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Cultura y espectáculos Levin | jazz | Sala Vaz Ferreira

Música

El jazz exquisito de Gonzalo Levin

Este domingo 3 de diciembre, a las 21 horas, Gonzalo Levin Octeto se presentará en la Sala Vaz Ferreira del SODRE.

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El notable músico uruguayo vuelve a escena, lo que permitirá al público reencontrarse con sus composiciones y con su característico y desafiante manejo de texturas musicales en clave de fusión de estilos.

Levin -destacado docente, notable creador y sutil instrumentista- combina en sus trabajos la improvisación y el lenguaje del jazz con finísimos arreglos de cuerdas, tal como lo ha venido plasmando en sus últimas creaciones.

Hijo de padre ingeniero agrónomo y madre asistente social, Gonzalo creció en el Barrio Bella Vista, muy cerquita del Prado. Su mamá, Elba Dodera, trabajó durante bastante tiempo en clubes de niños del INAU y Gonzalo recuerda haber crecido jugando e interactuando en ese entorno de infancia compartida, tejiendo lazos potentes, con niños y niñas que se abrían paso en el mundo en un marco de contención institucional, donde las trabajadoras y trabajadores se hacían cargo incluso del cariño y la protección necesaria -imprescindible- para vidas nuevas.

Su papá, Rafael, pasaba unas cuantas jornadas del mes recorriendo campos y tierras ajenas, lo que lo ausentaba de la casa y de la familia más de lo que Gonzalo y su hermano Pablo hubieran deseado. La vida y sus recovecos hicieron lo propio y cada uno se las fue arreglando para fortalecer los lazos familiares, algo que han podido mantener con el paso del tiempo y a pesar de los almanaques.

Lo que vino después es más conocido en el ámbito cultural: Gonzalo desarrolló una fantástica carrera artística en Europa, donde obtuvo el Título Superior de Música, Especialidad Jazz, en el prestigioso Conservatorio del Liceu de Barcelona. Además, recibió distintos premios, reconocimientos y menciones como intérprete y compositor -incluido el Premio Nacional de Música del MEC en dos oportunidades-, grabó en innumerables discos en Uruguay y España y, desde su retorno al país, se ha consolidado como una de las figuras más potentes de una generación de músicos notables como Juan y Martín Ibarra, Mateo Ottonello, Nacho Mateu, Ignacio Labrada, los hermanos Ibarburu, Julieta Taramasso y Jeremías Di Polito, entre otros. Gonzalo es actualmente director del departamento de materias teóricas del Conservatorio Sur, donde además imparte cursos de recursos e improvisación. Además dictó clases de armonía, arreglos y ha diseñado algunas de las materias. Se desempeñó como jurado del Festival de Jazz de invierno del SODRE 2021. Trabajó con bandas, orquestas y artistas como NTVG, Banda Sinfónica de Montevideo, Orquesta Filarmónica de Montevideo, Rubén Rada, La Triple Nelson y Jorge Drexler, entre otros.

Como antecedente del proyecto Octeto que Levin presentará el 3 de diciembre en la Sala Vaz Ferreira, durante el año 2022, el músico planteó un noneto con el que interpretó los arreglos originales del disco “Strings for Holiday” del legendario saxofonista Lee Konitz. “Se trataba de arreglos que incluían numerosas cuerdas, lo que representó una oportunidad para adentrarme en este tipo de instrumentos. Aunque ya tenía experiencia escribiendo arreglos para vientos, especialmente en el ámbito de las big band, no contaba con tanta experiencia en el manejo de cuerdas. Hace algunos años decidí dedicarme especialmente al estudio de arreglos para este tipo de instrumentación. Si bien inicialmente mi objetivo era interpretar mis propias composiciones con mis arreglos, en la actualidad me siento satisfecho con el proceso en todos sus términos, ya que, creo, la música que hago ha alcanzado un nivel muy satisfactorio”.

Abrirse camino

Para Levin, representa "todo un desafío" abrirse camino en un mercado tan pequeño como el uruguayo. "Es un desafío constante y complicado, y en ocasiones diría que hasta puede ser muy frustrante". De todos modos, la búsqueda no cesa. “Me resulta desafiante atraer a la audiencia para que asista al espectáculo y, posteriormente, ver que el público cuando conoce mi música queda sorprendido. De todos modos, es más que claro que para los artistas independientes, especialmente en el ámbito de la música instrumental, la tarea se vuelve aún más ardua. Pero, al mismo tiempo y a pesar de encontrarnos en un medio de dimensiones reducidas, estoy convencido de que existe un público amplio que podría encontrar interés en esta propuesta. Lo que sucede es que a veces nos resulta difícil encontrar los caminos para llegarle al público o a los públicos que se pueden interesar en la música instrumental. Todo esto genera que muchas veces, cuando vas a preparar un espectáculo, tengas que encararlo como si fuera la primera vez, como si todo empezara de cero. No hemos podido encontrar -al menos nosotros- la manera de fidelizar un público que se acostumbre a seguirte. Todo lleva tiempo, esfuerzo, recursos, mucha paciencia y después confiar en que tu trabajo vale la pena".

