El periodista Nazareno Roviello presenta este martes en Montevideo su segundo libro titulado 12 histórias que no deberían existir, que relata hechos criminales y políticos que sucedieron en Argentina, Uruguay y Chile.
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Se trata de 12 historias verídicas -basadas en relatos de los propios protagonistas- para las que se utilizaron nombres y lugares ficticios, según el autor, con el objetivo de porteger la identidad de las personas. "Son historias que suceden todos los días pero que no siempre se cuentan o llegan a los medios. Es la historia de nuestro continente", adelanta la gacetilla de prensa del libro.
Las historias que seleccionó Roviello tienen que ver con la desigualdad y la represión estatal en America Latina, e incluyen temáticas como violencia y narcotráfico en la provincia de Corrientes, dictadura, la vida de una jubilada en el año 2021, la revuelta en Chile, o las vicisitudes de quienes habitan las villas argentinas o los asentamientos en Uruguay.
Caras y Caretas dialogó con el autor del libro, Nazareno Roviello, quien explicó cómo surgió la iniciativa de transformar estas hitorias en un libro. "La idea surgió con una charla en la presentación de mi libro anterior sobre cárceles, cuando un colega me mencionó que lo que más le había gustado había sido un cuento que puse para generar aire entre texto y texto. Leyendo ese cuento en las presentaciones que seguían me fui dando cuenta del gran poder de relatar una historia, y como juega la subjetividad para llegar desde otro lugar que, lamentablemente, los datos no pueden, por el sesgo de confirmación. A veces las historias pueden aflojar tornillos en un oxidado corazón o cerebro que está trancado de tanta institucionalidad consumida".
Consultado sobre cómo fue el proceso creativo del libro, contó que cuando concretó la idea de contar historias, pensó un nombre, un concepto para trabajar, y fueron apareciendo las hitorias. "Algunas historias aparecieron solas, son testimonio de vida de gente querida que me rodea, otras fueron escuchadas en cenas con militantes y otras investigando y mezclando historias. Terminé aportando algunas mías que tenía ganas de publicar".
Con respecto a su interés por incluir a Uruguay en este libro, explicó: "Tengo una triple vida hace muchos años. Vivo en Uruguay, Argentina y Chile, tratando de estar en la cotidianidad de cada país, teniendo un vínculo muy fuerte con la población y la cultura. En el caso de Uruguay, participo de la vida política desde el No a la baja y siempre, en diferentes roles y momentos, trato de estar. Me interesa seguir profundizando eso y había por supuesto historias que quería contar. No puedo spoilear mucho, pero este es recién el primer libro de este estilo, ahora me convence la idea de contar historias y ya estoy manija de las próximas que vendrán e incluir más de cada país".
La presentación del libro será el martes 8 de noviembre, de 19 a 21 horas, en el espacio Esterotipa (Juan Manuel Blanes 930).
Su labor periodística en Argentina
Roviello es director del medio de comunicación colectivo Posdata.ar, que comenzó por ser un blog, luego sumó redes sociales, prensa escrita y material audiovisual- Además, desarrolla proyectos periodistícos personales. "Por un lado tenngo mi carrera personal y por otro lado trato siempre de apostar a lo colectivo porque creo que es la única manera. El último proyecto fue Posdata y ahora está mutando a una productora de contenidos.Trabajamos también con Argentine, Chile y Uruguay. Siempre sostenido en una trayectoria y seguidores que apoyan lo que hacemos, sino no se podría".
Definió la labor que realiza como periodismo de investigación, con foco en los datos, y en el entendido de que "es lo único que puede transformar la realidad, sino la conocemos es imposible transformarla". Y añadió: A la base ética le meto todas las herramientas que puedo y están a disposición. Desde comunicar con humor hasta tratar de hacer vídeos cortos para redes sociales que se puedan difundir. Y después también documentales o libros que sirven para comunicar con otra profundidad y mayor impacto en el tiempo. Lo importante es siempre aportar, es un periodismo desde el territorio, con testimonios de las personas, los protagonistas, intentando hackear lo existente porque así, no vamos a ningún lado".
Sobre su experiencia al sostener un trabajo periodistíco que podría definirse como alternativo, aseguró que "siempre fue dificil", ya que "hay muy pocos lugares para trabajar. Sufrí la censura de los medios y sé que nunca me van a contratar porque ellos requieren otras cosas, contenido, pero no periodismo. Desde ese lugar, trato de hacer conciencia colectiva y que la gente se involucre en sostener la existencia de este proyecto. El Estado no va a garantizar el acceso a la información, las empresas menos y lamentablemente la mayoría de los medios tampoco. No queda otra que sostenerlo colectivamente. Eso siempre se hace difícil, pero también los peores días siempre aparece alguien que nos cuenta cómo nuestro contenido cambió algun aspecto de su vida. No sabemos otra cosa, como se pueda seguiremos adelante, porque no sostenemos trabajos, directamente los creamos, y ese es el mundo laboral para la mayoría de las personas en la época moderna".