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Entrevistas rebeldía | Marina | comunicación

MARINA AGUIRRE | COMUNICADORA

«La rebeldía es el motor que mueve el mundo»

Marina se define "rebelde y de izquierda". Siempre quiso ser periodista y de chica, de túnica y moña, entrevistaba gente en el supermercado con el grabador de su papá.

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Dice que cuando escucha hablar de «FAPIT» en lugar de molestarse siente «un tremendo orgullo», tampoco le desvela el blindaje mediático porque prefiere mirar hacia adentro, cuestionar y enmendar los errores propios de la comunicación de la izquierda. Estudia, analiza, interpela, propone y actúa pensando en los próximos años.

Es una de las profesionales que se ha ganado un lugar destacado en la escena nacional de la comunicación, particularmente con gran destaque en la conducción de actos, eventos y conversatorios del movimiento sindical y de la izquierda político partidaria. Habla ante miles de personas con la misma vehemencia con que defiende sus convicciones en una charla de café en la Ciudad Vieja.

Marina es hija de Rosario Iribarren, una maestra carmelitana especializada en preescolares -prima de la actriz Gabriela- y del montevideano Gustavo, un conocido periodista especializado en turf que habitó las viejas redacciones repletas de humo y gente tecleando sin parar los asuntos de la vida en clave de prensa escrita, aunque también ejerció la profesión en algunas radios. Marina fue "abanderada de la uruguaya" en la escuela pública Noruega y luego los avatares de la vida la llevaron becada a un colegio de monjas, que ahora "ya todas abandonaron los hábitos" (risas). Después de discutir un buen tiempo sobre el largo de la pollera del uniforme y asuntos de la adolescencia, ambas partes entendieron que lo mejor era buscar otros caminos curriculares y Marina fue al liceo 28 de Pocitos. Actualmente es licenciada en Comunicación (UdelaR), diplomada en Comunicación Política (UBA), asesora de comunicación de la diputada Verónica Mato y conduce un espacio en Caras y Caretas TV. Se define "rebelde y de izquierda". Siempre quiso ser periodista y de chica, de túnica y moña, entrevistaba gente en el supermercado con el grabador de su papá, preguntando sobre temas de la escuela o alguna curiosidad de las fechas patrias. No es neutral y ama el teatro. Es producto de una familia de intensa reflexión política, mirada crítica sobre la dictadura, el fascismo y los modelos excluyentes que descartan seres humanos porque, según la lógica de la meritocracia, "no cumplen las expectativas del mercado". Cantó y bailó con el cuarteto de los dos hermanos Musso, escondió casetes, lloró con la poesía de Silvio y Pablo, y se emocionó con las canciones e historias de la Guerra Civil Española. Fue con amigas a bailar a todas las matinés de Pocitos y Punta Gorda, disfrutó mucho hasta que comenzó a recibir señales y expresiones directas de violencia machista, ante la pasividad e inacción de quienes debían velar por la seguridad de las adolescentes que concurrían a bailar. Sintió miedo cuando, ante un acoso sexual callejero, le pidió ayuda y protección a un policía y el funcionario le dijo que si él no estuviera de servicio y con uniforme, "habría hecho lo mismo que el tipo". Es mamá de dos hijas, Ilaria (21) y Paulina (19). A pesar de su agenda estresada y repleta de compromisos laborales, todas las semanas concurre a visitar a su papá a la casa de salud en la que vive desde que sufrió algunos ACV y desde que apareció el trastorno cerebral conocido como Alzheimer, que va destruyendo lentamente la memoria y la capacidad de pensar. Marina le charla de política, de sus tareas en el Parlamento, de los problemas del país y de tantas cosas más. Él la escucha con asombro cada día. Y al día siguiente se vuelve a asombrar de su hija. Y la felicita cada día como si fuera la primera vez que la ve, y se maravilla de saber que esa hija a la que reconoce entre nieblas y neblinas, aún conserva el amor intacto, el fuego interior, todo aquello que está guardado en la memoria y que se mantiene a salvo del olvido y la desmemoria.

¿Qué es lo que más te preocupa de este país en este momento?

Muchas cosas que están pasando. Desde la superpoblación de las cárceles, que me parece es consecuencia directa de la LUC, algo que el gobierno no quiso escuchar. Hoy las consecuencias están a la vista y lamentablemente las cárceles están desbordadas pero llenas de pobres y jóvenes. Los grandes delincuentes no están en las cárceles. Lo que sucedió esta semana en la cárcel de mujeres fue horrible y, si no cambian las cosas de manera drástica, lamentablemente hay riesgos de que las cosas se repitan. Me preocupa que los presos salgan sin rehabilitación, me preocupa el desempleo, los salarios, la inseguridad, la gente que duerme en la calle y que cada vez son más y más. Y si bien con la izquierda no se había solucionado todo, ahora todo ha empeorado. Con el FA no veías niños en situación de calle, esa es otra de las preocupaciones horribles, es espantoso estar esquivando gente cuando caminás y no saber qué hacer en ese momento para dar una mano. El tema de la salud pública, la imposibilidad de acceder a medicamentos en salud pública, el aumento de los problemas de salud mental. Yo que trabajo en el despacho de la diputada Verónica Mato, veo cómo todos los días llegan madres desesperadas pidiendo ayuda para sus hijos con problemas de adicción y salud mental.

