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Mundo

La corrupción vuelve a salpicar a la familia Bolsonaro

Un informe del Ministerio Público de Río de Janeiro revela este jueves que existen indicios de que el senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, compró y vendió inmuebles para lavar dinero.

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De acuerdo con el documento, citado por la revista Veja y confirmado por TV Globo, también afloran elementos que indican la práctica de organización delictiva en su gabinete en la Asamblea Legislativa de Río (Alerj), cuando Bolsonaro era diputado estadual.

El texto fue utilizado por la Fiscalía para justificar a la justicia la solicitud de quiebra del secreto bancario y fiscal de 95 personas y empresas relacionadas con Flávio.

Según el pliego, el senador ganó más de tres millones de reales (unos 750 mil dólares) con la negociación de 19 inmuebles.

En una nota, el legislador afirmó que las informaciones de Veja sobre su patrimonio no son verdaderas y que sigue siendo víctima de filtraciones de informaciones del proceso en secreto de la justicia.

Insistió en que siempre declaró su patrimonio a la Receita Federal (administración de los tributos federales y control aduanero, además de actuar en el combate a la evasión fiscal y contrabando) y que la renta suya resulta compatible con todo lo declarado.

El lunes la justicia autorizó levantar el secreto bancario de Flávio como parte de una serie de diligencias vinculadas a la investigación de un presunto esquema ilegal de movimiento de dinero, parte del cual habría beneficiado a personas relacionadas con las milicias paramilitares.

El Tribunal de Justicia de Rio aceptó el pedido de la Procuraduría para eliminar el llamado sigilo bancario entre 2007 y diciembre de 2018, etapa en el cual fue diputado en la Alerj.

Desde febrero Flavio es senador federal por el Partido Social Liberal y parte del clan presidencial encabezado por su padre y otros dos hermanos, Carlos y Eduardo.

Analistas aseguran que el escándalo, al que mucho ya nombran Bolsogate, tiene a la defensiva a los Bolsonaro y en especial a Jair, quien en su campaña prometió combatir con todas las de la ley la corrupción, un flagelo que por lo visto carcome a su familia.

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