Si bien lo que abundan son rumores y trascendidos sobre los detalles, lo cierto es que ya circuló el anuncio oficial sobre el estreno de la sexta temporada de Black Mirror, la serie distópica que causó sensación tras su lanzamiento en 2011 a través de Channel 4, y creció en audiencia cuando ingresó al catálogo de Netflix en 2016.
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Esta nueva temporada, que se estrenaría el próximo año, llegará a tres años de la quinta, que tuvo solo tres capítulos y contó en su elenco con figuras como Andrew Scott, Anthony Mackie, Miley Cyrus, entre otros.
Este anuncio primero fue publicado por el sitio Variety y posteriormente fue confirmado por otros portales especializados como Deadline. Según estos medios, la producción ya estaría avanzada, pero los creadores y directores mantienen en celoso secreto los detalles de las historias que, se especula, se desarrollarían en más episodios que la última temporada. El equipo de producción, se informó también, estaría abocado a la definición del elenco, que está enfocada a reclutar figuras de renombre, pero se ha dicho que no quieren liberar más datos para evitar algunos errores cometidos con las temporadas anteriores.
En términos de formato, los trascendidos señalan que la ficción volverá a tener una puesta de corte cinematográfico como en las primeras entregas y que la duración de cada capítulo será de 60 minutos.
El creador Charlie Brooker y su socia Annabel Jones siguen al frente del proyecto, tras haber dejado en enero de 2020 la productora House of Tomorrow, que está respaldada por Endemol Shine Group. La dupla creativa ahora encara el trabajo en su nueva empresa, Broke and Bones, que cerró un negocio de casi 100 millones de dólares con la plataforma Netflix, la que adquirió parte del negocio por los primeros cinco años.
Un negocio redondo que hizo cambiar de opinión a Brooker, que declaró, después de el escaso suceso de la quinta temporada, que no sabía "qué estómago habría para historias sobre sociedades que caen (...) así que no estoy trabajando en uno de esos" proyectos. Y agregó: "Tengo muchas ganas de volver a visitar mi conjunto de habilidades cómicas, así que he estado escribiendo guiones destinados a hacerme reír".
Por lo visto la perspectiva de futuro para Brooker y su equipo cambió con el millonario acuerdo con Netflix, y las distopías vuelven a estar en el centro de su interés.
Distópica y disrruptiva
La serie Black Mirror, que emitió sus primeras dos temporadas en Channel 4 de Inglaterra y luego explotó a través de Netflix, puso el foco de su narrativa en el lado oscuro de las tecnologías que han conquistado la vida cotidiana, proponiendo, en la mayoría de sus entregas, una visión crítica sobre las transformaciones en los relacionamientos sociales y los marcos morales.
Su creador, Charlie Brooker, ha dicho que este proyecto apostaba a crear una alerta sobre estos fenómenos recurriendo a fábulas distópicas. "Si la tecnología es una droga -y se siente como tal- entonces, ¿cuáles son los efectos secundarios?", declaró a la prensa en 2011, cuando se estrenó la serie. "Esta área, entre el placer y el malestar, es donde Black Mirror (...) está establecida. El 'espejo negro' del título es lo que usted encontrará en cada pared, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor o un teléfono inteligente".