunto.

Paralelamente, la verdad se va abriendo paso; pese a todos los intentos del gobierno por evitarlo. En principio, ya ha quedado fuera de toda discusión que los ministros Francisco Bustillo y Alberto Heber mintieron en el Parlamento, al igual que el prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés; pero la que aparece más complicada es Carolina Ache Batlle, la número dos del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El canciller aseguró en el Palacio Legislativo que “hasta el 3 de marzo nadie sabía quién era Marset”. Era mentira.

En noviembre de 2021, Guillermo Maciel (subsecretario del Ministerio del Interior) alertó a Carolina Ache sobre la situación, calificando a Sebastián Marset como un “narco muy peligroso”. Claro, esto no se supo gracias al tan cacareado (y para nada demostrado) espíritu de colaboración del gobierno, sino a una orden judicial. Los senadores Charles Carrera y Mario Bergara, al no obtener respuesta a sus pedidos de informes a la cancillería, recurrieron a la Justicia, la cual ordenó enviar la documentación vinculada al caso. Así, y solo así, nos pudimos enterar del cruce de mensajes entre ambas subsecretarías. “Hola, Caro. Podemos saber qué pasó con este delincuente detenido en Dubái por documento falso. Es un narco uruguayo muy peligroso y pesado. (Pretendemos) saber si sigue detenido o si lo liberaron, lo cual sería terrible”, consultó Maciel. “Hola, dale. Te averiguo”, contestó Ache. Posteriormente, el 5 de noviembre, respondió: “Sigue detenido”. Otro mensaje dice: “Carolina, te mando a subsecretaría toda la info que nos llegó de Dubái. Ese es el documento falso que usó. Son tres mails”.

En resumen, queda claro, y por las propias palabras de los involucrados, que tanto lo dicho por Heber como por Bustillo (de que no sabían quién era Marset) era falso. Pero, además, está la carta fechada el 3 de octubre y emitida por la embajada de Uruguay en Emiratos Árabes, gracias a la cual el narcotraficante fue puesto en libertad. En esta carta, enviada al Departamento Judicial de Abu Dhabi, se aseguraba que se procedería a tramitar un pasaporte legal uruguayo una vez que Marset fuese liberado, garantizando, además, que, en caso de requerirse el retorno inmediato a Uruguay, se le proporcionaría a Marset un pasaporte que habilitaría un uso por única vez.

¿Dónde queda aquello de que no se le dio ningún trato preferencial?

Carolina Ache Batlle se reunió con Alejandro Balbi, el abogado del narcotraficante Sebastián Marset, pocos días antes de que se le diera un pasaporte para que pudiera salir de una cárcel de Dubái; pero, según ella, no hablaron del tema del pasaporte y solo le preguntó cuándo saldría la valija diplomática. Sin embargo, y según consta en la embajada uruguaya en Emiratos Árabes, Balbi la puso por delante, señalando que había hablado con ella sobre ese preciso tema. También salieron a la luz las advertencias de la excónsul y el embajador ante Emiratos Árabes sobre Marset; y, por si fuera poco, había una investigación conjunta contra el narcotraficante entre nuestro Ministerio del Interior (Brigada Antidrogas), la DEA y la Policía de Paraguay.

Todo mientras Bustillo y Heber aseguraban que Marset era un desconocido para ellos. Todo mientras la Fiscalía investigaba amenazas del narco contra la fiscal especializada en lavado, Mónica Ferrero, y pese a que, según la senadora Desirée Masi, líder de la bancada del Partido Democrático Progresista paraguayo, Uruguay había notificado a su país los antecedentes de Sebastián Marset, es decir, que las autoridades uruguayas estaban al tanto de sus actividades pasadas y actuales desde hacía más de un año.

Hace unos meses, el gobierno trató de resolver las cosas haciendo rodar la cabeza del subdirector nacional de Identificación Civil, Alberto Lacoste; pero la piola se fue enredando cada vez más.

Para colmo, el ya prófugo Sebastián Marset reingresó a Uruguay en medio del escándalo, recogió a su primera esposa y se esfumó.

