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Política

De licitaciones y relatos

El hotel que no fue

El proyecto de construcción de un hotel 5 estrellas con casino en la zona entre La Esmeralda y La Coronilla parecía estar por concretarse en 2004, cuando el entonces presidente Jorge Batlle hizo un llamado a licitación. Sin embargo, han pasado 17 años y esta historia tiene de todo menos un hotel.

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Caras y Caretas Diario

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Rocha es un departamento en el que se libra una feroz batalla cultural. Es posible identificar dos grandes posturas con respecto a ese territorio. Una defiende su esencia, el turismo accesible, un estilo más bohemio (hippie, si citamos al militante de Cabildo Abierto); la otra ve un gran potencial para el desarrollo de capital, cree que puede ofrecer los mismos o mejores servicios que Maldonado, quiere atraer a otro tipo de público.
Uno de los caballitos de batalla de esta riña son los hoteles de alta categoría. Esa discusión sí ha separado las aguas. ¿Hay que convertir a Rocha en un departamento atractivo para gente de alto nivel socioeconómico? ¿Hay que lograr que cualquier balneario rochense compita con Punta del Este?

Lo cierto es que en 2002, durante la presidencia de Jorge Batlle, se autorizó un llamado a interesados para la concesión y explotación de un hotel 5 estrellas con casino privado en la zona comprendida entre La Esmeralda y La Coronilla.
En los 19 años que pasaron desde ese primer impulso hubo una licitación desierta, una compra directa, un contrato que nunca se firmó, inversores tentativos, un incendio que destrozó casi toda La Esmeralda, esperas, papeles y papeles que engrosaron un expediente que no se deja ver, reuniones, intercambios, declaraciones a la prensa, un silencio prolongado, un nuevo intento de firma del contrato, la anulación de la licitación y un recurso de revocación. De todo, menos un hotel.

Cronología
● 2002. Presidencia hace un llamado a expresiones de interés para la concesión y explotación de un hotel 5 estrellas con casino en la costa de Rocha.
● 2003. Se autoriza el llamado a licitación pública N° 07/2003.
● 02/2004. Apertura de la licitación. Se presenta un solo oferente, el señor Ernesto Fossati, en representación de Lanetur SA por Fossati Hnos. SC.
● 03/2004. Lanetur S.A manifiesta interés en comenzar negociaciones de forma directa.
● 05/2004. La licitación N° 07/2003 es declarada desierta porque el oferente no depositó la garantía de mantenimiento de oferta.
● 2005. El entonces presidente, Dr. Tabaré Vázquez, autoriza la contratación directa de Lanetur SA para llevar adelante el proyecto de acuerdo con las bases y condiciones del pliego original.
● 2005. Incendio forestal en La Esmeralda. Gran parte del balneario se vio afectado, hubo una importante pérdida de vegetación.
● 2007. De acuerdo con declaraciones de Fabio Fossati a este medio la empresa redacta el contrato de concesión porque el Ministerio de Turismo no tenía un modelo, pero nadie de ese organismo contesta.
● 2019. En plena campaña electoral el candidato nacionalista Luis Lacalle Pou promete en una gira por Rocha que si resultaba presidente electo, iba a realizar un llamado a licitación pública para la concesión y explotación de un hotel 5 estrellas con casino en La Esmeralda.
● 01/12/2020. La empresa Lanetur SA envía una carta al Ministerio de Turismo en la que solicita que se proceda a la firma del contrato para realizar el hotel y presenta a la empresa Prince Construction Company Inc como interesada en invertir.
● 22/12/2020. El Poder Ejecutivo revoca la resolución de 2005 en la que había sido autorizada la compra directa por entender que la empresa no cumplió con sus obligaciones en tiempo y forma.
● 29/12/2020. Lanetur SA presenta un recurso de revocación para que se anule la resolución que el Poder Ejecutivo emitió días antes y se proceda a la firma del contrato.
El pliego de bases y condiciones de la licitación original, que fue la base de la contratación directa posterior, no se puede consultar porque estaba en Presidencia, pero ya no. En esta causa hay dos expedientes: el 2002 01401-8 y el 2004 01096-6 (también conocido como 04/09/001/10966).
Las versiones digitales de los documentos no tienen la versión completa de los requerimientos. La empresa hizo un pedido de acceso a la información pública para ver las carpetas y la respuesta fue que no se encontraban en esa dependencia. Tampoco se encuentran en el Ministerio de Turismo, según las declaraciones oficiales.
Lo que se puede saber, entonces, es lo que aparece citado en los documentos disponibles y los distintos relatos de las personas involucradas.

