Los últimos datos de actividad económica han dado mucho que hablar en relación con la existencia de una recesión técnica. Pero un aspecto que preocupa fue como el anuncio de modificaciones impositivas que dió el gobierno el 2 de marzo se sustentó el un proceso de crecimiento económico sostenido cuando algo más de 20 días después los datos oficiales no lo mostraron.
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Cabe una llamada más de atención para el gobierno y el equipo económico. A menos de un mes del anuncio de la baja impositiva ya se vieron los primeros no cumplimientos en los argumentos e información manejada. Ante la Asamblea General y en un acto que trascendió el presidente presentó el balance de la gestión a tres años de asumido el gobierno y anunció rebajas impositivas mediante la deducción del impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF) y el impuesto a la asistencia de la seguridad social (IASS) argumentando que se está “en condiciones de proceder a una baja de impuestos”.
En la columna de C&C de economía del viernes 10 de marzo escribíamos sobre el aumento del IASS y el IRPF y hacíamos un punto a punto con los argumentos que se usaban desde el gobierno para defender la medida. En ese artículo se mencionaba que se había concretado un crecimiento de la economía lo que permitía sostener la baja de impuestos. En ese momento aún no se había publicado el informe de Cuentas Nacionales del BCU con el dato del PIB del cuarto trimestre siendo que el mismo tiene un rezago de casi tres meses. Pero el presidente mencionó proyecciones auspiciosas que daban respaldo a la medida.
Con la publicación de los resultados del cuarto trimestre, tres meses después como se da para esta información el anuncio de crecimiento de parte del gobierno con el anuncio de la baja del IASS e IRPF ya no se verifica.
Al respecto es importante hacer algunos comentarios. En primer lugar, o el anuncio fue precipitado o se hizo de esta forma por aprovechar tiempos políticos. Parece que lo más realista es la segunda opción ya que a nivel del gobierno ya se estarían manejando algún resultado preliminar. Entonces fue muy irresponsable y con falta de sus propios fundamentos para defender la medida.
Al respecto no se salió a hacer ninguna aclaración, ni recaudo. Pero el propio dato oficial muestra que el relato no era de la seriedad que la medida requería, más allá de las valoraciones que se puedan hacer de la misma.
Marcamos este hecho por lo preocupante que implica esta actuación del gobierno una vez más faltando a la verdad, irresponsable y que no se amparó ni en los números que seguramente a la fecha del discurso en la Asamblea General no capaz no estaban cerrando, pero serian bastante cercanos al dato publicado.
Preocupa no solo la falta de orientación de las medidas de política económica, sino también la falta de una línea de acción en todos los planos y el respaldo objetivo en los indicadores económicos oficiales. La política económica tiene mucho que ver con el hacer política y en parte es la madre de todo el resto de las políticas públicas por se la que condiciona y determina los recursos y su asignación. Más allá de los contenidos y tendencias, lo que es una realidad es la importancia de la existencia de medidas ordenadas. Más allá de que podamos compartir las mismas y sus consecuencias, preservar el equilibrio macroeconómico, respectar indicadores y criterios de sostenibilidad fiscal y orden de las cuentas públicas es fundamental para salvaguardar a la economía de desequilibrios, crisis y fallas de acción.