Tenemos Que Ver (TQV), el festival internacional de cine y derechos humanos (DDHH) de Uruguay, es un evento que busca generar espacios de diálogo, intercambio y reflexión sobre diferentes temáticas vinculadas a los DDHH. Lo coorganizan los colectivos Cotidiano Mujer y Tenemos Que Ver.
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Entre el 15 y el 22 de noviembre de 2022 se realizará la XI edición del festival en Montevideo. Durante toda la semana se proyectarán en pantalla grande películas nacionales e internacionales seleccionadas por el equipo; habrá largometrajes y cortometrajes de ficción, animaciones y documentales. Además se realizarán cineforos y diversas actividades vinculadas a derechos humanos.
Del 23 al 30 de noviembre, además, se coordinarán proyecciones de algunas de las películas en diferentes puntos del país.
El festival surgió en 2011 y esta será su onceava edición. Nació "con el objetivo de divulgar y promover derechos humanos con foco fuerte en la proyección de películas y la comunicación, la sensibilización y el intercambio cultural; eso se ha mantenido durante todo este tiempo", dijo a Caras y Caretas la coordinadora de Comunicación de TQV, Carolina Garzón.
El eje temático de este año es el territorio. Garzón explicó que entienden el territorio como espacio físico, desde una perspectiva urbana de la ciudad y desde la articulación con las corporalidades entendidas como territorios.
TQC es un festival sin fines de lucro, abierto a todo público: "desde el arte se promueve la participación de la ciudadanía y el involucramiento en un quehacer social y artístico comprometido", explican en su página web.
"El festival es ante todo un espacio de encuentro, de diálogo y de reflexión conjunta que proponemos a partir del cine y del arte en general entorno a la oportunidad de hablar sobre los derechos humanos, no como algo lejano o abstracto, sino en la cotidianidad y en el contexto más local, hablar de lo que sucede en Montevideo y en diferentes lugares del interior del Uruguay, que en las conversaciones que damos alrededor del cine y el arte encontremos nexo con lo que sucede en nuestro continente y el mundo. ¿Qué derechos pueden estar en peligro? Que reconozcamos los DDHH que se han ganado. Es un espacio muy propositivo y de creación, quienes participan forman parte activa del festival", aseguró Garzón.
Hay dos convocatorias abiertas al público en general a presentar propuestas audiovisuales para que sean incluidas en la programación del festival. La primera es una novedad en el TQV, es la Competencia Uruguaya de Cortometraje para cortometrajes de ficción, no ficción o animación. Tienen que ser películas nacionales de 2020 (inclusive en adelante). Se pueden presentar estudiantes, profesionales, colectivos, quien quiera. Está abierta hasta el 28 de agosto.
La otra convocatoria es 1 Minuto 1 Derecho, un concurso que tiene muchos años en el festival y busca cortometrajes de un minuto en los que se refleje la temática de derechos humanos. Tiene dos enfoques, el primero es niñas, niños y adolescentes de entre 8 y 21 años, residentes en Uruguay. El segundo es cine, para estudiantes de comunicación o del área audiovisual; está abierta hasta el 31 de octubre.
El equipo de programación de TQV, compuesto por Noelia Torres y Laura Amaya, realiza toda la selección; "lo que hacen es mirar criterios de alineación con los ejes temáticos grandes del festival y el eje particular de la edición, criterios de fechas (de 2020 en adelante), criterio de calidad que permita la exposición en sala", explicó Garzón, "luego se entra a ver cómo se configura la foto grande de la programación y cómo las películas dialogan entre ellas. Por otro lado, el jurado externo tiene sus propios criterios a la hora de evaluar y de otorgar las menciones y los premios".
La financiación del festival se compone principalmente de fondos de incentivo, el fondo Montevideo Audiovisual o del INCAU. También hay financiadores privados que apoyan la iniciativa desde hace años, como Fesur. A esto se suman algunas organizaciones y comercios o espacios culturales que no financian, pero apoyan, por ejemplo, cediendo un espacio para las proyecciones. En palabras de Garzón: "Es una suma de voluntades y trabajo en equipo".