El gobierno ha puesto como un tema central la salud mental

Perfecto, recién ahora en la Rendición de Cuentas, se destinarán 20 millones de dólares para salud mental y adicciones. Poco y tarde, pero es algo. Pero aparte de eso, el gran problema es que no saben de qué manera actuar. Tienen que disponer recursos para atender las urgencias pero no tienen ni idea de cómo proceder. No saben qué hacer en materia de desarrollo social, en materia de discapacidad, en materia de adicciones, lo mismo con el hambre. Acá plata hay, el problema es la distribución. Hay mayor riqueza en el país, está buenísimo, pero riqueza para los malla oro, para unos pocos, la distribución te la regalo. El problema es que, si hay más riqueza y no está bien distribuida, estamos en los mismos problemas sociales. Este gobierno es injusto, distribuye mal, para los mismos de siempre, privilegia a los ricos, y en materia de políticas sociales no sabe qué hacer o, al menos, demuestra todo el tiempo una incertidumbre muy clara. Otro problema que tiene este gobierno es el de la meritocracia. Típico gobierno neoliberal que te hace creer que si el hijo de un millonario puede "salir adelante" y ser "exitoso", es porque se ha esforzado. Y que los que no llegan a poder vivir, pagar el alimento y las cosas básicas, es porque no se esfuerza. Son muchas las cosas que están mal, y eso en términos cotidianos. Porque si nos detenemos a hablar de la crisis sanitaria del agua, los casos de Astesiano, Marset, ahora los acomodos de Salto, la reforma jubilatoria, tendríamos un panorama complejo para analizar. En el fondo creo que todo esto es propaganda a favor del FA. Si la gente compara esto, que ha sido un desastre, con lo que hizo el FA, creo que la campaña tiene una parte recorrida.

¿Crees que el FA va a gobernar como el Partido Nacional, excusándose todo el tiempo con la muletilla: "Ah, pero los blancos…"?

No digo que ese tenga que ser el planteo, pero lamentablemente todos caemos en comparaciones. El FA cuando estuvo en el gobierno también comparó. El país está así y nosotros hicimos tal cosa. Las comparaciones son lógicas, siempre pasa y siempre se terminan realizando. Obviamente que no te vas a estar centrando solamente en comparaciones. Pero si mediante comparaciones podés no repetir los mismos errores, entonces, bienvenidas las comparaciones.

La izquierda cuestiona mucho el denominado 'blindaje mediático'. ¿Qué pensás vos?

Es el claro tema de los medios hegemónicos que siempre tienen su agenda determinada en función del gobierno. Lamentablemente es así. La gente en los comité de base no para de hablar de eso y nos pregunta. Lo que sostengo es que nosotros fuimos gobierno 15 años y no tuvimos a los medios de nuestro lado. Y se hicieron muchas cosas a pesar de los medios. O sea, se puede salir adelante con determinadas acciones aunque los medios construyan una realidad paralela. El FA tampoco hizo mucho con los medios públicos y con la comunicación para transmitir sus logros, sus políticas, sus acciones. Sin lugar a dudas fue una de las grandes carencias, pero si pensamos que el FA gobernó tres períodos consecutivos a nivel nacional y unos cuantos a nivel departamental a pesar del blindaje mediático, quiere decir que ese blindaje no es determinante. Nuestra mayor fortaleza es el boca a boca de comunicar la verdad, lo que se hace, no el relato del país de las maravillas que nos vende este gobierno, sino la realidad. Por suerte tenemos algunos medios alternativos que, como dice Leandro Grille, rompen el blindaje mediático. Es una realidad en la que estamos viviendo, que creemos que tenemos muchísima información, que tenemos de todo, pero en realidad no tenemos nada. Tenemos todo, pero en profundidad no tenemos absolutamente nada. La noticia viene sin todo el contexto anterior, sin un marco de información en el que suceden las cosas, entonces te hacen creer lo que quieren que creas sobre los hechos que están pasando. Al no haber espacio de reflexión, se pierde capacidad crítica. Y eso le sirve al poder, porque hay gente a la que no le conviene que el ciudadano tenga una mente crítica. Hace poco estaba leyendo el libro Desinformación, de Pascual Serrano, un gran amigo al que conocí en Cuba, y habla de todo esto. Cómo te hacen creer determinadas cosas que no son así y por qué no se profundiza en nada; porque conviene, esto es deliberado.

Como asesora de prensa y comunicación de la diputada Mato, ¿qué le recomendás si la invitan a ir a Santo y Seña, a Esta boca es mía o a Polémica en el Bar?

