La Unión de trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC) se declaró en conflicto y realizará un paro general el próximo martes 23 de noviembre.
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La determinación se tomó este jueves luego de una asamblea que contó con más de 300 participantes y en la que se votó por unanimidad la plataforma y la medida de paro por 24 horas.
Algunos de los puntos que contiene la plataforma son el respeto por el cogobierno y los derechos laborales y sindicales, el rechazo hacia la política de gestión de la dirección con los trabajadores, el ingreso de personal en la próxima Rendición de Cuentas, y la suspensión de algunos proyectos y servicios nuevos, «hasta no tener la dotación necesaria».
Motivos
El secretario, Marcelo Piñeiro, le dijo a Caras y Caretas Portal que la situación de conflicto responde a una multiplicidad de situaciones en la interna del hospital y que no se trata de un problema que «estalló de la nada».
El dirigente explicó que cuando asumió la dirección Alvaro Villar, en el mes de marzo, también cambió la conducción política del sindicato, producto de las elecciones, lo que generó «una movida interna» en el hospital.
Consultado sobre los principales motivos que desencadenaron el conflicto, el dirigente expresó: «Básicamente, lo que nosotros estamos planteando es que en el hospital hay una gran falta de personal —que no es de ahora ni es responsabilidad de la dirección de Villar, sino que es histórica— debido al ahogo presupuestal de todos los gobiernos».
Y agregó: «Lo que estamos reclamamos es que si no hay presupuesto ni personal, la dirección tiene que frenar su proyecto. Vino con una política de cambios avasallante y hay cosas que plantean que se deberían hacer, pero consideramos que no es el momento porque hay otras prioridades».
Déficit
Piñeiro aseguró que el hospital está en déficit, que no hay plata, que se está recortando en la compra de insumos básicos como alimentos y medicamentos para pacientes, mientras que se pretende invertir en nuevos proyectos. «Hay administrativos que no tiene lapiceras o que se pasean de oficina en oficina para pedirse una fotocopiadora prestada. Entonces, recortar en esas cosas básicas y apostar a poner lindo el hospital, comprar plantas, pintar y poner poner cuadros no es oportuno».
Por otro lado, se refirió al convenio que se firmó con ASSE para la ampliación de camas en el CTI y el ingreso de personal durante el momento critico de la pandemia y dijo que las camas quedaron, pero el personal ya no está, por diferentes motivos como redistribución, certificaciones, renuncias, entre otros.
«Actualmente el servicio se sostiene en base a horas extras. El personal que entró no es real y no se condice con la cantidad de camas que se sumaron, que son ocho más. Ese convenio era para atender pacientes con covid, que hace tiempo que no hay en esa área, pero vemos que esas camas vinieron para quedarse, para atender lo que venga».
Pero la falta de personal, según el dirigente, no es solo en CTI, sino en la mayoría de los sectores que, además, pretenden agregar más camas: internación, emergencia, block quirúrgico, mantenimiento, cocina, ascensores, administración, higiene. «No hay sector del hospital que no este trabajando mal o le falte personal».
Otro reclamo del sindicato es que se están violando descripciones de cargos al pedirle a trabajadoras y trabajadores que cumplan tareas que corresponden a otros servicios y generando conflictos entre el compañeros.
Sobre la respuesta de la dirección a los planteos del sindicato, Piñeiro dijo que existieron instancias con el director y con su equipo, que lograron algunos acuerdos, pero que «no se ha avanzado mucho».
El paro
Con respecto al paro de 24 horas del próximo martes 23 de noviembre, el secretario aclaró que alcanzará a todos los sectores del hospital y que trabajará con guardia.
«Se van a atender a los pacientes internados, por supuesto, pero no habrá atención en ventanillas, administración, ni consultas externas y en otros servicios de apoyo bajará la dotación de personal. No se va a poder sacar mucho personal para hacer paro porque justamente no hay personal».
Para finalizar, el dirigente remarcó que se trata de un «paro político» y una «señal» para la dirección. «Queremos que se sepa que hay descontento, enojo y que se está trabajando mal. El objetivo es que se pueda revertir la situación y si no sucede las medidas se pueden profundizar».