Desde otra perspectiva, mencionó lo que sucede a nivel internacional con los festivales de jazz. Allí los compositores de vasto repertorio se pueden dedicar exclusivamente a ensayar para esos eventos. "En nuestro caso no podemos disponer del tiempo de los músicos y mantenerlos en un proyecto durante demasiado tiempo, esa es una dificultad que se nos presenta, pero con el tiempo vas aprendiendo a encontrar la forma de mantener contacto y cercanía con los músicos a pesar de las dificultades del medio. Así es nuestro trabajo. En el momento del concierto, uno siente que vale la pena, pero también experimentas la sensación de sentirte como Don Quijote, luchando contra molinos de viento”, aseguró.

Coherencia

“Siempre recuerdo la decisión que tomé a los 16 años de ser músico, y por entonces mi sueño era interpretar mi propia música. En ese momento no elegí ser músico con la intención de trabajar como músico de sesión, sino mi propia música. Ahora que lo miro con otra perspectiva, me doy cuenta de que pude ser coherente, pude ser fiel a mi sueño; logré algo que no parecía fácil, no era fácil, y siento que lo pude lograr. Más allá de las dificultades de las que venimos hablando, creo que pude lograrlo”.

Canales de difusión

El músico y docente también se refirió a los canales de difusión del producto artístico. “Normalmente, al trabajar en un proyecto propio, la secuencia supone primero grabar y luego interpretar la música. Sin embargo, en esta ocasión, opté por invertir el proceso, empezando por tocar la música en vivo. La idea es permitir que esa música evolucione a través de las presentaciones en directo y luego proceder con la grabación. Yo creo que la actividad de escuchar música es fundamental para la vida, por eso también me propongo que, al grabar, otra persona pueda hacer lo mismo. La idea es compartir el material en las redes sociales, poniendo la música a disposición de aquellos que quieran escucharla. Y dado el resurgimiento de los vinilos, estoy seguro que también lo editaré en este formato”, agregó.

En cuanto a las políticas públicas, para una mejor difusión de las obras musicales, destacó el Fondo Nacional de Música (FONAM), los Fondos de Incentivo Cultural y los Premios Nacional de Música, entre otros, pero puntualizó que aún estamos lejos de alcanzar un ideal y queda mucho por hacer. "Por ejemplo, al planificar un concierto, siempre se debe empezar desde cero, desde contratar a alguien para que se encargue de la prensa hasta realizar la producción; hay todo un trabajo burocrático y extra musical enorme que a los músicos nos desgasta y cansa", aseguró. "Llegarle a la audiencia es todo un desafío. Soy consciente de que posiblemente nunca seré parte de esos rankings de radio tipo 'los 40 principales', pero estoy convencido de que creamos música de calidad y que hay un público que estaría encantado de escucharla y consumirla. Creo que para ello se necesita algún tipo de difusión más efectiva”, expresó Levin. Asimismo, se refirió al fenómeno de Spotify, el servicio de música, podcast y vídeos digitales. “No soy un gran fan de Spotify, aunque tengo mi música en la plataforma porque cumple con el objetivo de difundir la música y permite ser escuchada en cualquier parte del mundo. En ese sentido, es positivo. Sin embargo, las cifras que se pagan por reproducción son irrisorias”, indicó. Al respecto, confesó que hace más de un año le informaron que tenía para cobrar 11 dólares, pero no realizó los trámites y optó por aprovechar su tiempo en algo más productivo o gratificante.

“Hay personas como María Schneider, arreglista, compositora y directora de big band estadounidense de jazz, que para mí es una referente. Ella no tiene su música en Spotify; vende sus discos en los conciertos y a través de su sitio web. Si alguien publica algo de ella con su música en YouTube, inmediatamente recibe una denuncia, ya que cuenta con personal dedicado a ello. Creo que de esta manera percibe más ingresos que si su material estuviera en Spotify”.

Con o sin cheques de seis cifras, con o sin el respaldo de los grandes mercados y sus equipos de mercadeo, los músicos uruguayos siguen asombrando al mundo, son valorados por sus colegas ya consagrados mundialmente y les convocan a sus giras internacionales. Levin es un músico exquisito, a pesar de que Spotify demore un rato más en enterarse.

Datos:

Concierto en Sala Vaz Ferreira, domingo 3 de diciembre de 2023, hora 21.

Músicos:

Saxo tenor, composición y dirección: Gonzalo Levin

Violín: Milica Trikovi, Franco Locardi

Viola: Giselle Fernández

Violonchelo: Adrián Borgarelli

Guitarra: Jeremias Di Polito

Contrabajo: Germán Lamonega

Batería: Juan Ibarra

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