Lauro Ayestarán fue un "héroe cultural", como lo llamó el antropólogo Daniel Vidart en una sentida biografía que forma parte del acervo del Centro Nacional de Documentación Musical Lauro Ayestarán (CDM). Músico, musicólogo, investigador, crítico, "un hijo de la verdad".
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El CDM existe como tal desde 2009 en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que en 2002 recibió parte del archivo custodiado por la familia Ayestarán que constaba, según figura en la web del CDM, de "valiosísimos ficheros, gran cantidad de carpetas temáticas, archivos de datos, fotografías, libros, aparatos, y el archivo de la viuda de don Lauro, Flor de María Rodríguez Romero (1913-2001), quien lo había secundado en vida en el área de lo coreográfico, y había continuado después de 1966 trabajando en ese terreno".
Con el tiempo "el archivo ayestaraniano se vio enriquecido por otros aportes: donaciones de materiales y una primera etapa de adquisiciones. Entre las donaciones recibidas, se cuentan manuscritos, fotografías y documentos, correspondencia, libros, discos y audiovisuales, documentos diversos y también una colección de rollos de pianola y partituras antiguas. El acervo del CDM se ha ampliado significativamente con la incorporación de archivos recibidos en carácter de donación y en caracter de comodato, tanto del área de la múscia popular como de la música culta".
En 2017 el CDM pasó a ser una dependencia del Archivo General de la Nación (AGN), cambio que afectó a la institución, como explicó Guilherme de Alencar Pinto en Brecha en 2019: "El Archivo General de la Nación también tiene el cometido de resguardar, catalogar, inventariar y publicar materiales, pero el Cdm, en cuanto centro de documentación, pone un énfasis mayor en la investigación, en la difusión amigable y accesible, y en asumir un rol activo en la vida cultural del país. Pero la distancia más grande entre las instituciones es la inherente al tema central del Cdm, la música. [...] La comisión asesora perdió existencia oficial. Sigue existiendo de manera informal y por el voluntariado de sus integrantes, pero sin un reconocimiento formal".
Este año el CDM reabrió sus puertas con una nueva sede en la Biblioteca Nacional de Uruguay (BNU). "Ayestarán nos enseñó que hay que salir a hacer trabajo de campo para preservar las tonalidades, los aportes culturales que hay en cada punto de este país. La importancia de preservar esos archivos sonoros, que todos valen lo mismo, para las futuras generaciones" dijo Ana Ribeiro, subsecretaria del MEC e impulsora de la incorporación del CDM a la BNU.
El Centro Lauro Ayestarán busca más que preservar la memoria personal y profesional del musicólogo, apunta a investigar, recopilar y difundir la historia y la memoria de las músicas en Uruguay.