Yo le digo que sí, que tiene que ir. Porque nosotros nos quejamos de la censura, pero nos autocensuramos; nos quejamos del blindaje mediático, pero nosotros también muchas veces nos blindamos. A mí me parece que lo mejor que podemos hacer, por más que te van a criticar, te van a dar como dentro de un gorro, es defender tu verdad. Capaz que de las 100 mil personas que te están escuchando, le llegás solo a una, pero no importa, valió la pena. Mientras tengas clara tu verdad, mientras tengas claro para dónde ir, andá. A Polémica en el Bar ella fue dos veces y las dos veces me preguntó qué pensaba yo y le dije esto mismo.

¿La dejaron hablar del tema acordado o la emboscaron?, ¿le dejaron exponer o la interrumpieron a gritos?

A ella la trataron muy bien. En general la tratan bien. Sergio Puglia tiene un muy buen trato con ella, por ejemplo. En cuanto a las emboscadas, soy bastante insistente en que se trate al aire el tema que se pactó y por el que se la invitó. Para algo se preparan los temas, se recolecta información. Trato de cuidar mucho eso, pregunto qué temas se van a hablar y a veces se negocian los temas, se llega a un acuerdo si quieren cambiar de tema. Pero tiene que ser acuerdos de las dos partes porque, de lo contrario, podés llegar a quedar expuesta con que no sabes de lo que te están hablando. Yo confío en los trabajadores del medio y de hecho en ningún momento han hecho lo contrario. Incluso veo que tratan de que ella se sienta cómoda en los programas, algo que uno valora mucho. En ese aspecto no tengo ninguna crítica, porque siempre se ha cumplido al pie de la letra.

¿Y al programa de Petinatti?

Si Verónica me dice que la invitaron a lo de Petinatti le digo un rotundo 'no'. Una cosa es que seas incisivo, que te pregunten duro, que quieran rasquetear en determinados lados, y eso me parece bien, y la verdad que Verónica tiene mucha cancha y no tiene problema en eso. Pero otra cosa es un programa para la pavada y que te pelotudeen, que te den vuelta todo.

Es el más escuchado de la radio uruguaya por lejos y hace décadas…

Perfecto, pero, para mí, el más deplorable de la radio uruguaya, por más que sea el más escuchado. A ese programa sería la primera en decirle que no vaya, porque ya sabés que van a tomar todo para la joda. ¿Vale la pena estudiar un tema, prepararlo, para ir a hablar de determinada temática y encontrarte con que te dan vuelta todo, y a que te dejen como una pelotuda? No, esa es mi opinión.

¿Tu mamá o tus amigas te dicen algo de tu alta exposición en actos de la izquierda?

Mi madre me llamó llorando a moco tendido porque murió la modelo argentina Silvina Luna (risas). A ella la TV la tiene 'toda tomada' y le preocupan esas cosas de chimentos. Sabe lo que hago pero no tiene repercusiones directas, entonces no tiene margen para preocuparse. Mis amigas en cambio sí. Tengo amigas del alma que piensan como yo y otras que no. Con esas tratamos de hablar poco de política o directamente no hacerlo. Pero mis amigas tienen algo divino: aún las que piensan distinto que yo en política, si ven que estoy en la conducción de un acto masivo, me mandan mensajes y me desean suerte y me dicen que me vaya divino. Son amigas de verdad, de las que te desean lo mejor.

Hay bastante coincidencia en que este gobierno comunica de manera excelente. ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades según tu visión?

A nivel comunicacional me saco el sombrero. Este gobierno en esa materia es brillante. El FA hizo veinte mil cosas más y la gente sigue encantada con los cortes de cinta del presidente, o que tanta gente piense que lo que se hizo antes es obra del gobierno actual, porque con la comunicación le hacen creer eso. Y nosotros, más allá que con la autocrítica dijimos que le habíamos errado mucho en la comunicación, seguimos repitiendo muchos de los mismos errores. No aprendimos mucho. Falta llegada. Mientras tanto, el gobierno hace cualquier boludez y te la muestra como una política de Estado. Hacen un chiste y el mundo ya se enteró y nosotros no sabemos comunicar lo que pensamos en muchos temas y salimos tarde. Por tanto, la fortaleza mayor creo que es claramente la comunicacional, con la enorme ayuda de los medios hegemónicos. Y la debilidad, cuando hablan otros que no sea el presidente.

¿Cómo ves el relacionamiento del gobierno hacia los sindicatos?

Agresivo, persecutorio, horrible. Yo siempre voy a estar del lado de los sindicatos, tenemos que aferrarnos a sus luchas, aprender de los sindicatos y valorar, por ejemplo, lo que hicieron durante la pandemia con las ollas y con la juntada de firmas. Fue heroico. Y lo hago extensivo a las organizaciones sociales en general. El (senador Óscar) “Boca” Andrade siempre dice que el alejamiento del FA hacia las organizaciones sociales fue uno de los grandes errores que cometimos. No nos dimos cuenta cuando fuimos gobierno de ese alejamiento y ojalá hayamos aprendido. Yo cuando leo o veo y escucho que dicen FAPIT, en lugar de ofenderme siento un gran orgullo.

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