Relatos en disputa

El Poder Ejecutivo, en la revocación de la contratación directa publicada en diciembre de 2020, asegura que el pliego de bases y condiciones le exigía a Lanetur SA acreditar que contaba con los fondos de inversión previo a la firma del contrato; la presentación “dentro de un plazo de 10 días de notificada la resolución respectiva” (en 2005) de una garantía de fiel cumplimiento de contrato y la firma del contrato de concesión en un plazo máximo de 60 días a partir de la notificación de la adjudicación.
Además, asegura que hubo “numerosas solicitudes realizadas por la Administración” a la empresa para que acreditara que podía cumplir con el contrato “tal como surge del Expediente”. Lamentablemente no es posible confirmar si en el expediente están registradas esas peticiones.
Se entiende de parte del Ejecutivo que la empresa no acreditó contar con los fondos de inversión en su momento y que el inversor que presentaron en la carta dirigida al Ministerio de Turismo enviada en 2020 no está asegurado, sino que expresó “un mero interés”. También se puntualiza que Lanetur no constituyó la garantía de fiel cumplimiento de contrato y que los plazos establecidos “se han excedido con creces”.
La historia de la empresa es completamente distinta. Fabio Fossati dialogó con Caras y Caretas y aseguró que al principio la empresa tuvo “dos inversores fuertes”. El primero, Marriott (una gran cadena hotelera internacional), desistió porque Jorge Batlle no llegó a dar la adjudicación antes de dejar la presidencia y, en consecuencia, el proceso se demoró.
Según Fossati, el otro inversor, no especificado, fue espantado por el gobierno departamental de ese momento, cuando Artigas Barrios era intendente.
En esos años Aníbal Pereyra era diputado por Rocha y acompañaba a Barrios en muchas de sus tareas. Según informó Pereyra a este medio ellos fueron a numerosas reuniones con Fossati para ayudarlo a buscar inversores y nunca tuvieron éxito.
Otro elemento que Fossati marcó como causante de demoras fue el incendio forestal que arrasó con La Esmeralda en 2005. Tras ese hecho “hubo que esperar que se recompusiera un poco la vegetación porque nadie iba a venir a invertir”. El empresario ítaloargentino aseguró que esperó porque no estaban dadas las condiciones, e informó al Ministerio de Turismo de eso.
En ese momento, entre 2007 y 2008, de acuerdo con Fossati, desde el MT le pidieron a él que redactara el contrato de concesión porque ellos no tenían ningún modelo. Lo hizo con ayuda de Pelegrini, quien realizó el hotel y casino Conrad de Punta del Este. El ministerio realizó observaciones, ellos mejoraron el documento y nunca más obtuvieron respuesta. En el recurso de revocación que presentó Lanetur en 2020 se señala que el plazo para la firma del contrato ligaba a ambas partes y quien incumplió fue el Estado. “No había interlocutor válido en el ministerio en ese momento, nadie sabía leer un contrato de concesión”, sentenció el empresario.
En consecuencia, siguió el empresario, no se pudo presentar la garantía de fiel cumplimiento del contrato.
Fue entonces que Fossati decidió esperar a que el clima de inversiones cambiara, porque el contrato “no tenía fecha de vencimiento”. En 2019, tras la victoria de Partido Nacional “con supuestos aires nuevos de apertura de los inversores”, recomenzó negociaciones para financiar el proyecto. La pandemia frenó su nuevo impulso, aseguró.
Fossati no titubea al contar que le prestó en reiteradas oportunidades su avión privado a Luis Lacalle Pou cuando era candidato a la presidencia, al senador Guido Manini Ríos y a Lorena Ponce de León, la esposa de Lacalle Pou, para que hiciera un viaje exprés al norte del país. Por esa cordialidad que podría llamarse simpatía, cuando escuchó a Lacalle Pou decir en 2019 que iba a abrir una licitación para construir el hotel, decidió acercarse al Gobierno para recordar la contratación directa de 2005 y pedir la firma del contrato.
Tras contactarse con Juan Lacalle Pou, hermano del presidente, Fossati consiguió reunirse con el ministro de Turismo, Germán Cardoso. El empresario relató que Cardoso parecía no tener idea de la existencia ni del expediente ni de la contratación directa. Según Aníbal Pereyra el ministro lo llamó luego de la reunión con Fossati para preguntarle dónde estaban los documentos de esa licitación.
El 22 de diciembre de 2020, pocos días después de la reunión, fue publicada la revocación de la licitación por los motivos antes mencionados. Fossati puntualizó que Presidencia debió revocar su permiso porque seguía vigente, no había vencido. Cabe puntualizar que ese expediente ya estaba archivado.
En el recurso de revocación que presentó Fossati en diciembre ante el Poder Ejecutivo puntualiza que la empresa jamás recibió intimación formal de cumplimiento porque “la tolerancia fue voluntad expresa del Estado”.
Allí el empresario hotelero también afirma que su empresa “no ha caído en incumplimiento ni formal ni sustancial”, que tiene “un derecho subjetivo a la firma del contrato adjudicado” y recuerda que en diciembre de 2020 presentó un inversor (el que el Ejecutivo asegura que no estaba garantizado, sino apenas interesado) y ofreció depositar la garantía de fiel cumplimiento del contrato en efectivo en el Banco de la República Oriental del Uruguay.
Fossati está convencido de que revocaron su contratación porque el gobierno ya realizó acuerdos con otra empresa. “Hay que preguntarse el porqué. Qué pasó, por qué no quieren dejarlo ser, qué intereses tiene el presidente”, dijo.
Hay puntos controversiales en la historia que no pueden ser contrastadas con datos porque, a pesar de los intentos, no se pudo acceder a los expedientes correspondientes.

