Si alguien se propusiera hacer una suerte de historia abarcativa, documentada, de los cultores del swing en la música popular uruguaya, no podría -no debería- saltearse el nombre y la obra de Gustavo Pena Casanova. ¿No lo ubica? Claro, es "El Príncipe", creador de canciones memorables como la bellísima "Mandolín" o "¿Cómo que no?", que destacan -aunque los medios que gastan tiempo y espacio en la vidriera estelar de la farándula lo suelen olvidar- por sus vuelos melódicos, la inventiva armónica, el toque de la guitarra, su color y timbre vocal, y, ya se dijo, por ese swing "a la uruguaya" -lo que no puede contarse con palabras-.
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Pero, al menos por ahora, tendremos que seguir esperando ese relato histórico. Lo que sí ya puede consultarse, tocarse y cantarse, es el proyecto que los músicos Nicolás Selves, Juan Olivera y Santiago Massa amasaron y hornearon desde 2016, y que ahora ya está disponible: el cancionero Canto de aquí para allá - El cancionero de Gustavo "Príncipe" Pena.
Esta edición, de cuidada factura musical y gráfica, se presentará mañana, sábado 18 de noviembre, a las 15 horas, en la Sala Lazaroff(Intercambiador Belloni, 1er piso. - Av. 8 de Octubre N° 4849 esquina. Av. José Belloni). En este evento tendrá como protagonista a la música de El Príncipe, con la presencia de los autores del libro-cancionero, más Eli-u Pena -la hija de El Príncipe-, Martín Ibarra, Jeremías Di Pólito, Sofía Álvez y Sabrina Díaz. La conducción y moderación del evento estará a cargo del músico y comunicador Mateo Magnone.
Un aporte único
Los responsables de este proyecto explicaron que su primer objetivo fue "incentivar la permanencia, estudio y apropiación de la obra de Gustavo Pena Casanova 'El Príncipe' y como aporte significativo a la cultura musical uruguaya, a través de la transcripción y edición de un libro en formato cancionero".
La idea, agregaron, "es preservar y acercar al público un material didáctico que amplifique el impacto de la obra. En ese sentido, este proyecto busca ir al rescate y reconocimiento de la obra de este musico tan esencial e influyente para varias generaciones de artistas tanto de Uruguay como de la región".
Canto de aquí para allá, recordaron los autores, comenzó a gestarse en 2016. En esa época "los tres vivíamos en Tatuí (Brasil) donde coincidimos estudiando música en el conservatorio de la ciudad. Nos juntábamos mucho en ese entonces a tocar, estudiar o charlar de la vida compartiendo alguna merienda. Una de esas tardes nos fuimos a la represa, un espacio verde de la ciudad, siguiendo un camino que era hermoso de hacer en la chiva. Nos metimos entre los árboles cerca del río, y entre cantarolas nos pusimos a imaginar proyectos musicales para hacer en conjunto, que además fueran sostenibles y posibles económicamente, condiciones difíciles de reunir. Hicimos una larga lista de posibilidades hasta que nos pusimos de acuerdo en la idea de hacer un cancionero. La última duda que teníamos era si hacerlo de Alfredo Zitarrosa o de Gustavo "Príncipe" Pena. Finalmente nos decidimos por el Príncipe porque nos pareció más cercano a nuestra sensibilidad, y además porque siendo un referente tan importante en nuestro camino musical y el de tanta gente, nos parecía una injusticia que aún no existiera un material así dedicado a su obra".
El cancionero finalmente reúne 23 canciones de El Príncipe. Y los autores se pusieron de acuerdo en "que cada canción estaría transcripta en dos versiones: una más popular, en formato cancionero (letra de la canción con acordes sobre las sílabas correspondientes a cada entrada, más diagrama de acordes para guitarra, explicando cómo tocarlos) y otra más técnica o académica en formato partitura, con la melodía escrita y más detalles musicales para tocar con cualquier instrumento. Nos pusimos manos a la obra, sacando las canciones de oído y transcribiendo a mano acordes y melodías".
Para que no te olvides
El Príncipe, que nació en 1955 y falleció en 2004, dejó un legado cancionístico tan prolífico como ecléctico e inspirador. Pero, como suele ocurrir en otros tantos casos, pudo editar muy pocos discos en vida (Amigotez, 2002 y El recital, 2003). La mayor parte de su obra, recuerdan los autores de este cancionero, se conservó en un gran archivo de grabaciones caseras, o grabaciones de estudio que no llegaron a editarse en su momento.
Tras el fallecimiento de El Príncipe, su hija Eli-u Pena inició un intenso trabajo de investigación, recuperación de documentos, digitalización y edición de su obra. Inicialmente editó dos discos: La fuente de la Juventud (grabado en 1991, editado en 2005) y Amor en el Zaguán (grabado en 2003, editado en 2006). Este trabajo siguió adelante y al día de hoy son más de 10 los discos editados del Príncipe como solista, o como participante y compositor en diferentes grupos.