Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME

El MLN «nunca fue una amenaza a la estabilidad del Estado», asegura Larrobla

Fabiana Larrobla, investigadora especializada en terrorismo de Estado, dialogó con Caras y Caretas sobre la jornada histórica conocida como Río de Libertad, y los procesos que vivió Uruguay desde 1947 hasta los años posteriores a la dictadura.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Un río de libertad
Va naciendo de la oscuridad
Es en la democracia que renacerá
Cuando habrá que volver a empezar
Y sale el sol otra vez
Los sonidos de un amanecer
Juventudes que entonan la nueva canción
De esperanza y también de dolor

Murga Doña Bastarda, retirada 2019

«Río de Libertad»

Pasaron 38 años de la histórica jornada «Río de Libertad», llamada así por la icónica foto que tomó Américo José Plá. 38 años de aquel 28 de noviembre de 1983 en el que miles y miles de personas se congregaron en el Obelisco de los Constituyentes con un objetivo común que pesaba más que todas sus diferencias: la defensa de la democracia.

Fabiana Larrobla, investigadora especializada en terrorismo de Estado, explicó a Caras y Caretas que esa jornada del 83, una de las más masivas de la historia del país, «remite a un ideal de unidad, de un proyecto común como país».

La reunión de personas de todos los partidos políticos y de la sociedad civil fue un «momento catártico, uno de esos momentos culminantes en el que todos nos sentimos parte de lo mismo». Y aunque «rápidamente quedó claro que eso no era así» y «tendemos a idealizar los recuerdos», la jornada se convirtió en un símbolo de la defensa de la democracia.

Para la experta «lo más simbólico de la fecha fue que el sistema de partidos tomó su lugar». El año 83 se caracterizó por grandes movilizaciones sociales, las organizaciones sociales tuvieron un protagonismo enorme. El 28 de noviembre «simbólicamente podemos ver en el estrado que los partidos van por su espacio, se colocan en el centro».

La fecha está guardada en la memoria colectiva como un quiebre. Fue un momento «de altas expectativas con respecto a lo que podía traer la democracia, como si realmente fuera un corte entre la dictadura y la democracia, como si no fueran parte de una continuidad, con nudos o distintos momentos en los procesos», en palabras de Larrobla.

Había «altas expectativas, esperanza, ilusión y encantamiento por lo que iba a venir una vez que se realizaran elecciones o se restableciera el régimen democrático», explicó la experta.

«Viví democracia»

La Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia (SDH) organizó una actividad llamada «Viví democracia» por el 38° aniversario del Río de Libertad. El objetivo era «reflexionar e intercambiar sobre el rol de todos y todas en la construcción democrática de nuestro país».

En el inicio de la actividad la secretaria de la SDH, Rosario de Lourdes Pérez Perdomo, aseguró que el golpe de Estado de 1973 «fue consecuencia del deterioro que atravesaba el país» por «el surgimiento de los movimientos guerrilleros». También aseguró que «una parte de la población sintió que los militares eran la solución para un país en declive, pero, a cambio, perdió uno de sus bienes más preciados: la democracia».

Luego de la intervención de Pérez se proyectó un video sobre la dictadura en Uruguay y el retorno a la democracia. La primera placa repetía palabras que la jerarca de la SDH pronunció: «El surgimiento de la guerrilla, en los años previos al golpe de Estado, generó inestabilidad y violencia en el país. Huelgas, paros, ataques sorpresivos, secuestros, robos, saqueos, asesinatos, fueron generando miedo y frustración en la gente».

No se realizó ninguna mención a los grupos de «contrainsurgencia» que actuaron en los años previos al golpe dentro de la estructura estatal. Una de estas agrupaciones parapoliciales y paramilitares clandestinas fue el Escuadrón de la Muerte, responsable de al menos 5 asesinatos y desapariciones, además de varios atentados con bomba.