La pregunta es: ¿quién caerá por todo esto? El hilo más delgado no es Bustillo, sino Ache.

Por otra parte, el fiscal Gilberto Rodríguez llegó a la misma conclusión en dos causas: la de la concesión del puerto, que involucraba al actual ministro del Interior, y la de Kirma, que involucraba al exministro de Turismo Germán Cardoso. En ambos casos el fiscal afirmó que no halló fundamentos para el reproche penal, aunque sí irregularidades administrativas, las cuales serían, en todo caso, objeto de críticas desde el punto de vista político y ético. Sin embargo, y apenas archivado el expediente de Katoen Natie, quedó al descubierto que el representante de Vertical Skies en Uruguay complotó con Astesiano para realizar espionaje contra los senadores Charles Carrera y Mario Bergara a efectos de extorsionarlos para que retiraran la denuncia por el tema de la concesión del puerto. “Necesito todos los datos personales y vinculaciones que me puedas conseguir. Los quieren atar para que retiren la denuncia”. ¿Para qué chantajearlos si todo era correcto y legal?

El coronel (r) Mario Panizza, director ejecutivo de Vertical Skies, dio una entrevista a Telenoche y buscó deslindar responsabilidades, señalando que Marcelo Acuña, su gerente general en Uruguay, actuó de manera individual por un pedido que le habían hecho, por lo que ya no pertenece a la firma. ¿Qué persona o empresa le encargó eso? ¿Quién era su cliente? La fiscal tendrá que revisar ahora todos los dispositivos de comunicación usados por Acuña, y esa será otra historia.

También surge, de la misma entrevista, que Mario Panizza se comunicaba con frecuencia para hablar de “temas técnicos” con Astesiano y tuvo una reunión de 15 minutos con él para entregarle un par de documentos. ¿Vertical Skies usaba a Astesiano como lobista ante el gobierno?

Las aguas vienen cada vez más turbias y las tomaduras de pelo a la población sobrepasan lo imaginable. Se le acaba de dar el Premio Nacional de Calidad a la Jefatura de Policía de Durazno, la misma cuyo jefe, Richard Marcenal, fue denunciado en octubre por maquillar las cifras de los delitos. La misma cuyo jefe recibió la orden judicial de detener a una funcionaria penitenciaria por el delito de cohecho y se negó porque, según relató el periodista Gabriel Pereyra (palabras más, palabras menos), “no estaba para procesar policías, sino delincuentes”. Pereyra agregó que el procedimiento lo tuvieron que realizar “funcionarios del INR y del Departamento de Investigación y Análisis Penitenciario (DIAP)”.

¿Consecuencias? Premio Nacional de Calidad y elogios del ministro Heber.

Paralelamente, la Fiscalía está realizando una investigación en la Jefatura de Policía de Salto por estafa y falsificación de documentos privados otorgados para la adjudicación de tenencia y porte de armas. Por lo que trascendió hasta ahora, desde la jefatura se enviaba a los particulares a realizarse el test psicológico a un consultorio atendido por una persona que afirmaba ser profesional de la Psicología; pero no lo era.

Por si lo anterior fuera poco, Búsqueda informó que el vicepresidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública, Guillermo Ortiz, dispuso que en las declaraciones juradas que se difunden en la página web de la Jutep se tapen los nombres de las sociedades anónimas en que los jerarcas tengan participación.

¿Transparencia y ética?

Los legisladores oficialistas se negaron a tratar el tema del pedido de renuncia a Garcé planteado por la bancada del Frente Amplio, a la vez que el directorio de UTE se negó a tratar la suspensión de las negociaciones con Vertical Skies. Detalle 1: el esposo de la presidente de UTE es quien brindó el asesoramiento técnico. Detalle 2: en el directorio está el hijo de JMS.

Como sea, todo esto ha quedado opacado por lo que realmente importa: las imágenes de Luis cortando una cinta bajo la lluvia.

¿Qué te pasa, Uruguay?

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