Entrevista a Cecilia Michelini, presidenta de la Fundación Zelmar Michelini, sobre su hermano Felipe Michelini, recientemente homenajeado en la Corte Penal Internacional de La Haya.
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¿Cómo se llegó a esta resolución de nombrar la sala de sesiones de la CPI «Felipe Michelini»?
A partir de mayo [de 2020], tras la muerte de Felipe en abril, empezaron desde el Fondo Fiduciario para las Víctimas (FFV), la CPI y otras organizaciones de la sociedad civil especializadas en derechos humanos donde Felipe había participado o era reconocido en ellas, a pensar que era necesario realizar un homenaje. A Felipe le hicieron más de 20 homenajes el año pasado en el exterior.
El 10 de diciembre el FFV realizó un homenaje junto con la CPI, porque forma parte de ella, enteramente dedicado a Felipe. En ese homenaje anunciaron formalmente que habían decidido llegado a la conclusión de que la mejor combinación como homenaje era nombrar la sala y crear la beca, que va a llevar su nombre, para estudiantes y profesionales que se dediquen a los derechos humanos y a la defensa de la justicia internacional. Las dos cosas son súper importantes. Lo de la sala no tiene antecedentes.
En su momento se le dio poca importancia [a estos anuncios]. La familia, la fundación y en todos los organismos internacionales se habló mucho de eso. Difundimos lo que pudimos, pero sentimos que se le había dado poca importancia a algo tan trascendental.
Ahora ha habido más prensa y sensibilización. Cuando digo que no se ha dado importancia no es a nivel de la gente, la gente le ha dado mucha importancia. En Uruguay hubo un homenaje que hizo la Universidad de la República (UdelaR): el Primer Congreso de Derechos Humanos Felipe Michelini, del Departamento de Derechos Humanos de la UdelaR.
Después, hasta el 19 de abril de 2021 que la fundación viendo que no era posible hacer un homenaje presencial decidió hacerlo virtual, [no hubo nada]. Nos queda pendiente el [homenaje] presencial que es tan necesario y esperamos que se pueda hacer pronto.
La CPI decidió que no quería hacer el homenaje virtual. Estaba previsto que viajaran su señora Matilde di Lorenzo y su hijo Nacho, pero creemos que por razones sanitarias temieron que después no pudieran hacerlo y lo hicieron en este momento. Como mi hermano Zelmar «Chicho» y mi hermana Graciela viven uno en París y la otra en Berlín, fueron. Fue un homenaje pequeño en cantidad de gente, 30 personas. Me cuentan ellos dos que fue muy emotivo, muy profundo. Habló el presidente de la CPI y la presidenta del FFV que fue quien sustituyó a Felipe, que besó la foto de él cuando terminó de hablar. Después también hicieron una recepción y hablo Minou Tavárez Mirabal, que lo sustituyó en el consejo.
Todos los que hablaron hablaron de forma emotiva y recalcaron la importancia de la actitud proactiva que tenía Felipe. Felipe era curioso, particular. Fue activista desde muy joven. Fue un hacedor. A su vez fue un jurista muy riguroso. Dedicó los últimos 30 años de su vida a las dos cosas, esa combinación lo hace muy especial. Abocó mucho a la importancia que tiene la justicia internacional, a la cultura que no se tiene todavía de lo que significa la justicia internacional, que no tiene que ver con quitar la soberanía de los pueblos ni de los países donde la democracia funciona, pero los ciudadanos somos del mundo y sabemos que si en nuestro país no nos responden o violan los derechos humanos, hay un respaldo internacional de muchos organismos. Eso es muy importante.
Peralta, una abogada destacada, decía que Felipe se caracterizaba por pelear en todos los espacios. Cuando lograban entrar ponía todas las baterías y hacía todo lo posible para lograr lo máximo. Logró mucho. A nivel internacional es muy reconocido, su pérdida es muy sentida.
La Fundación Zelmar Michelini creó un espacio llamado Felipe Michelini, ¿qué sucederá allí?
Felipe fue uno de los fundadores de la fundación. El rol fue igualitario de todos los hermanos y de mi madre que todavía vivía. Éramos 10 hermanos, ahora somos 9. Entre los 10 y mamá, aunque parezca milagroso porque todos tenemos una impronta y un carácter muy marcado, y tenemos muchas coincidencias pero también muchas diferencias, logramos armar la fundación.
Confieso que cuando me propusieron ser quien se la pusiera al hombro tuve mis dudas porque pensé que la iba a pasar mal, y sin embargo no fue así. Mis hermanos me apoyaron siempre, me apoyaron enormemente, además de gente que ayuda a la fundación.
Felipe era un puntal, era nuestra referencia respecto a todos estos temas [de los] que estamos hablando, que es uno de los ejes importantísimos de la fundación. Nos quedamos huérfanos con eso, fue muy duro.
Nosotros sabíamos de la trayectoria de Felipe y que era importantísimo el cargo en el FFV, siempre estaba lleno de anécdotas, pero nos abrumó y llamó la atención porque él tenía perfil bajo.
La gente que siguió su trayectoria por su trabajo dice que Felipe contribuyó enormemente con el Tratado de Roma. Uruguay fue el primer país que lo firmó, en eso tuvo que ver Felipe. Después fue el primero que lo reglamentó, en 2006, estas cosa llevan un proceso muy largo. La reglamentación fue tomada como ejemplo por muchísimos países. Ese trabajo lo hizo desde los Parlamentarios por la Acción Global, que hicieron un enrome esfuerzo para que el Tratado de Roma no quedara en papel. Eso hay que hacerlo conocer.
Consideramos que era muy importante tomar la decisión de hacer un espacio Felipe Michelini donde empezamos a juntar todas las cosa que hizo. Él tenia su blog que lo vamos a dejar tal cual, vamos a agregar otros temas, todas las vetas de su vida. Fue legislador, gobernó, fue estudiante, era una persona que trabajo en muchísimas cosas. Era amante de los caballos.
El tiempo va a poner a Felipe en el lugar que le corresponde. Hicimos el espacio Felipe Michelini y veremos cómo evoluciona. Zelmar y Felipe, que se complementen.
Esperemos que las cosas se vayan normalizando y que podamos hacer actos presenciales, que siempre tienen otra fuerza. Hay que hacer fuerza para que se concrete la beca. Es muy importante la placa, pero siempre lo más importante es lo que significa educación y difusión más allá de los expertos o del círculo pequeño de los organismos internacionales. Hagamos fuerza.