Cumplir con las promesas

Aníbal Pereyra, exdiputado y exintendente de Rocha, puntualizó a este medio que le llamó la atención el anuncio que hizo Luis Lacalle Pou durante la campaña electoral de cara a las municipales sobre su interés en construir el hotel. Para él lo esencial ahora es que ese proceso de licitación continúe, que no quede en una mera estrategia política.
“Hay consenso para llevar adelante una nueva licitación”, aseguró, “es importante que se tengan en cuenta los huecos de la anterior para que esta se lleve a cabo”. Aunque pasaron las elecciones y para el gobierno parece no haber apuro, “las promesas electorales se tienen que concretar”.
Pereyra, en una línea diferente, piensa que el llamado no se va a realizar ni en el corto ni en el mediano plazo. En el proceso ha habido “varias incongruencias”, como que el actual intendente nacionalista Alejo Umpiérrez dijo que quería construir el hotel en la Fortaleza de Santa Teresa y los militares se negaron o que se haya puesto en pausa la idea del llamado “por la pandemia” cuando el anuncio original se hizo durante la pandemia.
Entre tantos dimes y diretes, hay un dato que subrayar: el proyecto de concesión y explotación de un hotel 5 estrellas con casino privado en la zona entre La Esmeralda y La Coronilla es, una vez más, papel picado.

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