Antes de que las redes sociales y la histeria virtual nos comieran crudos, otras historias de creación pulsaron en la escena under del Montevideo de los años noventa, con el cuerpo, la pasión y la búsqueda de nuevos horizontes estéticos como protagonistas.
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Es cierto, la nostalgia -especialmente en clave "noche de la nostalgia"- puede disparar juegos con las memorias que son tan inútiles como la vocación patriotera por el bronce legitimador. No obstante, volver sobre las huellas de algunas prácticas culturales que parecen -y solo parecen- olvidadas sigue siendo necesaria. Y la corta pero intensa vida de Amarillo es uno de esos casos.
Fue una quijotada que duró solo 15 meses. Pero en el ambiente under que construyó una inquieta generación de hacedores culturales y artísticos, los límites materiales quizás eran solo un pretexto. Lo que importaba estaba en otro lado. Estaba en la creación entendida como una búsqueda estética, expresiva, que desafiara los límites técnicos, los bordes de la comunicación, las pétreas fronteras que la academia suele imponer entre las disciplinas artísticas. Amarillo, entonces, fue el escenario que cobijó estos impulsos, estos proyectos que navegaron entre la música, las performances, la plástica, el teatro, la poesía.
Recuperar las memorias, los relatos, los proyectos que allí se cruzaron fue el plan y la apuesta del artista uruguayo Eduardo Lamas, uno de los fundadores de Amarillo, para encarar el proyecto documental Amarillo: no fue viable, pero lo hicimos (Transparente Films y Lamas Films), que se preestrenó en la última edición del Festival de Cinemateca, y que tendrá su estreno el 16 de junio de este año en las salas del complejo de Cinemateca.
Para este documental, que cuenta con la producción ejecutiva de Gabriel Richieri, se entrevistaron a varios de nombres que pasaron por Amarillo, como Raúl Burguez, Claudio Buerguez, Graciela Figueroa, Eduardo Méndez, Andrés Catelli, Luis Bravo, Roberto Suárez, Jorge Drexler, Pedro Dalton, Gonzalo Curbelo (Tüssi), Viviana Guridi, Juan Campodónico, Danilo Astori, Leo Lagos, Enrique Aguerre, Miguel Núñez, Pascal Wyrobnic, Daniela Luna, además de Lamas y Richieri. La lista es elocuente: la mayoría de los entrevistados, que en los noventa tenían toda la osadía que suele ostentar la juventud, despegaron con destacadas carreras en distintos campos de la cultura.
Además de estos relatos, el documental de Lamas y Richieri recupera las actuaciones de Alcides Martínez Portillo, Con Perdón de los presentes, Moxhelis, Allez hop, Contradanza, Marosa Di Giorgio, Hot Jam, Buenos Muchachos, La hermana Menor, Silvia Meyer, Exilio Psíquico.
Ponele la firma
Esto fue lo que dijeron algunos de los entrevistados para el documental:
"Tomamos el riesgo, eso fue lo que hicimos". Raúl Burguez.
"Manejamos la posibilidad que un día íbamos a bajar a Amarillo en helicóptero". Gabriel Richieri.
"Amarillo tenía la sensación de noche eléctrica”. Roberto Suárez.
"Teníamos la posibilidad de hacer locuras sin ningún límite". Daniela Luna - Moxhelis.
“Un fetiche por lo nuevo". Juan Campodónico.
“Amarillo tenía una motricidad espiritual, porque movía a todos los centros de energía”. Graciela Figueroa.
Sacale la ficha
- Dirección: Eduardo Lamas.
- Producción Ejecutiva: Gabriel Richieri.
- Producción: Gabriel Richieri y Eduardo Lamas.
- Dirección de Fotografía: Analía Pollio y Eduardo Lamas.
- Música Original: Maximiliano Silveira.
- Edición: Pablo Riera, Eduardo Lamas y Cristina Franco.
- Post Audio: La Mayor
- Finalización y Color: COLOUR