La jueza Silvia Urioste procesó este viernes con prisión al militar retirado Hermes Mario Tarigo por el asesinato del argentino Gerardo Alter en 1973 durante la dictadura cívico militar.
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Estará 90 días en prisión domiciliaria, período en el que, debido a su estado de salud, estudiarán si permanecerá en su casa o será trasladado a la cárcel.
Este jueves 6 de julio, las autoridades italianas entregaron al coronel retirad Hermes Tarigo, prófugo y acusado de asesinar a un militante de izquierda durante la dictadura Uruguay.
La extradición se ejecutó este miércoles en el aeropuerto de Roma Fiumicino, donde el prófugo, que residía en Italia, fue entregado a agentes de la Policía.
Tarigo, de 82 años, era buscado por una orden de captura internacional emitida en 2019 por el Tribunal Penal de Montevideo, acusado del homicidio en 1973 en Uruguay de Gerardo Alter, militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
El exoficial, buscado por la Interpol, se encontraba prófugo de la Justicia uruguaya desde 2011 y residía en Italia, hasta que fue detenido en la localidad de Capaccio Paestum.
Su detención originó la solicitud de extradición, ejecutada ahora por los agentes italianos.
El Tribunal de Apelación de Salerno lo tenía bajo arresto domiciliario y le puso una pulsera electrónica para permitir su localización hasta que fuera extraditado.
Su víctima se llamaba Gerardo Alter. Era oriundo de La Plata y formaba parte del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros (MLN).
El activista, que por entonces tenía 27 años, fue detenido en agosto de 1973 en Montevideo, al inicio de la dictadura militar (1973-1985), junto a sus colegas Walter Arteche y Jorge Selves, y fueron llevados al Batallón Florida, centro de detención y tortura de los disidentes en la dictadura. Tarigo también es investigado por el asesinato de Arteche.
El caso de Tarigo no es el primero de un represor latinoamericano que se esconde en Italia. Jorge Néstor Tróccoli, también uruguayo, conocido torturador del Cuerpo de Fusileros Navales (Fusna), cumple condena por sus crímenes en Italia, donde llegó en 2007 escapando de la Justicia de su país, amparándose de su ciudadanía ítalo-uruguaya.
La Justicia italiana llevó a cabo durante años un juicio para tratar de esclarecer el asesinato de ciudadanos y activistas ítalo-latinoamericanos en el plan Cóndor, el plan represor coordinado por las dictaduras en América del Sur en las décadas de 1970 y 1980.
El 9 de julio de 2021, el Tribunal Supremo de Italia confirmó las cadenas perpetuas a 14 militares y jerarcas de Chile y Uruguay acusados de asesinatos y desapariciones en el plan Cóndor.
La cadena perpetua solo afectó a Tróccoli, al ser el único imputado presente en el juicio romano por vivir en Italia, mientras que el resto de los criminales fueron condenados en ausencia por estar en sus países, muchos ya detenidos.