Procesos complejos

En Uruguay el relato sobre los años previos a la dictadura, la dictadura y la posdictadura está muy polarizado. Conviven varias verdades. Generación tras generación seguimos disputando como sociedad el relato de nuestra historia. Pero es importante recordar que hay datos, documentos y hechos innegables.

Larrobla tiene una postura conceptual y epistemológica clara a la hora de abordar estos hechos: «No se pueden hacer análisis simplistas de procesos humanos complejos. Tenemos que salir del análisis básico y lineal de cualquier suceso histórico».

Rechaza la postura de Pérez de que la responsabilidad del golpe de Estado fue de los movimientos guerrilleros. Sin embargo, no se decanta por el contraargumento de que el MLN estaba derrotado. En vez de optar por uno de estos dos caminos discursivos, como solemos hacer en las discusiones sobre estos temas, Larrobla explica. Porque si no analizamos esto como «un fenómeno complejo donde intervienen diferentes factores, nos estamos perdiendo de aprender».

Larrobla asegura que «no podemos aislar a la dictadura de un proceso uruguayo de más larga duración. Ni siquiera la podemos aislar de la historia del Uruguay». No fue «un evento excepcional, donde todo venía bárbaro y de pronto emerge la dictadura para poner freno a una manga de guerrilleros alocados que venían a desestabilizar». La dictadura «forma parte misma del entramado y del agotamiento del sistema político, entre otros factores».

Cronología: del 47 al 85

La experta propone tomar como referencia la Guerra Fría. Sobre todo a partir de 1947, explica, el Estado fue produciendo un marco legal que habilitó cada vez más la participación de las Fuerzas Armadas en el campo de la política.

Al mismo tiempo, empiezan a emerger fuerte las voces de una parte de la sociedad que «quiere otra cosa». El pasaje del Estado democrático al Estado policial se fue dando desde el 47 en adelante. En el 47 año se creó el Servicio de Inteligencia de Enlace. En el 67 fue la reforma constitucional. Los sucesos se fueron acelerando, el ritmo era cada vez mayor, el Estado avanzaba de manera autoritaria.

A partir del 68 ocurrieron algunos eventos «que pueden parecer azarosos o no», como la muerte de Gestido y la asunción de Pacheco, la ilegalización de una serie de organizaciones y la aplicación sistemática de medidas prontas de seguridad. «Era un clima de mucha conflictividad social y de mucha movilización», asegura Larrobla, y en ese contexto «el MLN, como todas las organizaciones, forma parte del entramado de sucesos».

El año 71 fue «muy importante» porque las Fuerzas Armadas «tomaron la conducción de la lucha antisubversiva» y se creó la estructura semiclandestina OCOA, «que por supuesto ya estaba pensada de antes». El decreto es del 9 de septiembre y empezaron a actuar el mismo día. «Esto llevaba una planificación y una estrategia muy, muy pensada. La ruptura del sistema democrático, el ajuste conservador, estaba ocurriendo más allá de la existencia del MLN o de otras organizaciones».

Hubo un punto de no retorno: en febrero de 1973 Franchese fue nombrado ministro de Defensa y las Fuerzas Armadas «realmente toman el poder y se encargan de lo que va a ser la doctrina de la seguridad nacional».

MLN y apoyo popular

Cuando militares, políticos y civiles dieron el golpe de Estado los tupamaros «estaban derrotados militarmente, sí, pero seguían organizándose y movilizándose en la clandestinidad». Además existían otras organizaciones. Sin embargo, para Larrobla el MLN «nunca fue una amenaza a la estabilidad del Estado, ni en sus mejores épocas». Sí había «un clima social que podía resultar amenazante, pero era un clima de mucha movilización».

Con respecto a las afirmaciones de Pérez sobre el apoyo popular a la dictadura, Larrobla asegura que es cierto que «la violencia política estaba legitimada, existía ese discurso»; sin embargo, destaca que esa violencia es distinta de la violencia estatal. «La violencia ejercida desde el Estado es otra cosa porque arrasa con todos los derechos, porque no tiene control», sentencia.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO