Cerramos en Caedot el año 2022 lleno de hechos que afectan nuestro diario vivir, coletazos de una pandemia que se resiste a dejar de dañar al mundo entero y que sigue dando golpes en la propia china como anunciando que viene por más.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
En un mundo donde quedó en evidencia la fragilidad del sistema de salud, que quedó desnudo y sin respuestas inmediatas a estos nuevos desafíos que van sacando la cabeza.
Países supuestamente de primer mundo como Estados Unidos, y otros enormes como Brasil, ni hablar de China, demostraron en sus respuestas sanitarias que al momento de dar la pelea contra el COVID, los muertos no tienen condiciones sociales ni riqueza ni primer mundo ni tercer mundo, sino, por el contrario, todos recibieron un poco más y un poco menos la misma respuesta del sistema.
Un sistema curativo que muy lejos de la prevención en salud está.
En nuestro país las cosas no fueron tan diferentes. Formidable esfuerzo de todos quienes estuvimos y estamos en esa primera línea de pelea en el cuidado de la salud de nuestra gente.
Todos quienes integran el sistema de salud merecen un reconocimiento de la sociedad, que en un principio reaccionó con aplausos al sacrificio de quienes salieron a dar la pelea contra un enemigo mucho mayor y más peligros que el conocido hasta el momento, pero que con miedos y lágrimas en los ojos los trabajadores asumieron la responsabilidad que nace del humanismo y la ética. Creo hoy rápidamente eso se a olvidado en el conjunto de la sociedad.
Puede que esté bien; es parte de la condición humana olvidar para sanar.
Sin dudas, consecuencias quedaron, además de los trabajadores enfermos y sus consecuencias en la salud que aún no pueden ser evaluadas correctamente.
Cuántos trabajadores dejaron de trabajar en la salud afectados psicológicamente. No está evaluado. Muchos, seguramente. Qué se está haciendo, me preguntó, por ellos no sólo en lo económico sino en la intención en salud del propio sistema.
Cuánto aprendimos de todo esto. Tal vez no mucho, si tomamos como ejemplo el cierre de Casa de Galicia
El sistema de salud del país, después de lo aprendido en esta pandemia, resuelve suprimir uno de sus centro de atención en un punto estratégico por razones económicas.
Un sistema de salud curativo sin capacidad de gestión para asumir el control de este centro de salud resuelve sobrecargar el propio sistema repartiendo de forma obligatoria los usuarios en unas pocas mutualistas .
Falló el sistema de salud, fallo el gobierno, falló el sistema político. Falló la sociedad indiferente a esto.
Desde nuestro CAEDOT aprendimos que se debe sumar y aportar no solo criticar, de allí que aprendimos que hay que trabajar en salud, prevenir educar, capacitar al personal .
Trabajar e invertir en calidad. Nuestro socio estratégico UNIT nos da las herramientas para superar nuestras debilidades en gestión y mejorar nuestras fortalezas.
Nuestro departamento de enfermería asume el compromiso de la capacitación técnica permanente para lograr mejores técnicos.
Nuestro personal de enfermería es consiente, y así lo asume, del nivel que pretendemos: ser mejores personas además de buenos profesionales; la administración y todos los servicios tienen ese mismo objetivo.
La respuesta profesional en el hogar con el mayor de los compromisos es posible y es parte fundamental de la solución para fortalecer este sistema de salud que es de todos. Se debe prestar más atención a esta área y esta es la intención de esta reflexión de cierre del año .
Un saludo cordial y fraterno para todos nuestros funcionarios clientes y amigos nos espera un próximo año de logros y desafíos además de dificultades que sabremos confrontar.
Por Juan Corbalán (Caedot)