Cuando llegó a La Plata se hizo amiga de María Claudia Falcone, que había entrado en 1974 al Bachillerato de Bellas Artes. María Claudia también era delegada y militaba en la UES. Venía de una familia con tradición peronista: su padre, Jorge Ademar Falcone, era médico y había sido intendente de La Plata.
Una patota las secuestró a ambas. En ese momento, María Claudia acababa de cumplir 16 años y María Clara tenía 18.
Las chicas pasaron –como el resto de las víctimas de la Noche de los Lápices– por el Destacamento de Arana. Después de unos días, los separaron: algunos fueron trasladados al Pozo de Quilmes y otros al Pozo de Banfield. Ellas, Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro, Francisco “Panchito” López Muntaner y Pablo Díaz fueron llevados al Pozo de Banfield. Solo Díaz sobrevivió de ese grupo.
En el Juicio a las Juntas, Pablo Díaz relató que María Claudia le había comentado, con mucha angustia. que había sido violada y contó un episodio en el que María Clara había sido manoseada por los guardias en el Pozo de Banfield. Debieron pasar 47 años para que un tribunal hiciera lugar al pedido de la fiscalía para que esos delitos se juzgaran –y condenaran.
Seis represores fueron acusados por los delitos sexuales que sufrieron María Claudia y María Clara: Juan Miguel Wolk (jefe del Pozo de Banfield), Jorge Antonio Bergés (médico de la policía bonaerense), Jaime Lamont Smart (ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura), Federico Minicucci (jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada), Guillermo Domínguez Matheu (Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata) y el comisario Luis Horacio Castillo.
Todos ellos fueron condenados a prisión perpetua en marzo de este año en el juicio de las Brigadas –Quilmes, Banfield y Lanús-Avellaneda. En julio, los integrantes del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata –Ricardo Basílico, Esteban Rodríguez Eggers y Walter Venditti– dieron a conocer los fundamentos de su fallo. Allí puede leerse que el Poder Judicial argentino finalmente reconoció la violencia sexual que sufrieron María Clara y María Claudia. “Falcone fue víctima de abuso deshonesto y abuso sexual con acceso carnal, en tanto que Ciocchini fue víctima de abuso deshonesto. Ambas permanecen desaparecidas”, resaltaron.