La detección -el viernes 24 de marzo- de seis casos de Covid-19 en cuatro hogares de ancianos llevó a que de inmediato se activaran todos los protocolos referidos a este sector de la población. Tres de los afectados fueron internados.
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Según informa el diario El País, de inmediato se realizaron tests a residentes y funcionarios de acuerdo al protocolo establecido el 19 de marzo para las residenciales de adultos, las que albergan a uno de los sectores más vulnerables la pandemia.
De acuerdo al mismo, se indicaba que ningún visitante que padeciera síntomas de enfermedades infecciosas debía acudir a estos centros, al tiempo que se prohibía el ingreso a personas provenientes de zonas consideradas de riesgo.
Se recomendó además a los responsables de los geriátricos a aplicar la vacunación antigripal y la antineumocócica a los residentes.
Ante la detección de casos de coronavirus en hogares de ancianos, los afectados deben ser puestos en contacto con su prestador de salud bajo las condiciones establecidas en los protocolos de seguridad, estableciendo como medida obligatoria la cuarentena inmediata de los afectados y de sus contactos.
Las condiciones recomendadas indican que el residente infectado esté en una habitación bien ventilada, con baño propio y la puerta de acceso cerrada. En los casos en que esto no sea posible, se procederá a agrupar a los afectados, que sólo deberán tener contacto con el personal asignado a su tratamiento. Además, se prohibirán las visitas mientras dure la cuarentena.
En cuanto a las medidas de higiene, estas incluye el lavado de manos antes y después del contacto con los internos y luego de estar en contacto con objetos y superficies expuestas a la presencia del virus, lo que sería complementado con el lavado de toda la indumentaria usada en zonas de contacto.
Por añadidura, quiénes estén expuestos al virus deberán llevar las uñas cortas y cuidadas, evitando anillos, pulseras, relojes de muñeca u otros ornamentos.
Ante situaciones de riesgo es preciso llamar a la línea telefónica 0800 1919.
En resumen, en 48 horas se llegó a dos extremos que presumiblemente marcarán un punto de inflexión en la pandemia de Covid-19: la detección del virus en un asentamiento (El Monarca) y en residenciales de ancianos. Es decir, los segmentos más vulnerables de la cadena social.
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